Creí que yo era diferente. Diferente a ella, y que por eso te gusté.
Ella prefería leer un libro y beber chocolate caliente un viernes por la noche. Yo me encontraría consumiendo todo el alcohol y cigarrillos posibles en cuatro horas antes de subirme al automóvil de mis padres esperando que no lo notaran.
Ella actuaba como una princesa y yo tomaba cerveza contigo mientras compartíamos un cigarrillo.
Ella te pedía cachorros y anillos elegantes, yo sólo te pedía un abrazo y unos cuantos besos húmedos.
Ella decía que sí a todo, y quizás yo hacía lo mismo, pero primero me atrevía a cuestionarte.
Ella era material de esposa y yo era absolutamente todo menos eso. Te entretenía pasar el tiempo conmigo pues no te ponía tantas trabas.
Ella estaba lejos y yo estaba junto a ti. Tú no querías perder a ninguna de las dos, probablemente ese era el problema.
Si me alejé de ti fue porque sentí que no valías la pena, y no me entiendas mal, me divierta demasiado al besarte y hacer bromas estúpidas. Pero tengo límites, límites que ya había roto por ti, así que tuve que armar unos nuevos. Y estos nuevos límites no me permitieron seguir contigo. Ya no más.

ESTÁS LEYENDO
Everything Comes Back To You
PuisiLos pensamientos de una alcohólica y fumadora compulsiva incapaz de amar(se).