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ChaeYoung se estaba preparando, colocando la computadora en dónde la iluminación fuera decente y pudiera verse a la perfección, terminando en la cama apoyada en una almohadas. Chae agradecía en esos momentos tener buen sentido de la moda, se había arreglado perfectamente sólo para Mina. Era una pijama lo que llevaba puesto pero era de las mejores y más lindas que tenía ya que pensaba que las otras eran muy aniñada; era una bata de tirantes rojo cereza acompañado de sus lindos calcetines blancos, nunca los usaba pero justamente esa noche hacía mucho frío.

Parece que se adelantará el invierno. Pensó, acomodándose bien para ver que no estuviese despeinada o fea frente a la cámara. Sonrió cuando su pantalla se iluminó, abrillantando más la habitación y su rostro.

Llamada entrante de Mina Unnie♡

Se sonrojó cuando contestó, notando que en la pantalla no se reflejaba Mina sino dos chicas, una rubia con cabello suelto en ondas y de sonrisa y pómulos algo marcados, la otra con el  cabello castaño recogido en una linda coleta decorando sus labios con un lindo labial rosa.

— ¡Hi! — saludó la rubia, acercándose mucho a la pantalla.

Chae se sonrojó hasta no poder más, queriendo irse. Se sentía intimidada por esas lindas chicas y algo furiosa, ¿Por qué ellas estaban con Mina?.

— ¡Sana, alejate de la pantalla! — escuchó gritar la clara y melodiosa voz de Mina, observando cómo la rubia que antes le había saludado se alejaba de la pantalla para formar un puchero.

— ¡Quiero ver a tu novia! — dijo en un algo confuso coreano pero Chae lo entendió y quería esconderse bajo las sábanas en esos momentos.

¿Novia? ¿Mina había dicho que era su novia? Sin darse cuenta sonreía enormemente.

— ¡Callate Sana! ¡Momo, por qué la dejaste entrar!  — llegó la pelinegra, se veía sonrojada y cansada, despeinada pero seguía siendo linda, apartando de un empujón a la rubia para empezar a gritarle cosas en Japonés que ella no entendía.

Emm...llamamos luego ChaeYoung, ahora Mina está ocupada. — le dijo amable la chica que según su conocimiento se llamaba Momo, sonriendo para luego acercar su mamo a la pantalla y cerrar el computador, haciendo que el de Chae sólo se volviera negro.

¿Quién se creía Momo? ¿Quién se creía Sana? ¿Qué son de Mina?

Sin entender el por qué, cerró de un tirón su computador, dejándolo a un lado para acostarse en su cama y tomar una pequeña siesta. Estaba confundida y enojada, las chicas lindas acompañaban a Mina en lo que iba a ser una "Charla a solas". Pero no, esas chicas Japonesas de un momento a otro arruinaron el autoestima de ChaeYoung.

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— ¡Por favor Sana, te puedes callar ya! — gritó Mina exasperada, intentando llamar a la pelirroja pero simplemente no contestaba. ¿Le habrá pasado algo?.

— Perdona Minari, pero no es mi culpa que tu novia no conteste...Yo jugaba con Momo. — se excusó, sentándose al lado de la nombrada y empezar a hacerle trenzas en la cabeza, haciendo que de inmediato la contraria se relaje.

— ¡No es mi novia! — sentía sus mejillas quemar y una fuerte presión en el pecho, era como si estuviese diciendo algo que no fuera cierto pero era la verdad, ChaeYoung y ella no eran y quizás nunca serán novias.

— Pues parece, es muy tierna y se ve sexy, y linda...

— ¡Es menor de edad! — le gritó de nuevo, roja como un tomate, desviando la mirada a la computadora intentando hacer que ésta le tragase.

— ¿Y? Tzuyu también y aún no me han arrestado...— comentó con gracia, terminando una trenza francesa del lado izquierdo de la cabeza de Momo para empezar el lado faltante.

Mina rodó los ojos, sonriente. Pero estaba furiosa con la computadora que no dejaba que pudiese ver con tranquilidad a su pequeña amiga y mostrarle su departamento en Japón, ese que les había rentado la empresa para poder tenerla a gusto durante las semanas del desfile.

Después de cien intentos, ChaeYoung contestó.

Ahí se veía claramente la pequeña con su bata roja que, tomándole la razón a Sana, se veía tierna y sexy, pero rápidamente borró todo eso de su mente cuando le vio saludar con la mano. No se veía feliz pero tampoco triste, se veía inexpresiva cuando ella siempre mantenía esa sonrisa grande que mostraba lo que ella no podía decir.

— Oh, ChaeYoung, lo siento mucho, mucho, mucho, en serio. Sana está loca, y Momo no sé cómo logra controlarla. Siento que hayas tenido que presenciar ese mal entendido.

La pequeña sonrió, sacudiendo sus manos a modo de decirle que no le importaba aquello.

— ¡Te las presento! — iba a mover la cámara pero Chaeng empezó a negar, sonrojada y algo cansada. — ¿No quieres? — comentó en voz alta para que las dos distraídas chicas escucharan y no molestaran de nuevo en la videollamada.

“No quiero...aún. Prefiero estar sola contigo...quiero que me cuentes cómo te ha ido. ¿Lo haces unnie?”

De pronto estaba segura que por sus ojos saldrían lágrimas de la emoción. Por favor Mina, aguanta. Se dijo a si misma, caminando por el departamento hasta conseguir una área solitaria para las dos.

— Antes de empezar...debo admitir que extrañe tu silencio...

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Speechless『MiChaeng』#エDonde viven las historias. Descúbrelo ahora