Epílogo.

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Custodia realmente llamada desde su nacimiento Lilith se queda al lado de Ángel cuidándolo, con las lágrimas en sus ojos queriéndose salir pero conteniendolas al saber que ya no estarán juntos pero algo extraño sucede.

Luego de que el despierte por ser sedado llega un doctor entregándole un regalo, algo de alguien que se alegra de que haya despertado, toda su familia estaba feliz de su regreso, él estaba confundido por lo cual aun no recibía las visitas.

Él abrió aquél obsequio encontrando fotos de una extraña chica al lado de él, el vestía un traje anticuado y aquella chica un largo vestido pero su rostro... ¿por qué su rostro estaba borroso en todas las fotos? El empezó a desesperarse confundiéndose más y estalló al encontrar un extraño anillo con un corazón y una media luna brillante encima de este, en las fotos ambos tenían el mismo anillo.

Pero...

¿Quién es ella?

Ángel no aguantó y huyo de aquella habitación que parecía asfixiarle y sin darse cuenta sus pies lo llevaron a la azotea.

¿Por qué sentía este lugar tan conocido?

¿Quién es esa chica?

¿Por qué cree necesitar verla? 

Tal vez fue un sueño, pero siente que si muere volverá a él y se lanza al precipicio.

Custodia intenta agarrarlo en vano abrazándolo y cayendo junto con él, mientras sus lágrimas suben ella baja, ellos bajan, no podrá salvarlo, aquella muerte, la parca. Aquélla esta allí esperando a que caiga para arrebatarle la vida a su amado. Así no es que debería ser, ella lo quiere con vida, los muertos suelen ser fríos, ella quiere que él sea feliz.

Custodia: ¡¡¡No lo mates!!! Él aun debe vivir, su vida no se acaba aquí. Se supone que no debe morir aun... ¡Por favor!

Ella recuerda que la última vez que rogó fue cuando murió, ella odia rogar.

Parca: No puedo hacer nada, él mismo se lanzo.

Custodia: Por favor...

Las lágrimas fueron más intensas y la parca pareció apiadarse de la jóvenes y peculiar chica devolviendo el tiempo unos segundos atrás haciendo que una enfermera llegue al lugar deteniendo al chico.

Parca: Esto no es un favor, lo pagarás y muy caro.

La muerte es quien se lleva nuestras almas de este mundo. Sin embargo, lastimosamente para muchos, ella tiene el poder de pasear y jugar con las almas a su antojo. Es su venganza por todas las veces que jugaron con ella y la tentaron.

Aquella puede jugar contigo por la eternidad. Pues según palabras bíblicas "morir es como un sueño" y con ella ese sueño puede ser una pesadilla...

La Tierra De Los Perdidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora