La Hermana de Harry Potter (LHHP) : Alexis

9. "Un rayo de esperanza" (a.k.a Dralex e.e)

Narrador POV

En otra parte, en el Londres mágico....

Malfoy iba andando por las calles buscando algo que comprarle a su madre por Navidad, aunque no tenía ni idea... La verdad es que todos los años le regalaba una joya sin nada en especial, simplemente que sea bonita y con diamantes, pero este año no sabia que regalarle. Al ser el primer año en Hogwarts quería regalarle algo que no fuese simplemente caro, quería mostrarle su gratitud y nada le parecía lo suficientemente bueno. El colmo era que, mientras se frustraba por eso, también tenía en mente a la chica Potter, y eso no le ayudaba... No sabía por qué pero tenía ganas de abrazarla y consolarla pero claro, el era Draco Malfoy y nunca admitiría eso, ni siquiera a él mismo... Todavía tenía tiempo para comprarlo, así que volvió a Hogwarts para no perder más tiempo.

Por la noche, el platino se fue directamente a la Sala Común pero vio algo que le sorprendió, vio a una chica de pelo negro con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar (como el ya había supuesto) y con una taza de café. Sin embargo, decidió ignorar lo pasado e irse a su cuarto. El orgullo por lo visto vale más que nada, y nunca abandonaría su posición.

En mitad de la noche...

Alexis escuchó unos pasos y se asustó; nadie podía descubrirle allí. Se dejó guiar por el instinto y subir por las escaleras de prisa para ir a su cuarto, dándose cuenta a mitad de camino de que se había equivocado de escaleras (n/a las escaleras son al revés que en Gryffindor) y encima escuchó los pasos más cerca, por lo que se metió en la primera habitación que encontró, aguantando la respiración hasta estar segura de estar a salvo.

Cuando abrió los ojos se dio cuenta en una habitación grande y lujosa, con una cama bastante más grande que la suya. En ella, cierto platino conocido dormía un poco inquieto, haciendo que en vez de irse corriendo de allí y hacer como si nada hubiera pasado, se acercara y observara al rubio, que cada vez estaba peor. Estaba moviéndose demasiado, diciendo cosas sin sentido, sudando...en el rostro se veía que estaba sufriendo, así que le despertó como pudo.

-¡¿Qué?! ¿Qué ha pasado? ¿Qué haces tu aquí Evans? ¿Ahora te da por espiar a chicos mientras duermen? ¿Sabes la mala imagen que da ir a mi cuarto en mitad de la noche?

-Malfoy...¿Eres tonto o qué? Estaba en la sala y escuché pasos, luego me equivoqué de escaleras y acabé aquí. Ni siquiera sabía que era tu cuarto, que conste. Simplemente fue la urgencia, no podían pillarme en la sala a esta hora.

-¿En serio vas a dejar de dormir solo por esas pesadillas? Son solo eso, pesadillas, no te van a matar.

-No sabes quien es Freddy Krueger ¿no? Podría morir en mis pesadillas según eso pero...bueno no es eso lo que importa...hablando de pesadillas ¿Qué soñaste? Tu pesadilla sí se veía grave

-¿Qué te hace pensar que te lo diría a ti precisamente? Si no vas a decir nada interesante vete a tu cuarto o donde sea, pero a mí déjame en paz.

-Esto...si tengo algo que decir, siento lo de aquel día en la pelea con mi hermano. De verdad que no tenía intención de empujarte, solo estaba preocupada, no quería peleas y...gracias por defenderme.

-No sirve de nada que te disculpes dos semanas después Potter. Ah no, es cierto, como ahora no tienes a tu hermanito, no quieres quedarte sola ¿no? Por eso me pides perdón.

-Claro que no, la verdad es que quise disculparme ese día pero me mirabas tan mal que no me atrevía. Pensé además que te daría igual así que dejé que las cosas siguieran así y...lo siento, fui una cobarde. El disculparme ahora no tiene nada que ver con la discusión con Harry, alguien me hizo ver que no debo de suponer cosas de ti sin conocerte, quiero conocer al Draco que nadie conoce, al que he visto a veces de refilón y es muy diferente a el que todos conocen.