Speechless『MiChaeng』#ｴ

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La brisa de otoño soplaba de manera sutil en los recientes árboles secos,  llevándose las hojas que habían caído de estos días atrás. El otoño comenzaba, frío y sutil pero llenando todo con colores sobrios y tristes, aunque espléndidos. ChaeYoung, una chica de la ciudad, abrigada hasta el cuello con los suéteres que su madre le obligó a usar para pasear ese día en el parque. Caminaba en silencio en ese lindo lugar, pateando pequeñas piedras con sus zapatillas negras, sus ojos no dejaban de divagar por todo el parque, llegando hasta una banqueta blanca y solitaria, llena de unas pocas hojas secas. Perfecto. Se sentó en ésta, persiviendo a su alrededor la tranquilidad de esa estación, jugando entre sus dedos con una pequeña hoja naranja.

¿Qué hacía ahí? Sólo despejaba su mente, le gustaba salir de casa para ir a lugares tan silenciosos como ella, tranquilos y naturales, llenos de paz. Escuchar las aves cantar siempre le ayudaban a llenarse de inspiración.

— Hola. — saludó una chica, recién llegada al parque, sentándose a su lado para luego admirar a su alrededor.

Chae sonrió, alegre, observando a la nueva a su lado, analizando como la fría brisa movía su cabello negro de un lado a otro pero sin ser tedioso, captando sus delicadas y finas facciones, notandola, sólo un poco, extranjera.

— El clima está algo tosco, ¿no crees?. — volvió a hablar, dirigiendo su mirada a ChaeYoung, sonriendo levemente, subrayando esa hermosa sonrisa con sus labios carmesí. Lindos.

ChaeYoung volvió a asentir, callada, pero sonriente, prestándole toda la atención a la pelinegra.

Ésta vio su silencio algo raro pero gracioso, la pelirroja era joven, claramente, su sonrisa era tierna con sus labios color rosa pastel, naturales y lindos. No la conocía pero no dejaría de luchar hasta sacarle unas simples palabras a la menor, viéndola un poco maleducada.

— ¿Te comió la lengua el ratón? — comentó la mayor, graciosa, insistente a escuchar su voz. — Soy Myoui Mina.

La pelirroja volvió a sonreír, ésta vez sacando su teléfono de su bolsillo trasero, buscando una aplicación que normalmente usaba para escribir.

Mina observaba atenta y desconcertada a la menor, enternecida por el forro rosa y aniñado del teléfono. Sonrió alegre cuando la pequeña le extendió el aparato electrónico para que leyera una pequeña frase que acababa de escribir.

“Hola, soy Son ChaeYoung, un gusto”

Mina hizo sucumbir su sonrisa, analizando todo y sintiéndose estúpida. Estaba intentando crear una conversación con quien no podía articular una palabra. Era muda. Era silenciosa y linda. Volvió a sonreír para no desanimar a la chica que ahora le miraba extañada por su repentino silencio.

— ¿Quieres caminar? — preguntó, levantándose de la banqueta para extender su mano a la menor, sonriendo ante su estatura, no es que ella fuera enorme, pero aseguraba que la pelirroja no tenía edad para tal estatura.

Chae asintió, levantándose de la banca junto a la chica, sosteniéndose de su mano para luego caminar con ella por el silencioso parque. Gracias a ello podía escuchar con claridad cómo su nueva amiga hablaba con total naturalidad sin importarle su condición.

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