Dreamers «Harry Styles» ✓ #1 (Edición)

Capítulo 3

Harry

Estaba escuchando música. Mientras miraba mis apuntes un tanto perdido. Después de un rato más intentando encontrar porque diantres Picasso se había inspirado en el cubismo.

«Estúpido Picasso»

Regresé a la realidad al ver entrar a Louis a la habitación. Venía con una gran sonrisa, hasta pareciese que había tenido un buen rato de placer.

— ¿Por qué esa gran sonrisa? ¿Tuviste sexo? —Dije girándome para verlo. Este me lanzó una mirada asesina.

—No, nada de eso.

—Entonces... ¿Por qué tan feliz?

—La razón de mi felicidad se llama: Aphril Sunshine —sentí como si algo se apretara fuerte contra mi pecho.

— ¿Te la has pasado bien con ella? —Este me miró serio—. No de esa manera. No todo lo que digo siempre se relaciona con el sexo —Louis soltó una carcajada.

—Claro que no es así, amigo. Bueno, respecto a Aphril... es una chica genial. Es diferente a todas las chicas superficiales de esta escuela de Barbies —hice una media sonrisa a su comentario—. ¿Te quieres acostar con ella?

Mi mirada se tornó algo confundida.

— ¿Qué clase de pregunta es esa? —Dije girándome para verle.

—He visto como la miras. Te conozco, Harry. Eres el tipo más terco y testarudo que conozco y sé que cuando quieres algo haces todo, y con todo me refiero a ¡Todo!, para conseguir lo que quieres —agaché la cabeza.

—Mira, Louis. Yo la vi antes, no te diré la frase de yo la vi primero, pero, nada cambiará lo que quiero.

Louis me miró algo confundido, como intentando saber si era una amenaza para poder lograr aquel romance con ella. Aunque yo aparentara no ser peligro alguno, era mejor que no se confiara de más.

—Mejor me iré a dar una ducha —dijo este caminando hasta unos cajones, los cuales abrió y después sacó algo de ropa.

Volví mi cabeza a mi tarea y seguí intentado encontrar las jodidas razones que tenía Picasso. ¡Aggg! Odio esa clase.

Después de un rato más, Louis regresó, deshizo su cama y se acostó sin decir nada más.

Miré como Louis se movía intentando acomodarse para al fin dormir.

Después de dos horas más terminando la tarea de Picasso, bueno, la mía pero que trataba sobre ese pintorsucho, decidí ir a lavarme los dientes.

Ganas de bañarme no tenía, lo haría mañana al levantarme. Salí del pasillo hacia los sanitarios.

—Ah... joder —Murmuré al sentir el frio del piso. Tenía los pies descalzos.

Intenté seguir caminando, pero, llegué a mitad de camino y preferí regresarme.

Tomé mi cepillo de dientes, abrí la ventana y comencé a mover el cepillo dentro de mi boca para luego escupir el resto de espuma que permanecía acumulada en mi boca, y poco después, tomé algo de agua para expulsar los restos de dentífrico de mi cavidad bucal.

Sonreí al ver que nadie había notado mi acto vandálico. Me deshice de mi ropa y me metí entre las cobijas para así cerrar los ojos.

(...)

Estaba sentado en una banca hablando con Zayn, cuando a Sheila se le ocurrió aparecerse.

—Hola, mi amor —plantó un beso en mis labios.