Comenzó a aflojarse lentamente, hasta que cayó al suelo, las lágrimas limpiaban su delicado rostro bañado en sangre, pudo sentir unas manos frías levantado su inerte cuerpo, no le quedaban fuerzas para moverse. Fue arrastrada hasta un enorme cuarto y arrojada sobre una cama, como un trapo sucio.
Una cama, hace días no sentía lo que era estar recostada en una. Sus heridas eran profundas, le dolía, pero ya no le importaba.
Una voz conocida irrumpió el silencio de su mente-Niña ¿estás bien?-Dijo Uranay Baba, pero Bulma no contesto, su mirada estaba clavada en un punto fijo del techo, pero en realidad, no estaba mirando nada, apenas si estaba escuchando.
-Tenemos que curar tus heridas-Intento levantar a la joven, pero no podía hacerlo sola-Vamos Bulma, colabora, no le des el gusto, sabes que Vegeta está disfrutando de esto-
Apretó sus dientes con fuerza-Ese nombre, ese maldito desgraciado-Susurraba entre dientes.
Se sentó con un poco de dificultad, se acomodó en el hombro de la anciana, caminaron juntas al baño y se metió a la ducha.
El agua caliente caía sobre ella, dejando expuesta varias cortaduras y moretones en todo su cuerpo. Las manos aun le temblaban, levanto su cabeza, mientras se mojaba su rostro, las lágrimas brotaban de una manera imperceptible, llevo sus manos a su cuello dejándose caer de rodillas, para calmar su ira e impotencia, comenzó a llorar tan fuerte, que se podía escuchar sus gritos en los pasillos del castillo.
Un escalofrío corrió por la espalda de Vegeta que se encontraba en la puerta, a punto de entrar, pero al oír los gritos, solo se quedó ahí-¿¡Porque me haces esto!?- Bulma estaba fuera de sí, necesitaba desahogarse de alguna manera-¡MALDITO. TE ODIO. TE ODIO!-
-No- dijo la joven poniéndose de pie-no te permitiré verme morir-Salió de la ducha, para cubrirse con una toalla blanca, que comenzó a cambiar d color, por la sangre que emanaba su cuerpo lastimado¬-Prometo acabar contigo-
Camino fuera, para encontrarse con Uranay Baba-Esa es la actitud mi niña-
La madrugada llego, su cuerpo estaba vendado, y se encontraba profundamente dormida, necesitaba descansar, cuando en el silencio de la noche, el suave sonido de la puerta abriéndose hizo eco en la gran habitación, pero Bulma no se percató.
Sus pasos fueron cuidadosos, no quería despertarla, lentamente se acercó a la cama, hasta poder divisar completamente a la mujer, se veía tan pacífica.
Recorrió con su negra mirada cara rasgo, cada venda roja, cada detalle de su rostro, no podía quitar sus ojos de ella.
De pronto, miles de pensamientos pasaron por su mente, no podía entender, como una mujer tan delicada, podía causar tanto daño al enemigo. Estiro su mano lentamente, sintió la necesidad de tocarla, poso con delicadeza la yema de sus dedos sobre su la suave piel de las mejillas de Bulma, bajando lentamente hasta su cuello, pero se detuvo en seco, al ver un gran moretón, haciéndolo quitar la mano.
Jamás había sentía tal suavidad, había estado con miles de mujeres, pero algo en ella era diferente, no entendía, no podía explicarlo, quizás el simple hecho del deseo se había apoderado de su cuerpo, después de todo, ella era una criatura fascinante, sus ojos, su llamativa cabellera, ambos del color del cielo, el blanco de su cuerpo, lo perfecto de su piel, sus labios de color carmesí.
Estiro nuevamente su mano, no sabía que estaba haciendo, no quería reaccionar así, pero no podía evitarlo, algo dentro de él le decía, siéntela.
Un suave quejido salió de los labios de Bulma, paralizando a Vegeta, creía que ella despertaría, pero no lo hizo.
El rey salió del cuarto, de la misma manera en que entro, silenciosamente.
Al día siguiente, Vegeta decidió retrasar la gran pelea un mes más, a varios de los soldados les agrado la idea, mas después de ver la pelea de Bulma y la secretarias de Radip.
El sol entraba por una enorme ventana, se sentía tan bien esa tibia luz tocando su rostro, abrió sus ojos lentamente y se sentó. Ya nada le dolía-La sangre sayajin es asombrosa- dijo mientras se quitaba las vendas, para dejar expuestas solo algunas cicatrices y algún que otro moretón.
Se ducho y se volvió a colocar su viejo traje de entrenamiento para luego salir corriendo al gimnasio.
-¿Qué haces aquí?, aun no estas lista para continuar con el entrenamiento-Dijo muy preocupada Uranay.
-Estoy bien-dijo Bulma y luego se acercó a la máquina de música para comenzar a entrenar-Jamás me sentí mejor-
La música comenzó a sonar, vendo sus ojos (Empezó a sonar el tema de linkin park Breaking the habit) La oscuridad la rodeaba, estaba parada en medio de la nada misma “los recuerdos consumen, como abriendo la herida” La imagen de Vegeta aprecio frente a ella, con una enorme sonrisa malévola dibujada en sus labios “estoy escarbando en mi otra vez” Corrió hacia él, para intentar golpearlo, pero la esquivo fácilmente “tú lo asumes todo, estoy seguro aquí en mi habitación, a menos que intente empezar otra vez” por más que intentaba, no lograba tocarlo “yo no quiero ser al que las batallas elijan siempre” el, con un solo movimiento de su pierna, pudo darle en las costillas, arrojándola lejos ”porque por dentro me doy cuenta, que soy el confundido” volvió a correr hacia Vegeta, “no sé porque vale la pena luchar, o porque tengo que gritar”, por más que arrojara golpes, no podía tocarlo, mientras el rey solo sonreía, esto la lleno de ir-Borre esa maldita sonrisa de tu rostro-Le grito, dándole un puñetazo en la cara, pero no logro si quiera moverlo “no sé porque instigo y digo lo que no quiero decir” El rey en un rápido movimiento la tomo del pelo, sosteniéndola en el aire “no sé cómo me volví de esta manera, yo sé que no está bien”
Comenzó a golpear su estómago una y otra vez, haciéndola escupir sangre con cada impacto “así que estoy rompiendo el habito” la arrojo brutalmente al suelo, “rompiendo el habito esta noche” quiso patearla, pero ella pudo esquivarlo rápidamente y ponerse de pie “agarrando mi remedio cierro firmemente la puerta” en un solo movimiento logro patearlo en la entrepierna, dejándolo muy adolorido “intento respirar otra vez” una fuerte rodillazo en el estómago dejo al rey sin aire “lastime mucho más, que en cualquier momento anterior” comenzó a golpearlo en el rostro una y otra vez, sin darle tiempo a reaccionar “no tengo más opción” pateo su cabeza para dejarlo en el suelo y subir sobre el “y no quiero ser al que las batalla elijan siempre” sus puños daban directo en el pecho costillas y rostro de Vegeta, sin parar, uno tras otro, “lo pintare en la paredes” esta vez la sonrisa estaba en el rostro de Bulma, mientras veía al hombre escupir sangre “porque yo soy el que tiene la culpa” lo estaba disfrutando, estaba feliz de lastimarlo, y el verlo sangrar solo la alentaba a seguir ,”nunca luchare otra vez” cuando vio que el ya no reaccionaba se levantó lentamente y su sonrisa se hizo aún mas inmensa” y así es como termina” esto era lo que deseaba, acabar con Vegeta con sus propias manos “rompiendo el habito esta noche”.
La música se detuvo, se retiró la venda de los ojos, la cual estaba húmeda de lágrimas que jamás supo que derramo, algo había cambiado en su mente, sus ojos ya no eran los mismos, parecían muertos, llenos de odio y sed de sangre.
A lo lejos una sonrisa maléfica se dibujaba en los labio de Uranay Baba-El plan está dando resultado, pronto acabaremos con el maldito de Vegeta-se dijo a sí misma, mientras veía a una Bulma completamente diferente.