Capítulo 20

764 23 5
                                    


Aphril.

La uña de mi dedo índice ya se había terminado, y esta misma comenzó a doler por la misma irritación de mi piel. Estábamos esperando a que anunciaran el vuelo a Nueva York, y volar me causaba mucha ansiedad.

—Todo estará bien, Aphril—Me dijo Harry, tomándome de las manos para reconfortarme, y en otro modo, evitar que me siga devorando las uñas.

—Nada está bien, Harry —Una lágrima que dio signo a mi anterior llanto cayó por mi mejilla sin que yo lo quisiera o anticipara. La limpié rápidamente.

— Aphril, ¿por qué esos tipos te tienen tanto rencor, amor? Si ellos fueron los que te hicieron daño en un principio —Dijo abrazándome, recosté mi rostro en su pecho, y cerré los ojos a la vez que apretaba la boca sintiéndome mierda por no contarle toda la verdad a Harry.

—Harry, yo...

A todos los pasajeros del vuelo trescientos cincuenta a Nueva York, favor de abordar. El vuelo saldrá en cinco minutos. Gracias —Habló una mujer por el altavoz. Harry me miró indicándome que siguiera con lo que iba a decirle. Negué con la cabeza.

—Vamos a subir, que si no me pongo más ansiosa.

Harry no muy convencido, tomó mi mano, alentándome a seguir.

Él estaba acomodando unas maletas de mano que traíamos, en la parte superior de nuestros asientos. Sonreí.

Tomé asiento y Harry hizo lo mismo.

—Estoy cansada, cariño. Necesito tomar una larga siesta.

—Supongo que las horas de viaje hasta allá serán lo suficiente ¿no? —Dijo acurrucándome en sus brazos. Acomodándome mejor dicho, para ponerme cómoda para dormir.

—Creo que sí, amor. —Inclinamos un poco nuestros asientos, y me acurruqué en sus brazos. Me sentía más tranquila sabiendo que él estaba aquí.

Camino en aquella calle oscura, mis pasos se escuchan como un eco. Y eso hace recuerda a los aterradores gritos que llegué a oír en alguna película de terror. Me mantengo abrazada a mí misma, con la fallida intensión de retener mi propio calor en mi piel. Y así es, fallida, simplemente no sirve.

Me siento cada vez más helada, y conforme mis pasos siguen en camino hacia delante, me encuentro en un callejón. Miro el lugar, intentando recordar que hago aquí y un letrero con luces neón que dice "Aquí es" congela mi ser de inmediato sin la necesidad de sentir la fría brisa chocar con la piel desnuda de mis brazos. Me acerco a la puerta y percibo que mis manos comienzan a temblar de la nada, luciendo como una advertencia que mis instintos primitivos me demuestran. Trago saliva, intentando llenarme de algún tipo de valentía. Tomo la perilla y la giro con cierta dificultad, ya que de ellas ha comenzado a emanar un sudor frio; la puerta rechina y siento que es el sonido de mis dientes castañear. Expando los ojos con algo de asombro, y de terror al notar a Summer semidesnuda, amarrada a una silla. Sus muñecas sangran y sus pies están amarrados a las patitas de la silla. Veo que un tipo se acerca a ella, y comienza a tocar sus pechos sin ningún tipo de pudor. Aprieto los puños conteniendo la furia que comienza a invadirme, y no logro comprender porque no puedo avanzar a donde ese tipo, que sin piedad golpearía.

El rostro de Summer me crea culpa, me crea un sentimiento desgarrador de algún tipo de traición. Ese hombre que está a la penumbra debido a que una lámpara ilumina pobremente la habitación. Sigue tocando todo el cuerpo de Summer. Noto sus ojos y veo la maldad reflejarse desde lo profundo de su alma. Si es que ha de tener, lo cual dudo que tenga cuando veo que muerde a Summer en el cuello y este empieza a sangrar. Me escucho gritar de terror, de desesperación... pero sólo parece una aturdida y hueca vibración.

Dreamers «Harry Styles» ✓ #1 (Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora