Solo un paso

14

Los días pasaron, y todo iba sobre ruedas.

No habían tenido más peleas serias, y todo volvía a ser como siempre.

Pasaban las noches juntos, después de haber estado esperándose durante el día, y aunque no siempre, se quedaban a dormir el uno en la casa del otro. House tenía que admitir que, aunque en un principio que Wilson fuera tan acurrucador le parecía algo molesto, había terminado por acostumbrarse muy rápido, y ahora no se sentiría bien si no lo hiciera.

Despertarse con él abrazado a su cuerpo, verlo tranquilamente dormido, era una de las cosas que más le gustaban. A Wilson, por otro lado, le encantaba descubrir los pequeños detalles que tenía con él, y como poco a poco iba demostrando más cariño del que alguna vez había visto en él. Saber que verdaderamente le gustaba le reconfortaba, y ver que disfrutaba de su compañía le hacía feliz.

- ¿ En qué piensas ? - le preguntó House rodando por la cama hasta quedar a su lado.

Wilson dejó que acomodara su cabeza entre sus piernas cruzadas y sonrió, acariciando su pelo con las manos.

- Nada en particular - contestó.

House levantó la ceja y negó con la cabeza.

- Eres penoso mintiendo Wilson - rió.

Este rodó los ojos y sonrió.

House lo observó fijamente, recostado sobre sus piernas, y analizó cada detalle de él. Wilson le devolvió la mirada, confundido ante tanta intensidad.

House, entonces, puso su mano en la parte de atras del cuello y lo atrajo hacia si, haciendo que se inclinara para besarle.

Cosas como aquella, aquellos pequeños gestos, hacían que el corazón de Wilson se agitara con violencia.

Sonrió, besándolo lentamente, y House no pareció tener prisa en aquel beso.

Wilson se separó y se hundió en sus ojos azules, esos que siempre le habían parecido electrizantes.

- Te quiero.

Aquella confesión, sencilla y directa, hizo que House sonriera ampliamente.

Se incorporó hasta quedarse semtado sobre la cama, y instó a Wilson a que se sentara sobre él.

Lo besó con delicadeza y acarició su espalda de arriba a abajo, dejando sus manos en la parte baja de su cintura.

No contestó, pero Wilson sabía que aquello le había hecho feliz. Y eso era todo lo que importaba por ahora.