Me besaste y yo estaba ebria. Supongo que así no cuenta.
Te pregunté por qué fumabas y me dijiste que no sabías la respuesta, no sé por qué eso me pareció sensato pero me hizo pedirte un cigarrillo. Lo hiciste parecer tan sencillo, es más, desde que llegaste creí que harías mi vida más sencilla. Amo el humo saliendo de tu boca.
Me hiciste feliz, me hiciste volar, pusiste diamantes en mis ojos. Eras algo, algo que creí que valía la pena, algo diferente que había tardado mucho en llegar.
Creí que estaría bien darte mi amor y atención, dios mío, no tenía idea de lo equivocada que estaba. O quizás sí sabía que estaba mal, sólo que decidí ignorarlo por un largo tiempo.
Perdí todo lo que tenía gracias a ti y toda la mierda que vienes arrastrando. Equipaje que te rehusas a dejar abandonado por las buenas.
Ahora que ya no estás mi vida es un desorden. Gracias porque te importó demasiado, gracias por rendirte con nosotros.
Por ti rompí mis límites y ahora extraño tu voz mandándome besos a través del teléfono. Diciéndome te quiero una y otra vez, ya viste que sí funcionó, sí te creí. Vaya que te creí.
Quizás algunos de mis problemas anteriores me persiguen, discúlpame por eso. Aunque al final siempre es tu culpa. De verdad lo es.
Gracias por elegirla a ella sobre mi, gracias por quererme a medias, gracias por desperdiciar mi tiempo, gracias por volverme loca, gracias por ser un completo idiota, gracias por todo lo que compartimos a pesar de que somos una mierda juntos.
No regreses.
O regresa.
De igual manera arruinarías mi vida.
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Everything Comes Back To You
PoesiaLos pensamientos de una alcohólica y fumadora compulsiva incapaz de amar(se).