* SARANGHAEYO * capitulo - 1

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      La culpa había sido suya, sólo suya  y de nadie más. Pero  simplemente había sido imposible no acostumbrarse a Aron, con todas esas muestras de cariño excesivo sólo propias de un extranjero.  Al principio se había resistido, no había querido corresponder, pero ante tanto abrazo, y besos mandados al aire, adjuntos con su primera palabra aprendida en coreano cada cinco minutos: “Sarangahe,”  había sido imposible no ceder.  Los primeros meses Minhyun  había intentado aprender algo de su idioma para quitárselo de encima, ya había perdido la cuenta de cuantas veces le había dicho: “Don't  Touch me”  pero Aron parecía ofendido los primeros cinco segundos, y después volvía a echársele encima.  Y ante eso, después del primer año ya había caído.  Indiscutiblemente se había enamorado.

     Aquella sonrisa boba se había apoderado de sus labios, y los pensamientos raros se habían estancado en su cabeza.  A veces miraba a Aron detenidamente, hasta que  el estadounidense se daba cuenta y le pasaba un brazo por los hombros, en ese momento creía que a Aron le faltaba muy poco para pedirle que salieran… pensando en eso, se le formó un  conflicto interno que le duró muy poco, una semana tal vez., se había preguntado a si mismo si quería salir con un hombre,  después recapacitó y se dio cuenta que Aron no era cualquier hombre, era su hyung y compañero de banda, eso facilitaba las cosas, nadie tendría por que enterarse, pero de lo contrario, guardarían el secreto por el bien del grupo. Así que estaba a salvo, no había nada que temer.

     Constantemente Minhyun  sentía el pecho oprimido de felicidad, y sonreía todo el día, cuando Aron hacía ademanes de querer besarlo, y él imaginaba sus labios suaves…  cuando descaradamente le decía “Sarangahe” a la cara y sin tapujos,  él era feliz.

      Ya había pasado un buen tiempo, y estaba totalmente decidido, a que si Aron no daba el primer paso, él tendría que hacerlo, pues estaba consiente que no podría reprimirse por demasiado tiempo más, la constante opresión en el pecho ya le hacia difícil comenzar cualquier razonamiento.  Había planeado todo, para él no podía haber una época más romántica que navidad., todas esas luces iluminando de color la oscuridad, toda la gente de buen humor, la buena comida, el sentimiento de paz a flor de piel, y… todo ese frío para poder abrazarse. Aron estaría sólo en corea, era costoso viajar a Estados Unidos, y además no tenían demasiados días libres, así que para Minhyun era la oportunidad de oro que había estado esperando. “Ven a mi casa hyung, dormirás en mi antiguo cuarto y cenaremos comida rica”, Aron había aceptado sin dudar, y el corazón de Minhyun había dado un vuelco de felicidad.

     La madre de Minhyun no podía haber estado más feliz, le encantaba tener a Aron en la casa, constantemente decía que adoraba tener chicos guapos  de invitados para la cena de fin de año, y además tan educados. Minhyun se sentía como  si su madre lo aceptara, como si le estuviera dando un permiso silencioso para salir con él,  debajo de la cama tenía un regalo para Aron: un  reloj plateado, que no era de marca y que tampoco le había costado demasiado dinero… sabía que era un regalo no muy fino, pero en el momento que le  había visto, pensó que se vería muy bien en la muñeca de Aron. Ese reloj se lo daría al final de la noche, cuando se le confesara, cuando le dijera por fin que quería besarlo de verdad, ya no sólo besos al aire, cuando le demostrara que tan suave podía llegar a ser su cuerpo cuando se abrazaran, además, Susurrarle ese “sarangahe” de vuelta…  podía imaginarse el rostro de Aron cuando le dijera esa palabra que encerraba muchas cosas, incluso ya tenia la frase galanezca preparada  en una nota…  “Sarangahe, me lo has  dicho tantas veces… al principio aquello me sonó tan lejano, y quería callarte, pero ahora  lo único que quiero es escucharlo otra vez, y otra… tantas veces como quieras decírmelo. Y también quiero decírtelo de vuelta. Aron, sarangahe”.

* SARANGHAEYO *  MinRonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora