Capítulo 26

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Harry.

Tomé la bolsa. Ella estaba nerviosa, lo sentía en su manera de respirar y en como tragaba saliva antes de suspirar.

Saqué las fresas, y antes de acércale una a Aphril para que la probase, la cubrí de chocolate blanco.

— ¿Qué haces, Harry?

Suspiró y sentí su aliento chocar con mi piel. Yo hice lo mismo. Llevé mis labios a los suyos y la besé lentamente.

—Abre la boca.

Y así lo hizo, le entregué la fresa, y la mordió de una manera abrumadora.

La masticó y un poco del dulce quedó en sus labios. Me acerqué y la besé. Dejé de un lado la caja de fresas, y me recosté sobre ella, sentí su cuerpo tensarse.

Desabotoné su pantalón, y lo quité, al igual que mi camisa. Me pegué a su cuerpo, y su piel suave me logró excitar aún más.

Continué besándola, y ella llevó sus manos a mi espalda. Y me besó con mucha paciencia, sin prisa alguna.

Jugué con el elástico de sus bragas. Y apretó la piel que su mano sostenía, mi piel ardió en mi espalda, gruñí. Su mano fue a mis botones del pantalón, y decidí ayudarla.

—Es mejor que mantengas las manos quietas — Ella rio, y yo igual.

Me comenzaba a doler la parte media inferior de mi cuerpo. Estaba demasiado excitado. Mi mano bajó a su entrepierna, y comencé a masajear, ella se abrazó más a mí. Deje de hacerlo, me erguí un poco y la contemplé. Sus mejillas sonrosadas, su cuello con unas cuantas gotas de sudor.

Llevé mis manos a su espalda, y desabroché su sostén. Ella sin más paciencia se quitó la corbata, y me miró. Sus ojos me traspasaron un sentimiento inexplicable.

Ella comenzó a bajar mi ropa interior y yo hice lo mismo.

La besé nuevamente, mi cuerpo estaba haciendo presión sobre el suyo, y lentamente entré en ella.

Mi cuerpo tembló, ella igual, y comenzamos a jadear. Ella tomó mi cuello y comenzó a besarlo, y sentí como succionaba de él.

—¡Marcado! —Murmuró riendo.

Gemía. De esa manera tan suya. Sin gritar. Simplemente era armónico.

Enredó sus piernas en mi cadera y sus manos abrazaban mi espalda. Me adentre lo más que pude. Las ventanas estaban empañadas, nuestro cuerpos ardían ante el frio, mis manos apretaban su cintura, quería tenerla más cercana, no parecía posible, y cuando sentí que llegaría al orgasmo ella me enterró sus uñas al sentir el placer invadir su cuerpo. Sentí lo mismo así que simplemente abrí la boca con un gemido ahogado. Sentí que todo iba en cámara lenta, mi cuerpo se fundió al de ella. Me abrazó.

—Te amo — Su respiración aún era irregular, y la besé en la frente.

—Aphril, yo no estoy seguro de que sólo sienta amor por ti... —Sentí el calor de su piel perforar la mía, pero, se terminaba, así que me volví y tomé una cobija de lana gris que había traído— Yo creo que eres la única razón por la que quiera ser quien soy. Eres tu quien me mantiene sonriendo.

—Tú eres eso y más para mí, Harry —Sonreí de lado, sintiéndome el hombre más afortunado, el más feliz. El que mejor sabía soñar...

(...)

Aphril

Me sentía adolorida. Parecía que había sido arrollada por un tren. La luz del día entraba por todas partes, haciéndome sentir cegada. Abrí con dificultad los ojos, sintiendo a alguien abrazándome por la cintura.

Dreamers «Harry Styles» ✓ #1 (Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora