Como todas las mañanas tenía un pastel espolvoreado con azúcar pulverizada y fresas alrededor. Gracias a JongIn (El extraño cliente) había dejado de entregarle chocolates tan solo para hacer diferentes postres y lograr que coma uno. Hoy había fresas, y como siempre, cruzando los dedos para que esta vez el lo acepte. Cuando lo vio pasar frente a la tienda de inmediato comenzó a caminar hacia él.
-Vaya hoy llegaste más pronto...- Susurro KyungSoo entregándole el hermoso pastel de fresa que había practicado un día antes haciéndolo vistoso y muy sabroso a la vista, queria lograrlo esta vez.
-Sí pero de nuevo tengo que declinar...- KyungSoo sonrió y empezó a alejar el pastel pero de la nada Sehun acerco su rostro al pastel y comenzó a mirar del pastel a KyungSoo y suplicante a Jongin lo tomo.
-Yo te daré el visto bueno. Soy el mejor amigo de este moreno, el encantador Oh Sehun.- El rubio oxigenado estiro su mano rápidamente al pequeño hombre quien le entrego el pastel y sonrió al moreno.
-Tal vez tu lo logres convencer a Kim Jongin de comer un poco.- KyungSoo rio tímido con sus rodillas temblando al ver el puchero demasiado tierno que tenia el moreno al ver a el nuevo integrante devorar el pastel que él le había entregado para Jongin.
-¡Esta increíble! ¿Estas que son? Nunca habia probado un pastel asi...- Pregunto el hombre devorando aun sin saber que tenía el pastel exactamente.
-Solamente... son fresas.- El hombre asintió y cuando vio el embace totalmente vacío fue que se apresuro al ver al moreno, este lo miraba con el ceño fruncido y los labrios apretados en una fina línea mirando con desaprobación al rubio.
-Está muy bueno.- Sehun sonrió y KyungSoo se sonrojo, ya que normalmente los pasteles que hacía para aquel alto moreno siempre los hacía con más amor que los que usualmente vendía, queria que el moreno comiera lo mas dulce de su personalidad en ese pastel...
Pero el dulce llego a manos equivocadas.
-Bueno creo que debo marcharme.- Comento el moreno taciturno rebuscando en sus bolsillo cosas inexistentes tan solo para mostrarse más relajado.
-¿Por qué no te quedas con KyungSoo?- Sugiero alegremente Sehun quien de inmediato fue llevado un poco lejos de KyungSoo quien prometió quedarse allí parado por petición del moreno.- Auch duele.
-¿Cómo le puedes decir eso? Sabes que debo ir a la compañía.- Murmuro sonriendo para que KyungSoo no supiera que JongIn regañaba al el pobre Sehun.
-¿Y? Por dios. Eres el CEO, has trabajado sin un día de descanso ni siquiera en navidad, que faltes un día para pasarlo con el chico por que el...- Miro a KyungSoo que había comenzado a hablar con otro chico por lo que Sehun inmediatamente se volteo mirándome nervioso.- Ese es Luhan...
-¿Luhan? ¿El chico que trabaja en la tienda contigua a la tuyas.- Sehun asintió rápidamente. Y JongIn suspiro.- Me quedare y seguiré tu consejo, solo si tú sigues el mío.- Dijo JongIn, queriendo tomarle el pelo a su amigo que de inmediato se irguió y asintió.
-Tú mandas.
-Acompaña a Luhan a su tienda durante todo el trayecto a pie... claro.- Sehun asintió y con esa afirmación ambos amigos se acercaron a los hombre que de inmediato se callaron y Luhan miro sonriente a Sehun.
-¿Sehun?- Sehun sonrió, JongIn conocía a su amigo, cuando este sonreía solamente sin dar indicios de hablar, estaba muriendo de nerviosismo. JongIn atrajo toda la atención de KyungSoo sin quererlo si quiera, el pequeño no podía dejar de mirarlo y el moreno tan poco quería que el dejara de hacerlo. Así que con una mirada tímida sonrió acercándose al pequeño.
-Sehun... Me quedare un rato.- Sehun asintió llevándose al pequeño chico que hablaba animadamente sobre cosas sin sentido y Sehun solo sonreía. Mi amigo era mucho más arriesgado que yo.
-¿En serio te quedaras?- KyungSoo miro al moreno quien rápidamente rodo su mirada a sus ojos y asintió.- Vamos a la tienda ¿Te gustaría un chocolate caliente?- Jongin lo siguió adentro.
-Un café. Sin azúcar por favor.-El joven sonrió asintiendo. Ahora que el hombre por fin estaba en su tienda no iba a comportarse de manera quisquillosa a ver si lo espantaba. Correteando por la cocina miraba JongIn a KyungSoo que le entregaba el café recién hecho.
-¿Seguro que no quieres azúcar?—JongIn negó tomando un poco del café, quemando un poco su lengua, claro, este disimulo perfectamente el dolor. Mierda auch...
-No. Muchas gracias.- Sonrió y de inmediato dejo el café en la mesa.- ¿Hace mucho que tienes este negocio?- El hombre sonrió sentándose en el mesón quedando frente a el moreno quien con un poco de timidez se removió mirando a otro lado.
-Hace 5 años... Siempre he sido bueno con la pastelería... así que me dedique a esto.- JongIn asintió comprendiendo el sentimiento.- ¿Y tú qué haces?
-Soy el Ceo de una compañía, no es algo muy interesante ...- KyungSoo sonrió asintiendo.- Me facilitarías un poco de agua... tengo que tomar un medicamento...- KyungSoo de inmediato se levanto buscando un poco de agua mientras yo sacaba el pequeño pastillero azul donde había probablemente mas de 14 pastillas diferentes, tome rápidamente la morada y guarde el resto esperando a que KyungSoo regresara.
-Aquí esta.- KyungSoo la dejo temblando en la mesa por el nerviosismo de tener a ese hombre tan cerca.
-Gracias.- De inmediato el moreno la tomo junto a su medicamento mientras alargaba un suspiro al finalizar de tomar.
-Disculpa la indiscreción ¿Te sientes mal?- JongIn negó rápidamente mientras cerraba el agua y la dejaba a su lado para volver a tomar luego.
-No, es para el colesterol.- KyungSoo de inmediato lo miro dudoso.-
-No te vez como una persona que sufra de colesterol- JongIn no pudo evitar carcajear bastante al ver al pequeño hombre con el seño fruncido tratando de buscar una verdadera explicación a la pastilla.
-Creo que lo tomare como un halago.- El bajito se sonrojo.- Sufro de muchas cosas, en general esto es lo menor.
-¿Y cuál es la peor?- El moreno sonrió.
-Descúbrela.- Y el pequeño se sonrojo.
JongIn disfrutaba cálidamente los dulces emociones que representaba KyungSoo, el único dulce que podía probar.
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Chocolate Shop.
Fanfic¿Qué sucedería cuando un chocolatero se enamore del hombre que siempre ve pasar frente a su chocolatería? ¿Y qué sucedería si ese hombre tiene un grave secreto y no pueda soportar algo tan dulce? En esta novela encontraras la manera de vivir un rom...