Capítulo 1: Una nueva mañana.
Rubius.
"Pi. Pi. Pi."
Maldito despertador, maldito sueño estúpido y maldito todo... ¡Oh, simplemente genial, me he despertado del mal humor!
Suspiré frustrado y empecé a levantarme, lentamente, a mi ritmo. Hoy tocaba ir a trabajar a Bgames, así que no tendría otra opción que darme prisa si no quería escuchar los reclamos por parte de Alex.
Salí de mi habitación en pijama y fui a la cocina a desayunar un tazón de cereales de colores; tras esto me metí en el cuarto de baño para darme una ducha, esto era algo que siempre conseguía relajarme... me hacía sentir que todo estaba bien, como si volviese a ser un pequeño bebé.
Hablando de bebes...
"¡Mi hermana!"- Recordé que se acercaba su cumpleaños por lo que debía preparar las cosas para el viaje a Noruega, donde vivían mis padres -mi madre y el Padrido- vivían, junto con la pequeña.
Acabé de ducharme, tras un cuarto de hora, y salí, en ropa interior, a terminar de vestirme. Pasé la mano por mi cabello, castaño claro con suaves reflejos de rubio, y lo despeiné, desesperado sin saber qué hacer con él, a sabiendas de que necesitaba un pelado lo antes posible.
"¿Qué me pongo?"- Sí, algunas veces parezco una mujer frente al armario, como comentan mis amigos, pero es que esto de escoger ropa y todo estos temas similares me ponen muy nervioso. Solía preocuparme mucho lo que la gente pueda llegar a pensar de mí.
¿Y si fuésemos todos uniformados, vistiendo igual? No. Eso sería aburrido.
"'My body' necesita colores para resaltar, 'bitch'".
Miré la hora. Sabía que debía alarmarme y es que ya llegaba con retraso y ni había salido de casa aún.
¿En qué narices estoy pensando?
Voy a llegar tarde por todas estas malditas tonterías, y para más sufrimiento, mi apartamento, en el que vivía hacía algo más de tres meses, estaba casi a media hora de la oficina. ¿Es qué hoy todo tenía que salirme mal? Espero que Nicolas Cage me ayude...
"Mierda, llegaré tarde"- Ese pensamiento no abandonaba mi mente cada vez que miraba el reloj, pero no podía hacerme ir más rápido pues yo recién despertado era como una máquina, tenía que ir arrancando lentamente.
Acabé vistiéndome con lo primero que alcancé y, tras encontrar mis zapatillas, que estaban debajo de Raspberry, mi gata, por fin me iba a marchar hacía el trabajo. Había ocasiones en las que odiaba trabajar. Esta era una de ellas.
-Ahora no- Regañé al animal, quién no dejaba de seguirme, arañarme y jugar con el bajo de mis pantalones. ¿Qué le pasaba?.
¡¡Coño, la comida!!
-Lo siento Raspy, con las prisas se me iba a olvidar darte de comer. No me mires así, no soy un mal amo. Para, no me mires así.- Estos son los momentos en los que pienso que cualquier persona que me escuche hablar a estas horas tan tempranas de la mañana con un gato, y sobretodo que nuestro 'tema de conversación' es de como me mira, se pensarán que estoy loco y me llevarán a un centro. Pero no, yo no estoy loco.- ¿A qué no estoy loco, Raspy?- Pensándolo bien... esto no lo mejora mucho, ¿verdad?
Me agaché para acariciar su negra y pequeña cabeza, y ella ronroneó ante mi tacto, claramente estaba contenta con toda la atención que estaba recibiendo y, segundos después ya que le había echado de comer, me arañó, supongo que cansada de tanto mimo, como bien suponía, y por fin salí de casa.
Corrí lo más que pude para intentar llegar a tiempo, cosa que no pasaría ni por asomo, ya llegaba tarde sí o sí, como casi siempre, solo espero que no me maten por llegar tarde.
-¡Hey, tú, mira por donde vas!- Le grité a un bulto, no pudiendo adivinar quién es, pues me choqué de frente. Lo miré desde el suelo, estaba jadeante, su pelo -de color negro profundo- caía ligeramente sobre su frente, tapando parte de su cara desde mi posición, su pecho subía y bajaba de forma rápida, así que no era difícil de suponer que él también llevaba prisa. Me quedé totalmente quieto, esperando que me ofreciera su mano para levantarme o en lo posible, una disculpa, ya que había sido él quien estaba corriendo como loco sin mirar por dónde iba. Pero ni se disculpó ni nada, solo siguió corriendo pasando completamente de mí.
¡¡Estúpido!! Hay gente que debería tener más modales y saber mirar por donde va.
¡Mierda, no es tiempo para sermones, llego tarde!
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Del odio a algo más. (Rubelangel)
Romance¿Qué ocurre cuando tienes que representar cierta obra 'actual', junto a una persona que no te agrada demasiado? ¿Y si esa persona empieza a acercarse a ti lentamente, y al final acabas cediendo? ¿Y si acabáis siendo amigos? ¿Y si tienes miedo? ¿Y si...