Vientos De Amor

Revelaciones

—¿Soy un monstruo por haber nacido así— Exclamó Crazie juguetona mientras batía las alas las cuales derramaban el liquido negro, estaba muy alegre de estar con su maestro, este le había prometido que alguna vez sería una reina y por eso el le enseñaría, aunque no fuera un alicornio.

—Desde luego pequeña, solo deberemos ver como controlar esa locura que emanas, yo no me veo afectado por que en si ya estoy loco— Rió con suavidad el unicornio de ojos dorados y gafas de media luna.

—Pero las mejores personas lo están— Rió la pegaso mientras saltaban alrededor de su maestro, el que la adoptó y cuido... Ozpin

Ambas ponys avanzaron hasta un poblado donde entre carcajadas, luces de colores y más trucos de magia alegraban a la gente, Ozpin veía a Crazie como su hija, pero la potranca lo veía a él... De otra forma más intima, más aliada a aquel unicornio. La gente adoraba al par, el unicornio por su capacidad con la magia y a la pegaso por esos toques de locura y diversión que daba al momento.

—Profesor Ozpn... ¿Puedo intentar algo?— Exclamó la chica moviendo las alas llenándose un poco el blanco pelo con el negro que derramaban sus alas. —¡Será muy pero muy, muy rápido!— Dando saltos con una extrema felicidad.

Ozpin asintió y tomando carrera la potranca alzó vuelo comenzando a girar hasta que a cierta altura expandió las alas, estas se tornaron blancas  pero su cabello y cuero se tornaron más negro lo cual preocupó al unicornio.

—Crazie, por favor no vuelvas a hacer eso— Exclamó secamente Ozpin y se arrepintió al ver como Crazie bajaba molesta.

—¡¿Por que he?! Siempre debo obedecerte pedazo de cornudo— Rugió la pegaso mientras su cuero y cabello se tornaban negros por completo. —¡ESO ME ENOJA OZPIN!— Mientras el mechón azul se tornaba rojo vivo.

—¡Quiero protegerte Crazie, tu poder no solo es raro sino peligroso, podrías herirte a ti misma!— Vociferó Ozpin pero la chica le embistió derribándolo, tan furiosa estaba que alzó vuelo hasta desaparecer.

Ozpin se acomodó las gafas al terminar de narrar esto y volteó a las chicas, blancas como la cera, pero los chicos estaban apoyados en la pared, cruzados de brazos puesto que al igual que sus contrapartes de Equestria compartían memorias.

—Como le dije a Salazar a inicio de año... Yo he cometido más errores que cualquier hombre, mujer o niño en cualquier mundo, quizás no sean capaces de perdonarme, pero si de entenderme... En aquel entonces yo era joven, tonto y sin conocimiento del mundo y su magia— Suspiró Ozpin quitándose las gafas, limpiándolas y volviéndoselas a poner. —Crazie es la única que no tiene una contraparte, eso hace que su magia sea mayor... Y por eso a su vez afecta tanto a los Elementos de la Voluntad, puesto que fueron forjados con un poco de locura en su momento.

—Eso explicaría por que me afecta tanto— Indicó Fructus junto Apple Jack pero se sorprendió al ver como Ozpin indicaba que 50/50.

—A ti te afecta más por que en teoría fuiste el primer elemento creado, pensé que inyectando ganas de seguir luchando la locura se reduciría pero no, al contrario aumento, después probé con Honor y pasó lo mismo, Valor la calmó mucho pero no lo suficiente, fue hasta que llegaron Esperanza y Tranquilidad que todos juntos logramos poner un alto.

—Entonces en resumen... No es Crazie la creadora de la locura— Dudó Twilight tomándose la barbilla.

—Correcto, Crazie es la Locura pero ella fue creada, por eso es tan inestable— Exclamó Ozpin.

—Y normalmente el creador sabe...—

—Como frenarlas, se que piensan y es así... Yo soy el creador accidental de la Locura— Exclamó Ozpin poniéndose de pie mientras que alzando su bastón golpeó el suelo haciendo que el apoyo mismo del director se partiera en dos dejando caer lo que parecía una gema.

Twilight comprendió el mensaje y agachándose vio la gema, era negra con una línea negra, al inicio no comprendía pero tras haber meditado la paleta de colores reaccionó entendiendo lo cual la asustó, estaba sosteniendo el alma de Crazie.

—Si destruyen el alma antes la expansión de Locura será mayor, y si destruyen el cuerpo antes ella volverá algún día, deben destruir ambas cosas al mismo tiempo y eso solo implica algo... Unir cuerpo y alma de Crazie otra vez, será algo riesgoso puesto que la magia de ella todavía debe incrementarse.

Todos se miraron entre si temerosos, debían esperar, a que Crazie se volviera aun más poderosa si la querían derrotar, Ozpin recogió los trozos de bastón y mirándolos dio un suspiro arrojándolos a la basura, había estad entrenando a sus alumnos pero no se entrenó a su mismo, ahora ese error podría pasarle factura.

—Mi cutiemark son engranajes de un reloj— La atención de todos se desvió al reloj rodeado de engranajes del cuello del traje. —Ahora vamos por todo, todos por ella, esto es la vida, debemos protegerla a como de lugar. Todas y todos asintieron convencidos que tendrían que luchar por lo que más amaban a como diera lugar

Por otro lado Crazie yacía flotando, pero no en un lago u océano, sino en su propia conciencia, hallando áreas de su propia mente que no creía conocer hasta que la encontró... La causante de su condición como algo infeccioso y parasitario. Ante ella yacía lo que podría ser forma más "pura, su futura yo".

Acercándose sonrió mientras veía a la figura extender un blanco brazo, marcado de venas negras, ojos rojos impregnados de la sangre que alguna vez corrió por sus venas ahora corrompiéndola aun más, Crazie soltó una estruendosa carcajada, ya fuera de si se dejó imbuir de la desagradable magia forjada con la Locura interna.

—Somos una... Y de una vez caerán ante mis pies me oyen, saben que nada les salvará de mi furia, ni la Voluntad o su estúpida Amistad les servirá puesto derrumbaré sus escudos, sus almas corromperé o destrozaré alimentándome de más... Amor, vaya estupidez creía, solo existe el usar a otros y con ello conseguir el poder necesario— Sonrió comenzando a estallar en carcajadas pero se tornó relajada de golpe.

"Ustedes mismos vendrán a mi"