La bella y la bestia/ Bucky Barnes

23. Words.

Mis ojos están pesados. Me duele todo el cuerpo. Siento frío, y me arden algunas partes de las piernas y brazos.

Por fin abro mis párpados. Pero no entiendo en donde estoy.

Estoy tendida en un piso de metal, dentro de una especie de caja de vidrio.

¿Qué demonios pasó?

Los recuerdos empiezan a venir, Elijah... Klaus... la explosión.

No... no... ¡HYDRA!

-Amor tranquila. -Escucho la voz de Bucky.

Eso me hace levantar rápido, y lo veo junto a mi. Corro hacia él pero me topo con el vidrio.

-James... -Digo empezando a llorar.

-Tranquila Jenn. -Dice serio.

También tiene quemaduras.

-Baiser/Joder. -Digo pegándole al vidrio.

-Jennifer... tranquila. -Dice con voz firme.

Caigo de rodillas, mientras sigo llorando.

-Désolé, désolé, amour. Tout cela est de ma faute. Tu m'as dit que nous ne devrions pas venir./ Perdón, perdón amor. Todo esto es mi culpa. Me dijiste que no debíamos venir.

-Facile petit, ce n'est pas ta faute/ Tranquila pequeña, esto no es tu culpa. -Dice respondiéndome en mi idioma natal.

-¡Lo es! -Le grito.

-Quiero que te tranquilices, no lograremos nada con esto. -Dice arrodillándose enfrente de mi.

Algunas personas creerían que me hablo pesado, pero con la dulzura de su voz. Me hace relajarme.

-Creo que ya tengo una idea de lo que hará HYDRA. -Dice serio. -Así que pon... mucha atención. Recuerda nuestros entrenamientos, te servirán hoy.

¿Habla de los últimos? ¿En donde James me enseñó a anularlo?

-Pero... -Digo no del todo convencida.

-Nada de peros... Recuerda, metal dos segundos del derecho. -Si, golpea con su brazo biónico, tengo dos segundos para cubrirme del humano.

Se escuchan unos pasos y algunas voces, fuera de la habitación.

-Promets-moi, quelles que soient les atrocités que tu commettes ... Tu continueras à m'aimer./ Prométeme, que sin importar las atrocidades que cometa... Me seguirás amando. -Dice viéndome fijamente a los ojos.

-Je promets James./ Lo prometo James. -Digo ya más tranquila.

-Je t'aime/ Te amo.

-Je t'aime/ Te amo. -Respondo.

Entran unos hombres e inmediatamente James se pone rígido.

-El jefe... no pudo venir, es una lástima. -Dice un hombre al frente.

-Dile que se vaya al carajo. -Digo con rabia.