Vientos De Amor

El Comienzo...

Fructus tenía que ser sujetado, gritaba constantemente que Apple Jack había sufrido heridas severas pero a pesar que la rubia yacía frente él intacta, toda esta escena en la cafetería de la academia, por más esfuerzos las lagrimas nunca se detuvieron, el rubio estaba destrozado.

—Por seguir con mi objetivo la mataron— Lloraba Fructus siendo arrastrado entre McLaggen y Combine, el rubio luchaba por zafarse hasta que... Con un ruido sordo McLaggen le golpeó la cabeza dejándolo inconsciente, Combine sorprendido miró al deportista el cual se acariciaba la mano.

—Reacomodación neuronal... En español acomodarle las ideas— Acariciándose la mano. —Tiene a cabeza dura— Adolorido mientras se sobaba la mano.

—Creo que le pegaste algo fuerte— Exclamó preocupado Combine viendo la escena mientras veía como comenzaba a despertar. —Le tumbaste un diente— Indicó palido viendo como le faltaba un diente frontal.

—Perdón— Exclamó McLaggen blanco como la cera pero un gancho alto lo noqueó de inmediato.

—Esa me la debías—Exclamó Fructus sobándose la boca mientras salía del aula yendo a la enfermería pero se sintió extraño tras chocar con una chica pelo negro con mechón rojo, sacudió la cabeza y siguió avanzando.

Por otro lado los estudiantes de Burning Soul estaban recibiendo un entrenamiento más arduo, ya por instinto sabían que algo malo ocurría puesto Ozpin dirigía los entrenamientos mientras pedía apoyó con algunas cosas. Celestia y Luna veían desde su oficina el entrenamiento y se dieron también cuenta de los tiempos difíciles que se aproximaban.

—¡Siente la embestida del pegaso— Rugió Battery mientras que con un gancho alto mandaba por los aires el saco de arena.

—¡Ruin mis seis!— Geitó Outrider corriendo al velocista apoyándose en sus hombros y pillando mucha altura disparó flechas a los blancos, al aterrizar rodó y disparó tres más acertando.

Mientras todos entrenaban Crazie solo miraba debajo de las graderías, analizando el entorno, si iba a desatar una guerra debía estar segura de luchar, sacó de su bolsillos diez cristales, uno de los amarillos se estaba volviendo de un tono negro.

—"El vaquero esta cediendo, Perseverancia pronto estará afuera... Sigue Tranquilidad"— Pensó y se retiró a escondidas a los pasillos a su siguiente victima... Salazar.

Siguió al pelo morado el cual iba muy distraído en su móvil, la reina de la Locura iba detrás, silenciosa intentó tocarle la cabeza pero el chico entró a un aula y cerró la puerta, Crazie tras leer que era el aula de "Psicología" ingresó sin esperarse lo que iba a ocurrir.

—¡Sorpresa!— Rugió Salazar cerrando la puerta y mandando una patada a la espalda de Crazie haciéndola caer de frente pero esta se reincorporó de inmediato algo sorprendida. —Ya me han controlado antes dos sirenas... ¡Ponte en guardia!— Vociferó el Elemento de la "Tranquilidad" mientras un puño al alcance de su rostro y el otro al del abdomen para cubrirse.

—La misma serpiente estúpida quiere empezar la pele... ¡MALDITO ESO DOLIÓ!— Rugió la chica al chico acertarle un golpe en la mejila y apenas esquivando el siguiente usó la pierna derecha para bloquear el brazo izquierda de Salazar que iba a atacar su cintura, le tomó la muñeca y doblándola en una llave le derribó.

—Sabes que uso tecnología, antropología robotica— Mientras usando sus lentes usó las piernas prensando la cintura de Crazie girando causando que se estrellará en el suelo con algo de fuerza y levantándose respiró agitado mientras se volvía a poner en guardia.

—¿Juego sucio he?— Limpiándose la sangre del labio mientras en su mano debajo de la manga emergía un liquido negro. —Pura Locura querido, ya la has sentido y no me querido... Fue tu culpa principalmente que yo volviera, cuanto te uniste a las Dazzlings... Ahora muérete o sucumbe a mi— Rugió la chica solidificando la sustancia formando lo que parecían agujas.