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— ¡Por favor, Chaeng, necesito tu ayuda!

Mina había llegado a la casa de la menor temprano en la mañana, suplicándole su ayuda como modelo para un vestuario que tenía que hacer para mañana en la tarde ya que se le había olvidado. Había llegado despeinada, con sólo un poco de maquillaje y con ojeras muy notables, una cinta métrica alrededor de su cuello cayendo por sus hombros, se notaba que llevaba horas despiertas intentando buscar inspiración, pero ¿Por qué ella? ¿Por qué Chaeng?.

— Necesito tus medidas y que, por favor, modeles mi ropa...

ChaeYoung estaba callada, pensando que ella no debía tener esa oportunidad ya que de modelo no tenía nada.

— ¡Por favor! Te lo suplico...

Aún con tanto suplicio y demás Chae negó, pero a Mina le importó muy poco.

— ¡Dices que sí, gracias! — la jaló fuera de la casa, aprovechando su falta de palabras para llevarla contra su voluntad.

****

Había sido incómodo para la chica silenciosa, conteniendo sus ganas de irse sólo porque ya había visto llorar a la pelinegra de desesperación. No era lo suyo que la tocaran pero debía aceptarlo para que la mayor tomara sus medidas, fue tanta la vergüenza que sintió cuando Mina colocó la cinta métrica en sus pezones varías veces buscando la medida perfecta para unos diseños que ya tenía, más cuando media su trasero y sus muslo. Era incómodo y ya con esto decidió que nunca más sería modelo.

— Ya puedes sentarte...mi habitación está algo desordenada pero dispuesta a recibirte si quieres descansar. — propuso la mayor, anotando todo para empezar a trazar y cortar encima de la tela, creando su primera prenda que consistía en un vestido azul que en la parte de la falda simulaba el papel rosa de un Cupcake, mientras que arriba la crema color lila, siendo sutil pero extravagante. Según la pelinegra el conjunto terminaba con una diadema de una cereza.

ChaeYeong había entendido que la mayor debía crear tres colecciones con tres prendas: Fantasía, Ejecutivo y Casual. Todo eso para mañana en la tarde, podía pensar que tenía tiempo pero crear nueve prendas de alta costura era difícil si sólo era una joven de 20 años que no durmió en toda la noche creando bocetos.

Sin ánimo de investigar el apartamento de la mayor se quedó ahí, observando como ésta se iba de un lado a otro, cortando y moviendo la tela para captar mejor sus ideas.

Sonrió, lo hizo porque desde ahora Mina era su ejemplo a seguir, era una gran artista aunque sólo estuviese cortando telas. Miró a su alrededor, localizando un puff y se sentó haciendo que su falda se levantase un poco por el aire que salía de aquel asiento, luego volvió a analizar su alrededor hasta que dio con una libreta y un lápiz, así que empezó a hacer lo suyo.

****

— ¡Chae, te ves hermosa! — le alagó, empujándola hasta el espejo grande que había en medio del taller de costura de la mayor.

La pelirroja estaba sonrojada, observando lo lindo que le quedaba la última prenda del día, siendo una camisa básica mas unos pantalones ajustado y un abrigo largo de piel con cuello alto, algo extravagante para ella pero debía admitir que si tuviese unos años más ella lo usaría.

Ya eran aproximadamente las una de la madrugada, y al fin Mina había terminado su larga colección y Chae había estaba tan feliz por ella y por el hecho de dejar de pararse para probarse cada cosa que la mayor le hacía.

— Mañana practicaremos tu caminata...digo, hoy. — corrigió viendo la hora. — Creo que dormiremos...

La menor buscó la libreta en la que tanto estuvo trabajando, buscando una hoja en blanco para poder comunicarse en ella.

“Siento que serás la mejor unnie, haces que todo se vea hermoso”

— Ay, estás loca. Tú haces que mi ropa se vea hermosa, ¿te digo un secreto? — la acercó un poco, abrazándola por la cintura haciendo que la menor se sonroje. — Todas las prendas dicen algo de ti... — La pelirroja sonrió, sintiéndose roja hasta las orejas.

Mina sonrió, satisfecha, besando la mejilla de la menor para luego ir a su habitación y, sin importarle que no se había bañado ni comido en todo el día, se tiró en la cama cayendo en un profundo sueño.

Sin darse cuenta tocó su mejilla, escandalizada y roja por lo que acababa de pasar, queriendo gritar pero como siempre se quedaba sin palabras. Pero no le importaba en lo más mínimo, se cambió y acompañó a la dormilona chica, nerviosa.

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So cute 
Para ayudar en la tristeza

Speechless『MiChaeng』#エDonde viven las historias. Descúbrelo ahora