Speechless『MiChaeng』#ｴ

✰09✰

El rayo de sol le daba directo en la cara haciendo que se despertase poco a poco. Sus ojos en ese momento odiaban la luz del sol. Y aunque estuviese recién despierta una sonrisa se formó en su rostro. Recuerda haberse quedado dormida hablando por videollamada con Mina, no sabe si cortó o no la llamada porque el sueño en esos momento la azotaba.

— ¡Buenos días, Chaeng! — llegó su mamá con una bandeja en las manos, portando un jugo de naranja y un emparedado que se veía que portaba lechuga y tomate.

La menor sonrió, sentándose en su cama empezando a bostezar.

— Ayer no quise entrar, sé que estuviste hablando con Mina. — sonrió ante el repentino sonrojo de su hija quien tomaba un poco de su jugo. — Iré al cementerio, ¿quieres venir?.

— Sabes que no me gusta ir allá. Es feo.

Su madre sonrió melancólica, asintiendo despacio para luego retirarse.

No se sentía mal al negarse, su madre sabía que ella pensaba que sí seguía visitando a su padre en ese lugar nunca se alejaría de la fuente del problema aunque de cierta manera sabía que eso no ayudaría en nada en su efecto post-traumático. Era algo simplemente como una rotunda negación a visitar el pasado, aunque de todas maneras el silencio seguía ahí como para recordarle lo innegable.

Estaba a punto de darle un mordisco a su emparedado cuando su teléfono sonó levemente, vibrando un poco bajo su almohada anunciándole la llegada de un nuevo mensaje. Casi tumbando el jugo dio un salto encima de su almohada hasta agarrar su teléfono.

Mina ♡

«¡Buenos días! Naah. Mentira son las 2pm. Qué es esto? A bueno. ¿Cómo estás querida?
2:02pm

Quería gritar pero simplemente no le salía nada más que una gran mueca de emoción.

Hola, unnie. Ayer me atacó el sueño. Sorry.»
2:02pm✔

Se sorprendió de lo rápido que la pelinegra respondió.

«No importa, ahora abreme la puerta.
2:03pm

Chaeng creyó de pronto que era una broma pero el timbre sonó. haciendo que su sonrisa se expandiera y saliera corriendo hacia las escaleras, aún en bata logrando que se elevase gracias a la rapidez con la que iba, deslizándose sobre su pulido piso de madera gracias a las medias hasta llegar a la puerta y chocar con ella. Se rió, sintiéndose estúpida.

— ¡Chaeng!

La pelirroja saltó a los brazos de Mina, abrazándola con todas sus fuerzas y enredando sus piernas en sus caderas, intentando no caer aunque le fue sumamente fácil a Mina cargar a la menor. Esta parecía que lloraría de alegría.

La pequeña estaba sorprendida, llorando ligeramente de la emoción que pensó que nunca sentiría al ver a una persona. Recuerda verse así de feliz cuando su padre llegaba del trabajo temprano, pero ahora era Mina quien llegaba de Japón en esos momentos cuando creía que no la vería durante unas semanas más.

— ¡Eres tan tierna! — le dice pellizcando sus sonrojadas mejillas cuando la coloca en el suelo, abrazándola de los hombros y caminando con ella con total seguridad por la casa, arrastrando su maleta algo pesada.

Chaeng vio el teléfono de su mamá cargándose y rápidamente lo agarró.

“Creí que vendrías luego, unnie”. Escribió.

Mina sonrió, le encantaba cuando la menor le escribía cosas tan insignificantes pero lindas.

— Vine lo mas pronto posible por ti...aunque mis compañeras me tenían loca.

Chae le dio un golpe en el hombro haciéndose la ofendida, sentándose de piernas cruzadas sobre el sofá esperando que su madre no la viera con las medias sucias encima del cojín.

“¿Tus amigas las Japonesas? No sé si ellas me caigan bien pero siento que son buenas persona...” Escribió rápido.

— Oh, te caerán muy bien. Hoy en la tarde cenaremos con ellas...

¡Qué qué! ChaeYoung se sorprendió, sonrojándose y sintiéndose algo nervioso de momento. Por su condición se había restringido el hecho de hacer amistades pero con Mina hizo una excepción de la cual no sabía la razón, pero las demás chicas, las cual cree que se llaman Mono y Sanhyu, no las conoce y cree que ellas ya la juzgaron demasiado en la videollamada.

— No te preocupes, Chae. Sana también carece de virtudes...

****

— ¡Oh dios mío! ¡Chaeyeong eres tan pequeña! — la sonriente rubia corre hacia la pelirroja, resonando sus tacones en los relucientes pisos del centro comercial, llegando al lado de la menor para abrazarla y estrujarla como si de un peluche se tratase.

Mina reía, separándose de su amiga para ir a saludar a la castaña, besándose su mejilla y entrelazando su mano con la de ella, esperando a que Sana dejase respirar a ChaeYoung. Momo se sorprendía, su amiga no conocía para nada a la pequeña y como si fuese acción de todos los días había salido a abrazarla. Estaba pasando pena internamente pero intentaba dar su mejor sonrisa.

Chaeng no luchó contra su gesto de amabilidad, simplemente se sintió más pequeña y se sonrojó.

— Hasta con esos tacones eres enana...

— ¡Sana! — Momo intervino, separándose de la pelinegra para jalar a la rubia fuera del espacio personal de la pequeña chica asustada.

— Perdónala, Chaeng. Ella suele ser así...— Mina se acercó a su lado, peinando con cuidado su cabello y limpiando su mejilla ya que Sana le había dejado un poco de labial, no supo ni cuando le besó ahí.

La pelirroja sonrió, aún sonrojada.

— ¡Lo siento! No fue mi intención. — Sana formó un puchero, acercándose de muevo con la chica castaña que sonreía triunfante.

— Hola ChaeYoung, soy Hirai Momo. Un gusto. — hizo un leve reverencia, sonriéndole avergonzada por lo anterior sucedido.

Ella asintió, buscando su teléfono en su bolso pero no lo encontraba.

— Yo soy Sana. Perdón por lo de antes. — habló con un perfecto coreano que ninguna de las tres sabía que podía hablar.

Mina sonrió al notar como Chae se preocupaba al no encontrar su teléfono. Sana se acercó a Mina silenciosamente.

— ¿Qué busca? — le susurró, casi inaudible.

— Su teléfono...

— ¡Que maleducada! — habló bajito.

— Sana, ella no...

ChaeYoung rápidamente las interrumpió mostrándoles su teléfono a las tres.

“Hola. Perdón. Un gusto conocerlas. Posdata: Sana tienes una linda sonrisa”

Las chicas sonrieron, dos de ellas avergonzadas y culpando con la mirada a la pelinegra, esta última orgullosa de ver sonreír a ChaeYoung.

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Este cap me gustó mucho.