¡No puede ser!

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Capítulo 3: ¡No puede ser!

Rubius.

Salí corriendo tras haber chocado con ese gilipollas, y me quedé frente a la puerta mientras pensaba que había algo raro en el ambiente. Era extraño... estaba todo demasiado callado, y eso no era para nada normal en BGames, y sobre todo con lo hijos de puta que somos. ¿Me querrían trollear? ¡¡Pues lo llevaban claro!! Yo era el 'boss', nadie se burlaba de mi.

-¡Hola!- Grité al entrar, pero no recibí respuesta. ¿Qué mierda?...

-Ah, hola Rubius.- Me saludó Chetto. ¿Por qué se le veía tan emocionado?

-¿Por qué te brillan los ojos de esa forma tan...- intenté encontrar una palabra como gay o similar, pero no me pareció bien.?- Pregunté riéndome al ver su cara.

-Pueh....- No le dió tiempo a contestar cuando escuché una voz para-nada-familiar detrás mía. ¿Quién....?. Me giré lentamente, en plan 'epic película' y... vale. Jodido. Esto era una puta broma. No, él no podía ser...

-¡¡Tú!!- Chillé sin percatarme de mis actos, pero aunque lo hubiese hecho no me arrepentiría de ello.

-¿Yo?- Me contestó 'ese' como si fuese lo más normal del mundo. ¿Me estaba jodiendo?; Quiero decir, se choca conmigo en la calle y me pega un ostión de narices, sale corriendo aún sin disculparse ni nada el muy gilipollas y ahora se presenta aquí y ¡ni me reconoce!. ¿Qué puta cosa anormal era esto?.

Me cabreé. Mucho. Podría asegurar que era una de esas veces que te cabreas sin motivo aparente, pero que algo dentro tuyo te dice que hay un gran motivo por el que debes enfadarte y empiezas a ponerte de los nervios, mientras algo crece en la zona del pecho... Detestaba a esa persona desde la primera mirada.

-¡¡Me chocaste en la calle, y ni te has disculpado, cabrón!!- Grité dejando salir algo, una mínima parte, de mi enfado. ¡¡Es que le asdkfñjslgajñsfdkgjañsd!!.

-¡¡Ereh ese idiota'!!- Primero que todo... ¿Ese acento era una réplica maximizada del de Chetto o qué?, y segundo ¡¡Yo a este cabrón lo mato!!. ¿Me ha dicho idiota? ¿A mi?... ¡¡¡Salseo!!!.

-¿Qué me has dicho gilipollas?- Este tío ya me había caído mal. Muy jodidamente mal. ¿De qué cojones iba el retrasado este?... Vale, quizás mi comportamiento no ha sido el mejor pero este imbécil tampoco estaba poniendo de su parte. A mi, desde pequeño, me enseñaron a pedir disculpas cuando la situación vivida lo requería, bien, me llamarían loco o algo, pero en esta si merecía un 'lo siento' al menos.

-Tranquiloh chicos- Nos dijo Chetto al ver que seguramente nos íbamos a liar a hostias, y por mi encantado... Partirle la cara a ese gilipollas me encantaría.- Mira este es Mangel- Pffff ¿Qué clase de nombre es ese? Jajaja.

-Para nada encantado. Por cierto 'gilipollas' te pega más- Dije haciendo comillas y riendo a más no poder al ver su cara de 'Yo lo mato'.

-Y este es Rubius- Continuó Chetto mientras sujetaba a 'Mangelita'.

Me gusta ese apodo, le pega más con esa cara- Me reí de mis propios pensamientos.

-Jaja, ¡Tu nombre si que's gilipollas!. ¿Quién se llamaría Rubiuh?- ¡¡Se estaba descojonando delante de mi!!... Como siga, le voy a pegar una hostia que le hará bailar como una 'whore'.- Con razón pareceh tan imbécil, con un nombre ahi...- ¡¡YA ESTÁ!! SE VA A LLEVAR LA HOSTIA DEL AÑO.

-Te voy a reventar, subnormal.- Y sin pensar en lo que hacía o en el lugar en el que me encontraba, me abalancé sobre él.

Del odio a algo más. (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora