Prologo

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Aquel que por sus venas recorra la sangre pura deberá contraer nupcias con en que posea la voluntad dentro de su corazón

Giotto Di' Vongola
Ieyatsu Sawada

— ¡Listo! — chillo un rubio de ojos azules con una cabellera antigravedad mientras sonreía, gran parte de su rostro estaba cubierto de tinta

No pregunten solo gozenlo ;v

Enserio no pregunten, no se como se me ocurrió esto neta :1
— Al fin, llevamos una semana en esto — bufo un castaño de ojos anaranjados con una cabellera igual de antigravedad, caminando o tratando de caminar entre todo los papeles arrugados que había por toda la oficina — Esto es un chiquero y es tu culpa — le acuso al rubio

— ¿¡Eh?! — exclamo — solo quería que se viera bien — chillo mostrando el papel que debían firmar aun

— ¡Pero mira esto! ¡apenas puedo caminar — se quejo molesto

— Ieyatsu eres un amargado — comento firmando el papel

— ¡Y tu un idiota! — grito el castaño

— ¡Hey! ¡No llames Idiota a tu mejor amigo! — grito Giotto

— ¡Pues no lo seas tonto Italiano! — grito tratando de sacar todos los papeles de la oficina

La razón por la cual el par de mejores amigos estaba discutiendo era el hecho de que a cierto rubio le había dado una de sus tantas crisis existenciales acerca del futuro y su familia, cosa que por una vez en la vida Ieyatsu le dio la razón. Pero jamás creyó que su tonto amigo rubio le propusiera el que si alguien de sus dos familias llegaban a tener — sangre pura y voluntad — tendrían que casarse, algo muy dentro de el le decía que tal vez en un futuro lejano y distante seria un lío.

— Son un par de idiotas — comento G del otro lado de la puerta

— Deja que se diviertan — sugirió Asari sonriendo caminando por los pasillos

— ¿¡COMO QUE PERDISTE EL PAPEL?! ¡GIOTTO ENCONTRA ESO YA! ¡NI MADRES PIENSO ESTAR OTRA SEMANA ENCERRADO ACÁ CON VOS! — se escucho el grito del castaño por toda la mansión molesto

— Tranquilo ya volverás a Japón, calma — pidió Giotto con temor

Cuando Ieyatsu se enojaba, se enojaba, eran como la calma y la tormenta, ambos eran mejores amigos, se conocían desde niños y le aterraba que en un futuro sus familiares tuvieran disputas, entonces para ello dejaron dos papeles o documentos, uno que ambos firmaron donde decía que no debía haber enemistad y que formaran una alianza con sus negocios y el otro era de matrimonio que obviamente el castaño aun no firmaba ya que estaba buscándolo entre toda esa montaña de bolas de papel.

— ¡Lo encontré! — grito tratando de no hundirse entre todos los papeles

— Solo dámelo — pidió el castaño suspirando para firmar dicho papel — solo espero que esto no cause problemas en el futuro — murmuro terminado de firmar

Un príncipe Para otro Príncipe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora