Segunda Nevada.

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-¿Sigues tus tratamientos arduamente Kim JongIn?- El hombre asintió lentamente mientras el hombre repasaba.- Veo que seguiste arduamente la dieta de las 1500 calorías.- Asentí rápidamente.

-Aunque debo decir que el primer día no la logre sí que no que me pase demás.

-Un error lo comete cualquiera, pero lo que o debes descuidar es tu medicamento.- El doctor de inmediato le entrego las jeringas y las guarde en mi maletín mientras lo volvía a poner en el suelo con delicadeza.- Mi esposa hizo estas galletas, recuerda lo mucho que te distraían cuando te iban a operar así que te la debo.- JongIn iba a agregar algo pero el médico lo silencio al instante.- Soy tu medico y sé que comer azúcar para ti sería peor que un disparo, todo está 100 por ciento natural.- JongIn de inmediato asintió mientras sacaba una y las mordía.- Realmente no sé cómo te gustan, saben a cartón para mí.

-Su esposa siempre ha sido muy buena conmigo. Agradezco mucho estas galletas.

-Te conozco desde que naciste JongIn, es imposible que no nos encariñemos con el niño más luchador que hemos visto.

Sonreí agradecido mientras revisaba mi agentada.

-¿Fuiste al departamento de Oncología?- Asentí mientras sentía como él se recostaba en la mesa, expectante a cualquier cosa que le dijera a continuación.

-Estoy limpio.- Sonreí mientras el regresaba a su posición inicial con un gran suspiro de tranquilidad.

-Me alegra JongIn, un jovencito como tu tiene mucho por vivir.- Asentí brevemente volviendo mi vista a las galletas.- Hace tiempo no te veía tan ilusionado con eso... no será.- El doctor sonrió mirado sospechosamente a JongIn.- ¿Una Chica?

-Pues...

-¡Lo sabia!- El doctor golpeo rápidamente la mesa.- Puedo envejecer hijo, pero no he perdido mi toque.- JongIn no pudo evitar reír al escuchar la afirmación de aquel hombre.

-No es una chica...

-Oh.- El doctor no dejo de sonreír.- Un chico... Igual sigo teniendo mi toque ¿Lo conozco?

-No lo sé...- Trague saliva rápidamente y lo mire.- ¿Conoce la Chocolatería cerca de mi trabajo?

-Claro, voy con mi esposa de vez en cuando ¿Por qué? ¿Trabaja allí?

-Es el dueño.- El doctor resoplo mientras reía.

-De verdad te gustan las relaciones peligrosas.- JongIn sonrió.- ¿Pero quién soy yo para decirte que no? Ya le dijiste todo ¿Verdad?- JongIn no pudo vitar levantarse y comenzar a caminar de un lado a otro sin mirar a el doctor.

-Define todo...

-JongIn.- Este suspiro mirando al hombre.

-Ya lo sé.- Suspire.- Pero no quiero que sienta lastima por mi ¿Si? He pasado toda mi vida con gente a mi alrededor que siente lastima por mí.

-JongIn, debes comprender. Estar con él sin que el chico tenga conocimiento de tus problemas es una horrible decisión.- Mire al doctor suspirando.- ¿No sabe nada?

-El...- Me volví a sentar.- Empieza a sospechar...

-¿Sospechar? ¿Qué sabe Jongin?

-Colesterol... y puede que sepa lo de la Diabetes.

-Vaya... solo la punta de Iceberg ¿Eh?- Asentí.- Bien, solo se sincero, una relación basada en mentiras te hará mas daño mentalmente a ti que a él. -Asentí.- Y dime ¿Es amable?

-¿No lo conoces?

-Su rostro mientras atiende a los clientes es amable, pero no se de su personalidad realmente.- JongIn sonrió radiante.

-El... es una persona que te hace sentir cálido, sonríe a pesar de que rechaces acercarte a él, cuando sonríe sus labios tiene forma de corazón y su piel se torna rosada si le dices un cumplido...

-Debiste observarlo mucho...- Tosí brevemente.

-Debo irme... Tengo que ir con Sehun...

-No soy tonto JongIn.- El doctor rio.- Este chiquillo. Más te vale que le digas todo pronto.

Asintiendo JongIn nunca lo prometió...






-¡Kim JongIn! Grito KyungSoo corriendo desde el minimarket mientras descendía por la calle para estar junto al moreno.

-Do KyungSoo.- El moreno se oculto tras la bufanda mientras sonreí de felicidad al ser detenido por ese joven.

-No te apetece una malteada de fresa.- Sugirió hasta que yo reí.

-No, pero gracias de todas maneras.- Camine a su lado mientras veíamos las solitarias calles en ese invierno.

-Se dice que hoy la segunda nevada.- KyungSoo agrego.- ¿Quiere que la veamos juntos?

-¿Tu y yo?- Pregunto sorprendido deteniéndose para mirar por breve momento al pequeño hombre.

-Claro, la segunda nevada por ser la segunda no la hace menos hermosa.- Sonrió.- A veces aunque llegue la ultima todavía tiene un brillo especial.

-Hablas muy bien de la nieve. Creí que la odiabas.

-Lo hago.- Confundido lo mire, pero este solo miraba el cielo con su enormes ojos brillando con el.- ¿Pero eso me impide quitarme el privilegio de aceptar que es hermosa?

-Es cierto.- Reí.- Porque odie el verano, no quiere decir que no disfrute el cielo azul.- KyungSoo asintió riendo.

-Ese es exactamente mi punto. Me alegra que por fin alguien lo entienda.- KyungSoo sonrió.- Por allá esta mi casa. ¿Deseas un chocolate caliente?

-¿O agua?

-¿Un jugo?

-Sin ningún tipo de azúcar.

-Hecho.- Sonreí al ver como KyungSoo hablaba de que tenía un perfecto jugo de naranja que el mismo había exprimido sabiendo que me negaría a tomar algo dulce.

-Con ese pensamiento, copos de nieve comenzaba a descender del cielo, mientras una a una, iban bajando desplazándose hasta el cielo como si de hojas de cerezo se tratara, KyungSoo me miro feliz, mientras yo solo sonreía ocultándome en la bufanda.

-Kim JongIn.- Abrí los ojos sorprendidos al ser llamado por mi nombre completo tan seriamente, pero al acercarse el hombre y tomar mis hombros me asuste aun mas.

-¿Qué sucede...- El hombre se puso de puntillas uniendo nuestros labios pero siendo cubiertos los míos por la tela de la bufanda. Solo pude mirar al vacio tratando de captar lo que ha ocurrido.

-He visto que sonríes mucho, no la ocultes tras una bufanda....

Chocolate Shop.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora