¿Vienes Conmigo? (MiChaeng + Momo)

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Su salida consistía en un portón gigantesco.

"Redemption"

Rezaba el letrero fabricado en su totalidad con luces neón en la parte superior, iluminando escandalosamente el barrio entero, quitándole la poca paz que le quedaba a los vecinos.

Bien, técnicamente era una entrada, y no era la mejor.

Pero cuando fijó la mirada en sus pies y hasta donde estos la habían arrastrado, notó que estaba muy lejos de casa, y extrañamente cerca de aquel sitio que conocía de pasada.

No era una adepta de las fiestas, sin embargo, lo que menos necesitaba en ese instante era refugiarse entre las cuatro paredes asfixiantes de su habitación.

Una habitación que había compartido con la causante de sus desgracias.

De su auto compasión y su risa forzada, para ocultar el llanto.

No quería llorar más.

Lloraba cuando súbitamente la perdía.

Lloraba cuando no podía entenderla.

Lloraba cuando se frustraba en sus constantes desacuerdos.

Y lloraba porque, a pesar de lo malnacida que podía llegar a ser ese metro y sesenta centímetros de existencia, sabía también cómo hacerla extraordinaria y fugazmente feliz.

Era su don.

La maldición que la sometió por completo.
.........

Su salida aquella noche adoptó múltiples formas, tamaños, sabores, olores...

A veces eran labios carmesíes quienes hacían gustosos, contacto, y después labios oscuros el recipiente de su ansiedad, el borde de una botella de cerveza que se llevaba con sorna a la boca.

Como si estuviera llevando a cabo una hazaña.

Como si ella pudiera verla ahí, desaliñada y orgullosa de aquello en lo que se había convertido.

De aquello en lo que ella la convirtió.