La Tierra De Los Perdidos

Capitulo 1: Dulces Sueños.

"¿La vida realmente es cruel o es todo un espejismo?"

La poca brisa que entra por la ventana desordena mi cabello mientras dejo que mi vista se pierda en el infinito hasta que por un momento siento que alguien me sonríe, me levanto sobresaltado de mi puesto sin saber que era eso.

Profesora Doroty : Señor Ángel, ¿Se encuentra bien?

Antes de poder responder la campana suena indicando que es hora del descanso, salgo de prisa intentado perderme entre la multitud y así no ser detenido, ni yo mismo podía explicar lo que me pasaba, me empujan algunos compañeros a propósito sin embargo no quiero quedarme en el salón, no me siento bien para dar excusas.

Llego a la cafetería y compro un jugo, enseguida lo compro me escondo en uno de los baños para chicos y así poder tomar mi jugo "en paz".

Mía: Al menos pudiste esconderte en el de hombres.

Ángel: Mía...

El miedo se apoderó de mí, seguro otro chico de mi edad a los 17 años no le temiese a una chica tan pequeña como ella, pero ella es el diablo, un diablo en forma de mujer.

Mía: He visto como me miras... Deja que yo entre y te dejaré ver que se esconde en mi ropa, sé que quieres estar dentro de mí... Como todos.

Sin poder verla, aun con una puerta entre nosotros impidiendo vernos sabía que sonreía, sonreía de tal forma que el mundo se caería a sus pies para que deje de sonreír. Su sonrisa es el fuego del infierno, es maldad pura.

Ángel: Mentirosa...

Mía: Te ordeno que abras la puerta o le diré a Natán que intentaste sobrepasarte conmigo.

Sin pensarlo 2 veces obedecí con miedo, sabía que abrirla seria mi condena pero no abrirla también lo sería, ella entro y se empezó a desabotonarse la camisa como cuando un tigre saca sus garras para atrapar a su presa, eso hacía, dejando ver piel que ante mis ojos siempre estuvo oculta por aquellas prendas, el timbre sonó y el descanso acabó sin embargo estaba atrapado por la seducción y el terror femenino.

Natán: ¡Maldito!

Entonces sentí el verdadero miedo y comprendí todo, me tendieron una trampa, una excusa para golpearme y burlarse de mí, aunque no necesitaban eso pero para ellos era mas divertido montar una escena no?

Natán: ¿De verdad crees que ella se acostaría contigo?

Mía: Ni si quiera está erecto, ¡es un insulto para mi!

Natán: Eres un puto marica, corre antes de que te alcance y te cuelgue de tus huevitos.

Corrí como nunca había corrido intentado buscar un lugar donde esconderme.

Los pasillos se encontraban solos y con lo único que me encontré luego de correr un rato fue con unos ojos miel que me miraban con odio, el dueño de aquellos ojos me golpeó noqueándome.

Me atraparon...

"Los verdaderos monstruos nacen de dolor y sufrimiento".

Diego, él es mi primo, un chico fuerte y de cabellera algo larga, sus ojos miel son amenzantes, es como un leopardo, es rápido, quien en sólo un ataqué te matará. Me golpeó haciendo que yo caíga al piso, cuando reaccione Natán y Mía ya se encontraban en aquel lugar, ahora estaba acorralado, soy la presa y ellos mis depredadores.

Ángel: ¿Qué les hice? ¿Por qué me hacen esto?

Ellos se rieron de mi. Yo ya estoy cansado, todos los días de mi vida quienes eran mis amigos son los que mas me lastiman.

Diego: Maldito maricón.

Natán me levantó del piso por el cabello jalandolo con fuerza y causando un gran dolor en mi cabeza mientras que Diego empezó a golpearme en el estómago haciendo que yo cayera al piso adolorido.

Hace años Natán era mi mejor amigo.
Hace años Diego era mi primo preferido.
Hace años Mía fue mi primera y única novia.

Desde hace años todo eso cambio...

Esta vez quise ver las cosas desde otro punto de vista, muchas veces la vi de una forma en la cual ellos volverían a ser los mismos de antes conmigo pero hoy lo veo de tal forma en que nunca va a pasar y en lo ciego que estuve por no defenderme, por dejarme maltratar de ellos todos estos años, por creer que un día me pedirían perdón, los perdonaría y volveríamos a ser los de antes.

Ángel: ¿Por qué me hacen sufrir? Yo los amo y ustedes me lastiman, esto duele...

Limpie la sangre que salía de mi boca por aquel primer puño de Diego mientras ellos se reían de mi diciendo que yo era un maldito maricón sentimental.

Me levante entre lágrimas tambaleando y me acerqué a Natán quien se veía sorprendido, le lance un puño con toda la fuerza contenida en mi corazón y me aleje esperando su reacción que seguramente no será buena.

Efectivamente el se enojo y me empujó...

Empecé a caer sin entender como fue que todos ellos terminaron por odiarme, como todos ellos a quienes amaba me lastiman ahora, el impacto con el piso me causó un gran dolor que nunca antes sentí, cerré mis ojos y deje que aquel dolor me consumiera. Ya no quiero vivir.

Aquella sonrisa que vi... Está sonriendo... Y yo a ella.

Próximo capítulo: Dulce Despertar.
Actualizo el 23 de marzo, 2018.