Capítulo 1
Hace diez años que el planeta tierra se encuentra bajo el control de una raza de guerreros despiadados y muy poderosos, los sayajins, del planeta Vegita. Los primeros dos años fueron muy difíciles para los habitantes del planeta, pero luego, los invasores simplemente dejaron de darle importancia. Según los rumores, aparentemente habían llegado a un acuerdo con los gobernantes terrestres, lo cual involucraba la desaparición de miles de mujeres jóvenes terrícolas, cada seis meces. Aquellos que pudieran brindar algún tipo de beneficio para los guerreros, eran dejados en paz, un ejemplo de esto es la familia Brief.
Una familia de científicos capaces de crear armas, escudos, naves y máquinas de curación, eran muy valorados por los sayajins, así que la señorita Bulma Brief y sus padres, eran una de esas familias con beneficios y poder, pero a pesar de esto, eran personas muy humildes y de buen corazón.
Esa tarde Bulma, se encontraba en el laboratorio con su padre, trabajando en un proyecto, que solo ellos dos conocían, buscaban modificar el adn humano para ser más fuertes que sus gobernantes de otro planeta, trataban de que nadie supiera esto, ya que indicaría la muerte de toda la familia.
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-Señor esta noche se cumple el plazo de los seis meces-decía un guerrero sayajin en una de las naves.
-Entonces vallan preparando las naves, que esta noche iremos en busca de las siguientes secretarias-El rey se sentía orgulloso con su arreglo y los beneficios que esto le traía. Sus ojos negros, estaban llenos de odio y malicia.
El rey de la raza sayajin era un hombre de 28 años de edad, físicamente muy bien formado, como la mayoría de los de su raza, su pelo negro elevado hacia arriba, le daba una distinción única, Vegeta es su nombre, completamente temido y respetado.
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Esa noche, la ciudad se vistió de fiesta para todos, la mayoría de los jóvenes salieron a las calles, desconociendo que esto era parte del “acuerdo”.
-¿Hija saldrás tú también?- decía el sr Brief preocupado por su bella hija, de 23 años de edad, un cuerpo bien formado y escultural, ojos celestes al igual que su cabello, el cual le llegaba hasta la cintura.
-Padre tranquilo, llevare mi cratera con todos mis papeles, sabes que siempre vuelvo a casa- La joven esa noche llevaba puesta tacos altos, negros, que envolvían sus tobillos con una delicada cinta de cuero, su pollera del mismo color era bastante corta, llegando hasta la parte de sus pechos , mientras que arriba tenía un bello top suelto que si no fuera por su pollera tendría expuesto su suave piel, tomo una cartera y salió para ser recibida por un grupo de amigos en la puerta de su enorme casa. La noche estaba ideal, hacía calor, por la época del año, a pesar que ya eran la una de la madrugada, la noche estaba encendida.
Llegaron a un enorme baile y entraron con facilidad, gracias a las influencias de la joven peli azul. La música sonaba fuertemente, el alcohol no se hizo esperar. Bulma estaba en la pista con sus amigas sosteniendo una botella de tequila, le gustaba el alcohol, pero no de forma tal hasta vomitar o perder el conocimiento de sus acciones.
Eran ya las cuatro de la madrugada, cuando el silencio reino en el baile, una gran de cantidad de soldados entraron en el lugar.
-Es hora de comenzar con el juego- dijo uno de los soldados, que con un movimiento de su cabeza hizo sacar a todos los hombres del lugar a la fuerza.
-¿¡QUE DEMONIOS PASA?!- Bulma estaba mareada, pero volvió rápidamente en si cuando los gritos de terror comenzaron. Más de un joven que se resistió, murió en mano de los sayajin.
Las jóvenes comenzaron a llorar y temblar de los nervios. Un hombre alto, con pelo negro alborotado y largo hasta su cintura se acercó-Muy bien niñas, si quieren vivir, será mejor que comiencen a bailar- Una sonrisa maléfica se dibujó en sus labios.
-No bailare para ustedes, maldito animal-Respondió una rubia.
-Perfecto-El soldado levanto un dedo acabando con la vida de la mujer en segundos con un rayo-¿Alguna más quiere morir?, puedo hacer esto toda la noche-
La música comenzó a sonar (no sé si conocen el tema de J. Balvin y Willy William, mi gente) Su cara era seria, estaba llena de odio, pero no tenía miedo-Yo no pienso morir así- Levanto la botella de tequila, empinando y sorbiendo un trago lo suficientemente largo, para que volviera el efecto que tenía su cuerpo, necesitaba relajarse, para rebajarse de la manera que lo haría.
Sus movimientos eran lentos, pero mientras lo hacía, observaba a su alrededor, y solo veía llanto de horror-Vamos mujeres- intento animar a las jóvenes- No tenemos por qué morir por un estúpido baila- volvió a sorber otro trago- Hagamos de cuenta que esto es una fiesta, yo no pienso morir así- Estas últimas palabras fueron las que activaron a las demás a seguirla.
-Radibs, creo que tenemos una secretaria alfa- dijo un joven soldado que se acercó al otro hombre de pelo largo.
-Eso veo Broly-
