One Shots. «Teen Wolf» COMPLETA

Imagina 3. Scott McCall.

"Imagina que eres una mujer alfa que lleva a su manada hasta Beacon Hills en busca de nuevos betas"

Contenido sexual; No.

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Y de nuevo estoy huyendo.

Donde sea que haya ido, donde sea que haya estado, los cazadores han estado pisándome los talones a mí y a mi manada.

Soy un gran objetivo para ellos por lo que me ocupo de buscar a betas para mi propia manada, sino no podría hacerles frente. Cada miembro de mi manda es alguien que no tuvo una oportunidad de vivir; padres abusivos, huérfanos... Sé que ahora no les estoy ofreciendo la mejor vida pero ellos están conformes sabiendo por lo que podrían estar pasando.

Hace poco perdí a una de mis betas, una a la que le tenía especial aprecio, llamada Epsilon. Ella era una buena guerrera, una gran luchadora que nos defendía de cazadores e incluso de otros hombres lobo. Murió por una bala envenenada de acónito, ni siquiera pude hacer nada... la ayuda estaba demasiado lejos.

Por eso he venido a Beacon Hills, necesito recuperar ese miembro para la manada.

Beacon Hills High parece una escuela llena de vida, esperemos que los seres sobrenaturales también lo sean. Me he inscrito junto a las que llamé mis hermanas por no poder referirme a ellas como Gammas; estas mantienen el orden dentro de mi manada cuando no estoy.

- Es increíble la cantidad de olores que hay...- digo tras entrar a la cafetería. - No puedo creer que haya tantas criaturas sobrenaturales aquí.-

- Como Monster High.-

Miro de reojo a una de ellas sin llegarle a contestar. Muy graciosa. De repente me detengo al captar el aroma de un joven coyote.

Alguien que tenga cercanía con la inhumanidad y el salvajismo me vendría bien tras la pérdida de Epsilon. Recorro con los ojos todo el salón, fijándome atentamente en cada uno de los estudiantes hasta que una de mis Gammas toca mi hombro; antes de que pueda preguntar su necesidad, me señala una chica sentada en una mesa aparte. Sola. Esta, enterrada en un libro de matemáticas y masticando con la boca abierta. Sin duda es ella.

- Hola.- saludo animadamente tras sentarme en la misma mesa que ella. -¿Cuál es tu nombre?-

Entonces ella me mira fijamente, frunce el ceño cuando capta el olor que emana de mí y retrocede al ver a las Gammas a mis espaldas. Aunque probablemente sean ellas quien debe de temer a esta joven coyote.

- Ehm, Malia.- responde, arrugando la cara con disgusto.

Me limito a sonreír tras la respuesta para después recoger la manzana que tiene sobre la mesa.

- Entonces, Malia...- comienzo a hablar haciendo caso omiso de su mirada mientras tomo un bocado de la manzana. -¿Cómo es que una joven coyote, como tú, está aquí sola?-

- No estoy sola.- contesta con cierta burla pero antes de permitirme seguir, escucho un gruñido cercano.

Entonces rompo el contacto visual con esta, tan solo para ver a un grupo de personas paradas tras la mochila de la chica. Más cerca de esta se encuentra un chico de cabello oscuro, ligeramente bronceado y sus ojos marrones profundos.

-¿Quién eres?- pregunta cuando chocamos las miradas.

- No es de tu incumbencia ¿Quién eres tú?- pregunto poniéndome de pie junto a mis acompañantes.