Capítulo 7: El preferido.

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Mi hermano es menor que yo, nos llevamos 4 años de diferencia. Los primeros años de mi vida fueron los mas felices, solo eramos mamá, papá y yo, los 3. Eramos un todo.

Pero nació mi hermano y no nació normal, eso entristeció a mis padres pero ellos no dudaron en darle todo el amor que alguna vez a mi me dieron...

Los juegos se acabaron con ellos ya que debían cuidar de tiempo completo de aquel bebe con problemas. Llevarlo al médico, sacar citas, darle cuidados especiales. Todo era él y yo... Pase a segundo plano. Me dolía ver a mis padres pelear por falta de dinero, ver a mi padre trabajar mas para sobrellevar los gastos, ver a mi madre no descansar nada por cuidarlo.

Ángel: ¡¿Cómo es posible qué él pueda verme?!

Pregunte algo irritado mirando hacia atrás dándome cuenta que Custodia había desaparecido, me sentía molesto, estaba enojada sin poder explicar el porqué.

Luis: ¿No te alegra verme?

El agacha la cabeza aun sonriendo, se veía muy feliz, muy feliz y eso no me gustaba. Era la primera vez que hablaba bien.

Ángel: No es eso... Aquí... Yo... ¿Qué haces aquí?

Le dije irritadamente.

Luis: ¿Tu guardián no te lo dijo? Por cierto ¿Quién es tu guardián?

El seguía con su sonrisa en aquellos labios que siempre estaban llenos de baba, y torcidos, aprieto mis dientes. ¿Cómo es posible que este ser me quitará mi hogar?

Lo miro con total confusión tratando de soltarme de su abrazo pero fue en vano, por alguna razón él tiene mucha fuerza.

Ángel: ¿Cómo sabes de eso?

Custodia: Los humanos como él pueden ver mas allá que un mundano como tú.

Luis: ¡¡¡CUSTODIA!!! ¡Que felicidad verte y saber que eres la guardiana de mi hermano, ¡me alivia mucho!

Él rápidamente me suelta para abrazar a la pequeña niña la cual no lo aparta ni corresponde al abrazo, manteniendo su mirada seca y fría.

Custodia: Y yo que pensé que él mas llorón de ustedes 2 era Ángel.

Luis: Pero ¿Porqué dices eso? Yo no estoy llorando, ¡estoy muy muy muy feliz!

Al oír eso apreté mis manos en forma de puño con ganas de golpearlo.

Ángel: Alguien me explica ¿Qué pasa aquí?

Ya me estoy enojando de verdad, no logro comprender nada, ni de como regresar a la vida, ni de lo de las guardianas, ni los dignos de ver, no comprendo nada!

Custodia: Bien te explicaré... No solo este plano es para aquellos humanos que se debaten entre la vida y la muerte... El creador no es cruel con aquellos con discapacidades, lo que no tienen o no pueden hacer allá lo hacen acá. Acá son libres, los parapléjicos, los que tienen síndromes, los "vegetales" y muchos mas pueden, pero no pueden quedarse por mucho tiempo ni intervenir en los juicios.

Ángel: Así que mi hermano es libre aquí...

Tuvo doble premio...  Una gran familia y un mundo paralelo completamente para él.

Custodia: Entre mas discapacidad, mas problema y mas dormidos estén mas en este mundo estarán... Algunos se pierden y nunca despiertan, allí están los famosos "vegetales", son almas perdidas que nunca encontraran el regreso a su cuerpo... Los que despierten no podrán recordar nada de esta tierra.

Caí vencido por toda la información, mi corazón se siente roto, no logro alcanzar los pedazos ¿por qué soy tan infeliz? ¿Por qué él es el preferido? ¿Por qué no vuelve a ser todo como antes?

Luis: Y esa es toda la explicación, Custodia, dejanos solos, por favor.

Custodia sale sin decir nada.

Luis: Te quiero hermano.

Ángel: Yo... No te quiero.

Luis: Lo sé.

Él no quitó esa estúpida sonrisa ni un solo segundo.

Ángel: ¡Te odio!... ¡¡¡ODIO QUE SEAS EL PREFERIDO!!!.

Luis: Lo sé y quisiera... Quisiera haber nacido normal, no sabes cuantas veces quise jugar contigo y tu amigo, me desesperaba y le jalaba el cabello a mamá por querer jugar, quería correr, veo en tus ojos envidia... Yo en este lugar tan solo me he sentado al lado tuyo mientras dormías, cuidaba de tus sueños, de tus pesadillas.

Ángel: ¿Ahora me vas a decir que te debo eso?

Él empezó a llorar pero eso no me conmovía, por su culpa mamá se ha desgastado todos estos años cuidándolo.

Luis: Hermano, ya casi amanece y mamá me despertará para hacer ejercicio y todas esas cosas que mi cuerpo necesita, pero antes de irme quiero decirte que si despiertas quiero que le digas a mamá que cuando me lleve al parque me siente en el sol al lado del lago, quiero sentir mis pies en la orilla, se siente muy bien! Pero quiero sentirlo y no olvidarlo...

Él sonrió generosamente como si yo lo quisiera hacer.

Ángel: Y ¿porqué crees que lo haría? ¿EH?

Luis: No lo sé... Yo al menos no obligo a mamá ni a papá a que me cuiden... Ellos lo hacen porque me aman, yo moriré en un año, Custodia me lo dijo, ella es mi mejor amiga, ella lo sabe todo, cuidala ¿si? Se que puede parecer dura, pero es humana.

Yo empiezo a tocer sin entender porque dijo todo eso de esa pequeña niña demoníaca.
Él empezó a caminar hacia la puerta empezando a desaparecer.

Ángel: ¿Hermano? ¿Qué te pasa?

Luis: Estoy despertando... Y oye no seas egoísta, no sólo tu sufres.

Por mi mente empezaron a pasar un centenar de recuerdos de él y mío, cuando nació dormimos papá, mamá, él y yo, recuerdo que el se aferro de mi dedo meñique toda la noche, para mi fue nuevo y me sentí feliz. Sentí que todo iba a ser perfecto, cuando le quite mi dedo él lloro y lloró recuerdo que le hacia caras para hacerlo reír... ¿Mis momentos felices son estos? ¿Por qué estoy llorando? ¿Por qué imaginar una vida sin esos recuerdos duele? ¿Por que los olvide?... No debí ser tan egoísta.

Dentro de mi pecho empecé a sentir punzadas de dolor, las imágenes de Natán sufriendo y de las bromas que le cause a mi hermano pasan por mi mente haciéndome sentir culpable, sentía la necesidad irremediable de ser fuerte ante él, de no quebrarme, de no llorar y abrazarlo pero no quería que desapareciera, quería abrazarlo.

"Mamá: tu eres el hermano mayor. Cuidalo"

Y lo abracé.

Ángel: ¿Me perdonas? Perdoname por pegarte, por hacerte maldades, por jalarte el cabello cuando no te comprendía, por alimentarte mal, por ponerme celoso, yo te amo hermano.

Luis: Lo sé...

Y desapareció.

Ángel: Te prometo que volveré y te haré feliz a ti y a Natán. Seré un buen hermano.

Dije sonriendo mientras Custodia me veía, ella me ofreció su mano y yo la tome, el juicio debe continuar.

Ella es linda, debo cuidarla.

¡¡¡Joder en que estoy pensando!!!

Próximo capítulo:  El monstruo debajo de la cama.

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