Justamente ese día, el de su cita con Mina, había caído una tormenta de nieve que había cubierto la mayoría de las calles de Seúl, pero no le impidió salir cubierta hasta la orejas a casa de Mina, caminando entre la nieve y saludando a más gente que se le había ocurrido a salir con ese frío.
Habían niños en la nieve y le provocó estar ahí con Mina.
Llegó a su departamento, envuelta en tela y una capa de nieve, sintiendo su nariz arder por el frío.
— Chaeng, ¿cómo se te ocurre venir con este frío?. Ya te iba a buscar. — de dijo temblando porque al abrir la puerta una fuerte brisa azotó su cuerpo.
La menor no pudo responder pues sentía sus huesos congelados. No hacía falta decir que la mayor no vivía muy cerca de Chae.
— ¡La chica vino con esta tormenta!. Si que son la una para la otra. — habló NaYeon, sorprendiéndose de ver a la chica del teléfono en la casa de su amiga con ese frío.
Chaeng se sonrojó, recibiendo con gusto la taza de café por parte de la pelirroja luego de dar una reverencia.
— Bueno, como a ti no te detuvo el frío, a nosotras tampoco. ¡Vamos a salir! — la pelirroja desapareció en la habitación de Mina quien tenía las mejillas rojas.
Chaeng se enojó un poco. No era una cita, era una simple salida de amigas. Seguro conocería mejor a la futura esposa y madre de los hijos de Mina.
— NaYeon está loca, seguro le fue avisar a Momo. — comentó Mina, llevando en sus manos el nuevo atuendo de invierno para ChaeYoung.
Estaba compuesto por un gran suéter esponjoso color negro, al abrirlo se encontró con un montos de suéteres suaves de color lila y rosa. Tenía unos guantes del mismo color y una gorra negra. Chaeng enrojeció, no había hecho nada para obtener tal regalo.
— Mina, yo creí que me harías un simple suéter. — señaló nerviosa, quitándose lo que tenía encima para colocarse los de Mina, más cálido y suave.
— Ni hablar, con este frío creo que te daré un suéter más, espera. — le colocó a Chaeng el suéter lila e iba ir camino a su taller a buscar otro pero la menor le jalo de vuelta, abrazándola. Ambas se sonrojaron. — Dejame buscar el suéter.... — la menor negó, abrazándola y escondiendo la cara en su cuello.
Mina miró aquello como el acto más tierno de parte de Chae, por lo que no puedo evitar levantarla del mentón y plantarle un rápido beso en sus labios, saboreando un poco el sabor a café.
— Iré por el suéter. Ya saldremos.
ChaeYoung asintió, enrojecida. No sabía si el calor que sentía era por tantas telas que tenía encima o su corazón que latía más rápido que un maratón de un leopardo.
— Momo, dame un beso. — escuchó levente por la habitación de la pelinegra por lo que se acercó y luego de espiar, se apartó apenada de la puerta para volver al sofá y esperar a Mina.
Por ahora, no tendría que preocuparse de NaYeon.
****
Una vez que bajaron del departamento las cuatro ya que Sana estaba resfriada por la tormenta, ChaeYoung sintió enflaquecer y se sostuvo fuerte de Mina. No era el frío pues con tanta ropa su cuerpo se sentía estable.
— ¿Te gusta mi Ferrari? Es bello, lo sé. — bromeó NaYeon, jugando con las llaves de su auto.
— Callate, todos saben que la chatarra es de tu mamá. — interrumpió Momo, yendo directo a la puerta del copiloto.
Lo era un Ferrari, pero tampoco era una chatarra de la cual burlarse. Una simple camioneta familiar. Negra. Brillante. Intimidante para Chae.
La menor de todas paró en seco, llevándose consigo una extraña mirada de Mina.
— ¿Qué pasa? ¿Subiras?.
— Iremos en auto... — más que una pregunta, fue una afirmación para sí misma.
Mina asintió.
— No es un Lamborghini pero es para poder ir donde te quiero llevar. — le sonrió, pero estaba empezando a preocuparle que la menor no se moviera.
Estaba paralizada ahí, clavada en la nieve mientras observaba aquel automóvil. No se ha subido a uno, no desde ese día. Empezó a negar, derramando lágrimas y arrastrando a Mina lejos de aquel objeto andante.
Estaba temblando. Por esa razón nunca iba en taxi a la casa de Mina, por eso caminar se le hacia un Hobie, por eso no iba a terapia; aún le temía a su pasado.
— ¿Qué pasa, pequeña? Sólo iremos a pasear en el auto...iremos a la montaña. — Chaeng negó, sentándose a los pies de la escalera, importándole poco la mirada curiosa de las otras dos chicas además de Mina.
Ella no sabía de su incidente en un auto, sólo sabía que había pasado y en ello se había llevado a su padre. No sabe con detalle lo que en realidad pasó.
Pero eso no le impediría lograr que Chaeng confiara en ella.
— Nena, subiremos al auto, y en todo momento estaremos agarradas de las manos. Así te cuidare y tú a mí. ¿Bien?. — Chae no estaba convencida así que sólo encogió el cuerpo y se cubrió en su mullido abrigo. — Te prometo que no te pasará nada. Te lo prometo porque te quiero...
Ambas subieron en silencio al auto, Chaeng no se separó de Mina en todo el viaje. Aunque poco a poco se estaba relajando y su mirada se pegó a las ventanas, observando la nieve invadir las calles con sutileza.
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Último capítulo por hoy de esta historia v,:
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ESTOY RE FELIZ CHAU V,:
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Speechless『MiChaeng』#エ
Kurzgeschichten"Chaeyoung, tras su encantadora sonrisa esconde un silencio rotundo". "Mina, con sus sabias palabras remplaza la falta de su sonrisa". ❁.•°•.❁.•°•.❁.•°•.❁.•°•.❁ Historia corta ChicaxChica #エ temporada. © ChicaKuls02 Portada @HIRAINUDES que me la...