16. La carta

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En mi mente surgieron muchas preguntas, una carta de Marco? por qué ahora? que dirá? aún no podía abrirla ya que por respeto a mi tía no saldría corriendo a leerla sin haber tocado la cena que había hecho.

Me echaba grandes cantidades de comida a la boca para terminar luego, mientras comía pensaba muchas cosas malas, ¿qué pasa si se había ido? no podía dejar que esto se quede así, terminé mi comida y me quedé un rato más en la mesa.

—¿Hace cuánto llego la carta? -Pregunté

—Me di cuenta de que estaba en la puerta cuando saqué a la gata para que haga sus necesidades, estaba en él tapete. -contestó mi tía.

—Vió a alguien venir a dejarla?

—No, a nadie. -respondió.

Mi corazón por un momento se detuvo, revisé mi teléfono y Marco aún no veía los mensajes que le había enviado cuando salí del trabajo ni mucho menos lo que le escribí cuando respondí la historia.

—Jaime para que estes más tranquilo puedes retirarte de la mesa e ir a leer la carta tranquilamente. -dijo mi tía tomándome de la mano.

Muchas gracias tía, la amo. -respondí y corrí a mi habitación.

Abrí la carta como un desesperado respiré profundamente y leí:

"hola... ya debes tener la carta en tus manos, es momento de que bajes por tu patio y te pases al mío, te estaré esperando, puedes arreglarte si quieres, pero no te bañes porque quiero oler todo ese aroma a mocha que llevas impregnado, nos vemos, te amo."

Marco.

Al terminar de leer puse una cara de alivio y de conformidad, estaba tan asustado ya que me imaginé que en esa carta pudo haber hasta un adiós o un final, pero no, no fue así, mi Marco era diferente.

Me miré al espejo y sonreí, puse música a todo volumen y comencé a escoger qué ropa podría ocupar para la ocasión, si me pide matrimonio podría vestir de esmoquin -pensé- aunque lo dudo mucho, seguí buscando. Me sentía como Anne Hathaway en la película "el diablo viste a la moda" tenía tantos outfits por combinar, pero a la vez no sabia con que ir... Soy un desastre.

Finalmente encontré el indicado, un pantalón de color y una camisa, hace mucho no usaba uno... Mi trasero me lo agradecería ya que debajo de tanto jogger ahora por fin lo podría lucir (salvo cuando ambos estamos desnudos).

Me vi al espejo con el resultado final y wow, ni yo mismo me reconocía, algo en mi mente me decía que Marco estaría semi formal igual que yo, instinto de novios creo yo.

*Toc Toc*

Se asoma un calmado Aaron por la puerta.

—Pero que guapísimo!, venía a dejarte esto. -dijo Aaron pasándome otro sobre.

—Muchas gracias. -respondí

Otro carta más? -dije en mi cabeza mientras recibía la carta.

Esto ya se me estaba haciendo muy extraño, pero mi instinto dice que algo malo no es, abrí el segundo sobre y decía:

"Pero qué guapo te ves, no tardes mucho, el atardecer no puede esperar, besos"

Marco.

Me di unos toques finales, me peiné un poco, agarre un poleron y salí de mi habitación muy rápido, mi gata fue testigo de todo, ya me imagino todo lo que ha de estar diciendo de mí en su mente.

El Primer AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora