Capítulo 14

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Aphril

— ¿U-Un santuario de mariposas? —Le miré, y pareciera que estaba siendo invitada a tomar alguna droga o algo completamente más ilegal que eso.

—Ven, vamos adentro —Harry tomó suavemente mi mano, invitándome a adentrarme en aquel lugar.

Al entrar me encontré con una gran variedad de plantas y flores. La frescura se respiraba en este lugar, la calma traspasaba cada poro de mi ser. Simplemente un lugar hermoso.

Miré aquellas mariposas que reposaban tranquilas en unas cuantas flores violetas de aspecto encantador, en otra parte de aquel santuario.

Sonreí al notar lo hermosas que se veían.

—Y... ¿Te gusta mi sorpresa? —Volteé a mirar a Harry y sonreí obvia.

—Empezamos bien —Hice una sonrisa de autosuficiencia y Harry sonrió igual— Mientras no sea alérgica a un ser tan hermoso todo va ir bien...

—No eres alérgica a mí —Bromeó. Y obviamente sabía que me refería a las mariposas, o eso esperaba.

— ¡Hola! ¿Me haría el favor de adentrarse a la cena de gala más ostentosa de la noche? —Gemma apareció con un traje de camarera, tenía el cabello recogido.

—Aun es de día, Gemma —Dije divertida. Ella rodeó los ojos algo desesperada.

— ¡Muevan el culo y métanse que no tengo todo su tiempo!

— ¡Gemma! ¡Respeta! —Oí la voz de Anne y un leve chasqueo por parte de Gemma.

—Ignóralas, solo me ayudarán. Vamos —Le miré a Harry. Se comportaba tan dulce, tan tranquilo. ¿Qué es lo que le pasó al Harry que conocí hace unos meses? Que... bueno, espero y ojalá allá desaparecido esa parte arrogante, creída y su comportamiento de rompecorazones, porque ya amaba al Harry tierno y sincero.

¡Espera! ¿Qué?

Harry me ayudó a sentarme en una silla con adornos floridos y había dos coronas de flores en la mesa de mantel blanco.

—Póntela —Me entrego una corona, invitándome a hacer aquella acción. Harry sonrió brindándome confianza.

— ¿Para qué, Harry?

—Yo lo haré, así que no me hagas ver como un tonto y hazlo tu igual.

— ¿Quieres que seamos dos tontos, juntos? —Dije riéndome.

—Sí, eso quiero —Las palabras lentas y roncas sonaron serias y reales. Paré de reír y me la puse.

Anne y Gemma nos habían preparado una cena espectacular. A este paso terminaría como una vaca obesa y regresaría rodando al campus.

No supe en que momento, pero, el sol se estaba ocultando. Y juro por mis calcetines que amaba ver un atardecer, ya que eso significaba que la noche se aproximaba y los sueños saldrían a flote con el simple hecho de cerrar los ojos y dormir.

Nunca entenderé la razón por la cual me encanta soñar, tal vez, puede que... sea un escape de mi realidad, aunque siento en momento que mi realidad es un sueño o que en los peores momentos... es una pesadilla.

—Nos tenemos que ir, Harry —Dijo Gemma poniéndose una chaqueta roja y una bufanda alrededor de su cuello.

—Nos vemos, mi niño —Anne lanzó un beso a Harry y el solo sonrió. Anne me guiñó el ojo y eso me colocó desorientada.

De nuevo, ¿Qué?

Salieron por la puerta del santuario y se despidieron por última vez antes de perderse al cerrar la puerta.

Dreamers «Harry Styles» ✓ #1 (Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora