Capítulo 9: El monstruos debajo de la cama II

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"La dulce inocencia es la atracción preferida de lo más mundano"

Me lanzo encima de Custodia alejándola de Mía y tirando aquélla daga lejos de Custodia.

Custodia: ¿Por qué debería dejar que viva?

La miro molesto sin saber que responder.

Custodia: ¿Por qué? No hay razón alguna, sin embargo, podrías tocarla más, besala, entra en ella y hazle todo lo que has imaginado hacerle mientras te tocas.

Custodia sonríe con aquellos filosos dientes haciendo que le tema.

Ángel: Eso... Eso... ¡No es cierto!

Custodia: No puedes mentir, sé que imaginabas  hacerle el amor mientras Natán los veía. Una linda venganza para alguien que te quitó a su novia, ¿O prefieres que la mate y hacer necrofilia? Mmm... Sería una atractiva fantasía que puedo cumplirte.

Muerdo mi labio con fuerza tratando de no llorar pero sobre todo de no caer en la tentación. Todo lo que dice es cierto. Natán y Mía son novios, ella era mía, yo la amaba y él me la robó.

Custodia: Ella es linda, tiene lindos labios, es tierna y dulce, verdaderamente una belleza. Mira sus lindos labios rosados, parecen de muñeca ¿Por qué no la besas y la castigas por todo el daño que te hizo?

Custodia se acerca a Mía cariciandole los labios con sus dedos.

Ángel: Eso no estaría bien...

Agacho la cabeza resignado, en el fondo si quiero besarla.

Custodia: Bien, tu te lo pierdes.

Custodia acerca su rostro al de Mía y entonces me enfurezco sintiendo un gran fuego en mi interior quemarme. Desmoronar mi cordura y hacerme actuar. Corro hacia donde Custodia empujándola muy fuerte abrazando a Mía.

Mía se siente muy fría.

Custodia: Lo que le robo aquél ser fue lo que compone a todos. La energía, su vida, acá en este plano la energía de seres vivos te da fuerza, te hace poder mostrar tu presencia, pero no solo con energía de vivo, también usando la energía de objetos.

Ángel: ¿Qué era ese ser?

Custodia: Era un alma pérdida que se corrompió con la energía de los vivos. Si un vivo ríe tiene energía buena, si un vivo es malo emana energía mala, o si un alma se excede y su avaricia es mas y toma mas poder del que debía se corromperá.

Ángel: Insinuas ¿qué los vivos somos el alimento de los muertos?

Custodia: Un vivo puede vivir toda su vida sin que un alma lo toque y le robe su vitalidad, un alma puede vivir sin eso. Pero la vida atrae y las almas se sienten mejor con esa energía, con esa vida, con esa fuerza. Un alma con poca energía es débil, pero buena.

Miro a Mía que ahora se ve algo morada como si no pudiese respirar, le brindo los primeros auxilios con desesperación tratando de comprender lo que me dijo Custodia.

La piel de Mía se empieza a tornar negra, su padre se asoma por la puerta y la cierra a los pocos segundos con tranquilidad.

Ángel: ¿Qué le pasa a Mía? ¿Por qué no se dio cuenta de estas manchas? ¿Qué es esto?

Custodia: Este ser no solo le roba energía, él tiene tanta energía como para poseer y eso hace, la mata para ocupar su lugar.

Custodia: Este ser no solo le roba energía, él tiene tanta energía como para poseer y eso hace, la mata para ocupar su lugar

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Ángel: ¡¡¿Queeee?!! ¡Salvala! Por favor tienes que salvarla.

Custodia: ¿Por qué debería salvarla? Ella no merece vivir, tu mismo lo pensaste.

Ángel: Sé que Mía no merece vivir, sé que ella ha sido mala, jugó con mi corazón y no sé porque me cambio por mi mejor amigo, no sé porque ella si puede estar con él y a mi él me alejó a golpes, no se nada. Pero no quiero saberlo si ella es un fantasma

Tomo las frías manos de Custodia mirándola fijamente a esos vacíos ojos mientras lloro desesperadamente.

Ángel: Salva a Mía, porque sé que a pesar de todo ella me hizo feliz me hizo saber que es el amor y yo debo superar su traición, yo ya no amo a Mía, ya te perdoné Mía.

Custodia sonríe pero esta vez su sonría es humana, me quita mis manos bruscamente de las suyas y toma la daga acercándose a Mía.

Custodia: Soy Custodia, guardiana de almas y está es la daga de la purificación y este es el aliento de vida que el creador dio sobre nosotros.

Ella se acerca a mía soplando un aire en su boca un aire blanquecino muy blanco el cual hace que Mía vuelva a respirar con normalidad. Luego apunta con su daga hacia el pecho de Mía.

Custodia: ¿Seguro qué quiera esto?

Ángel: Si, adelante.

El miedo me invade, no sé si eso funcionará o es una trampa para matarla, tengo miedo, miedo de que Mía muera, pero confiaré en Custodia.

Custodia la apuñala pero de la herida no sale sangre tan solo su cuerpo empieza a tornarse mejor.

Custodia: Eres un llorón, haces un drama y no me dejaste trabajar con rapidez. Aquel monstruo está encerrado acá -me muestra el recipiente- pero alcanzó a poner la semilla en Mía para poseerla, Mía ya está bien. Pero aun debo purificar está alma.

Miro el recipiente con mucha curiosidad, se ve como un espeso y asqueroso líquido negro, Custodia sale por la ventana manteniéndose de pie en el aire caminando lejos de mi.


Desconocida: Lo que verás es divertido y único.

Su... Voz... Tengo miedo ¿Es una guardián?

Custodia ya está lejos, no quiero que me saquen los ojos. Ayuda.

Desconocida: Mi pequeño.

Próximo capítulo: La danza de un ser insensible.

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