El Primer Amor

8. Caminos separados

Devastado, devastado por todo lo que ocurrió en siquiera 5 minutos, todo había quedado en claro que nuestro amor, las ganas de seguir intentándolo se habían ido a la basura, junto a otras cosas más, no paraba de llorar, necesitaba a alguien aquí conmigo, Cathy estaba en un taller de fotografía y la necesitaba ya mismo.

Tenía que ser fuerte, tenía tanta impotencia que no bajé a cenar y me quedé ahi tirado, me cansé de tanto llorar, que hasta me quedé dormido.

—Cariño, ¿que tienes?, ¿estás bien?

—Mamá déjame, déjalo.

—Hijo, tu sabes que cuentas con todo mi apoyo, cuando quieras hablar bajas, estaré ahí para ti.

—Gracias Mamá...

Mi madre ya sabía lo que estaba pasando, bueno hasta el momento sólo ella sabía sobre la ruptura.

Luego de que mi mamá me interrumpiera el sueño, no pude volver a dormir, me movía una y otra vez, de un lado a otro, todavía no oscurecia así que me levanté y me puse un poleron bien ancho, también unas tenis y mi típico pantalón negro.

Me vi al espejo y estaba echo un desastre, me lavé la cara y salí.

El atardecer rojizo estaba muy lindo, pero solo me centré en ir escuchando mis canciones más tristes y no pensar en nada...

Por suerte la cafetería a la que iba quedaba cerca de mi casa, recuerdo que cada tarde después del colegio pasábamos a aquella cafetería.

—Buenas Tardes, ¿Cuál es su pedido?

—Quiero un Frappuccino de caramelo

—Grande, Alto o Venti?

—Venti, por favor.

—¿Cuál es tu nombre?

—Jaime...

Mientras estaba listo mi Frappuccino me senté a ver mis mensajes de texto, hace rato que no los veia, no había nada interesante.

Mi café estaba listo, me senté denuevo para beberlo y me puse a pensar que ahora todo sería diferente.

Mientras iba a botar el vaso, me despisté y choqué con un chico...

—¡Oh! Lo siento, deverdad fui yo el culpable...

—Está bien, ambos tuvimos la culpa, no te preocupes.

—Toma tu móvil. Sonreí.

—Gracias. Sonrió

Wow yo de verdad jamás había visto a este chico, su sonrisa era tan jodidamente encantadora, su pelo, sus ojos, todo era encantador, no tenía ni idea de cómo se llamaba.

Sólo se que cuando levanté mi cabeza el ya se había ido...