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House regresó a la consciencia con un pensamiento placentero recorriéndole la mente. Los recuerdos de la noche anterior asaltaron su memoria, escena a escena, y se estremeció.

Ni siquiera se preguntó desde cuando le gustaban los hombres, ni siquiera se preguntó desde cuando le gustaba Wilson. No entendía muy bien lo que había pasado. Solo podía estar seguro de una cosa ; le había gustado.

Aquella noche había sentido más placer del que había sentido nunca, no solo físico, sino también emocional. Saber que cuando abriera los ojos vería a Wilson desnudo durmiendo a su lado le avivó el corazón.

Quiso comprobarlo de primera mano, así que se despertó del todo y miró a su lado con una sonrisa.

Casi de inmediato, esa sonrisa desapareció ; estaba solo.

Desconcertado, se levantó de la cama y examinó una a una todas las habitaciones, pensando que como siempre, Wilson se había levantado antes que él y que estaría en alguna de ellas.

Sin embargo, tiempo después, se dió cuenta de una cosa ; Wilson se había ido.

House sintió como le invadía la tristeza. Le habría gustado despertarse juntos.

Advirtió una nota encima de la mesa de la cocina y la tomó entre las manos.

He ido al trabajo.
Me ha surgido una consulta urgente.
                       - Wilson

Sus ojos azules recorrieron aquellas dos líneas una y otra vez, en busca de algún indicio de afecto que hubiera pasado desapercibido. Pero jamás lo encontró.

Revisó la papelera, pero tampoco encontró otras notas arrugadas con las que hubiera practicado. Era solo eso, conciso e inexpresivo.

Se sintió decepcionado e incrédulo. ¿ Habría huído Wilson al trabajo para no encontrarse con él ? Sí, lo veía bastante probable.

Se preguntó si estaría tan confundido como él y no había sabido cómo afrontar la situación. Sí, seguramente más que él. Él era más abierto, no seguía las normas, y todo le daba igual. Wilson, en cambio, no había roto un plato en su vida.

Tengo que hablar con él.

Con esa intención abandonó el piso de su compañero y se dirigió con su moto al Princetown Plasboro*.

(...)

- Hola.

Wilson se tensó de arriba a abajo en cuanto escuchó su voz.
Supo que, para su desgracia, el momento había llegado.

- Buenos días, House - respondió, dando gracias a que su voz sonara igual que siempre.

House observó desde la puerta cerrada cómo Wilson buscaba un libro entre los estantes.

- No estabas esta mañana - comentó.

Wilson notó una pizca de molestia en su voz y contestó.

- Te escribí una nota. Tenía consulta.

Wilson estaba más que incómodo. Dios, ni siquiera sabía qué pensar o hacer. ¿ Cómo se suponía que debía actuar ? ¿ Qué había pasado ?

- ¿ Y ya has terminado ? - preguntó House mientras su amigo seguía buscando el libro inexistente - Yo diría que es un poco pronto.

- Cuando diagnostico a mi paciente no hay mucho más que hacer. Ya sabes, cosas del cáncer - mintió Wilson, sintiéndose ruín al utilizar algo como aquello para escaquearse.

House continuó observándolo un rato más y no le hizo falta sumar dos y dos para darse cuenta de lo que pasaba.

- ¿ Qué tal si dejas de fingir buscar un libro para no verme la cara y hablamos ? - espetó.

Wilson suspiró y se dió finalmente media vuelta, y lo miró directamente a los ojos. Ambos sintieron un extraño cosquilleo y cómo su pulso se aceleraba, aparte de la incomodidad inicial.

- No hay nada que decir, House - contestó Wilson, siendo capaz de aguantar su mirada azul apenas unos segundos.

House notó cómo lo esquivaba, y supuso que estaba rememorando la noche anterior.

- Puede que no sepas qué decir, pero no me digas que no hay nada que decir en absoluto - bufó.

El castaño volvió a suspirar y se encogió de hombros.

- Mira, estabamos viendo porno, tú estabas excitado, yo también... - comenzó a explicar, pero fue rapidamente interrumpido por House.

- ¿ Quieres que crea que solo fue el calentón ?

Wilson apretó la mandíbula y asintió.

- Solo fue un calentón.

House negó con la cabeza y dio un par de pasos en su dirección. Wilson, al tener la estantería a sus espaldas, no pudo retroceder.

- Aquello no fue solo un calentón, Wilson - dijo mirándolo profundamente a los ojos - Tú lo querías tanto como yo.

Wilson volvió a sacudir con la cabeza, tratando de negar lo que era evidente, y el mismo había pensado el día anterior.

- Me estás diciendo - continuó House, acercándose aún más a Wilson hasta quedar a escasos centímetros de su cuerpo - ¿ Que no sientes nada ?

Wilson sintió cómo su corazón golpeaba con fuerza su pecho, e inconscientemente, recorría todo el rostro de House con su mirada, desde sus ojos hasta sus labios.

- No - dijo con voz débil.

House lo miró durante un largo instante antes de contestar.

- Bien - dijo, separándose bruscamente un par de zancadas hacia atrás - Entonces no hay nada más que decir.

Y salió de la habitación, devolviéndole a Wilson finalmente la capacidad para respirar.

House, desde fuera, se apoyó contra la puerta de su despacho, cerrando los ojos con un suspiro. Wilson sentía algo por él, lo había visto. ¿ Por qué entonces se molestaba en ocultarlo ?

El castaño sintió como flaqueaba cuando finalmente se quedó solo y se sentó encima del escritorio.

Estaba cansado, y terriblemente confundido. Se negaba a aceptar la realidad... No sabía qué hacer. ¿ De verdad se estaba enamorando de House ? Se sentía más perdido que nunca.

Casi sin darse cuenta, Wilson se echó a llorar. Un par de lágrimas se deslizaron por sus mejillas y otras tantas las siguieron. Estaba roto.

House, que aún seguía apoyado en la puerta, tratando de superar el momento que acababan de vivir, lo escuchó y decidió volver a entrar. Esta vez sin bromas ni burlas, sin ultimatums ni agresividad. Su amigo lo necesitaba y él estaría ahí para ayudarlo.

Wilson no se molestó en ocultarse, y siguió llorando como si estuviese solo.
A House le dolió verlo así y se acercó rapidamente a él.

- Wilson - suspiró, acariciando su cabello y dejando un beso sobre él con ternura. House se agachó para ponerse a su altura y le tomó de los hombros - Escúchame. Sé que estás confundido, sé que no sabes qué hacer. Solo quiero que sepas que, por encima de todo, soy tu amigo, y siempre voy a serlo. Si quieres hacer como que nada de esto ha pasado hagámoslo, lo entiendo. Decidas lo que decidas estoy aquí.

El llanto de Wilson aumentó con aquellas palabras, pero su corazón se calmó.

House lo abrazó entonces, y sin poder aguantarlo más Wilson lo rodeó y se refugió en él.

- No sé... no sé qué hacer- confesó con un hilo de voz, abrazado a él.

- Lo sé - dijo House acariciando su cabello castaño - Todo saldrá bien.

Solo un pasoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora