Capitulo 17

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Mani, Jhon y la gente de servicio eran los únicos que hablaban conmigo, Camila no me había vuelto hablar mas, ni se dejaba ver por mi.

Sabia que estaba en la mansión pues su olor cada vez que despertaba estaba en mi cama y en mi ropa y Mani me confirmaba que estaba pero que no quería verme ni hablarme.

Mi humor era una mierda me sentía frustrada, no podía moverme bien, apenas y podía pararme para ir al baño con una muleta y usarla con mi brazo izquierdo.

Estaba muriendo por besar a Camila, por tocarla, por rozar su piel, porque me hablara, en mas de una ocasión llore antes de dormirme me sentía sola muy sola a pesar de que mi negra no me ha abandonado en ningún momento, pero no podía estar todo el día conmigo pues tenia que ir a trabajar a la empresa.

Tres semanas han pasado desde que me hirieron, Vero ha venido solo en dos ocasiones luego de enseñarle a Mani como curarme, hoy vendría a quitarme los puntos, ya me había bañado y desayunado Mani me ayudo antes de irse a trabajar.

Camila entro sin mirarme a la habitación traía un bolso con ropa suya, la metió al closet la seguí con la mirada en todo momento, de ahí se metió al baño me levante con cuidado con ayuda de la muleta cuando por fin llegue hasta la puerta estaba cerrada con seguro, bufé enojada camine hasta el balcón asomarme y a respirar un poco de aire fresco, vi a mis guardias custodiar la casa, vi el auto de Verónica entrar, Sonreí al verla bajar del auto lucia, un vestido blanco que le llegaba un poco mas abajo de las rodilla de tela estampadas con detalles negros, el cabello suelto, unos lentes negros y su acostumbrado maletín, vi a mas de uno comercela con la mirada, la perdí de vista al entrar a la mansión, regrese a la cama con lentitud, apenas que me acuesto y ella que entra.

La mire sonriente me devolvió el gesto sentándose a mi lado en la cama, rebuscó en su maletín saco unas cosas pero yo solo veía su rostro y su cuerpo con atención, si amo a Camila, pero como ya lo han dicho muchas veces antes soy una ninfómana y un mes sin sexo para mi era como morir en vida, mi sexo todos los días me picaba y me pedía acción, me masturbó pero no es lo mismo que estar con otra persona y a estas alturas ni idea de si seguía teniendo novia, no me habla, ni siquiera se digna a mirarme, a veces duerme conmigo, no me besa, no nada, me ignora a morir.

Lauren:_¿Como estás? -dije con tono coqueto, ella lo noto enseguida y me miro unos segundos luego siguió lo que hacia.

Vero:_Bien, veo que tú, muy bien... -dijo mirando la herida de mi brazo luego de quitar la venda.

Lauren:_¿Que vas hacer ahorita, después de irte de aquí? -dije mirándola fijo.

Vero:_Supongo que almorzar... -dijo mirando su reloj- ¿Por que? -dijo tomando unas pinzas y retirando los puntos, no dolía nada.

Lauren:_¿Quieres almorzar conmigo? -dije sonriendole con picardía, ella se ruborizó enseguida.

Vero:_Lauren ¿estás coqueteando conmigo? -dijo en un tono de voz débil, estaba nerviosa quizás aun le gusto.

Camila:_Dices algo mas... te quedas soltera y no me vuelves a ver jamas. -se metió en el closet luego de dejar en claro, lo que acaba de decir.

Que les puedo decir eso basto y sobro para que la conversación con Vero muriera en ese momento, ella quito todo y dejo mis heridas al descubierto luego de echarles alcohol, boto todo los desperdicios en el baño luego se sentó en la peinadora y empezó a escribir algo en un papel, en eso Camila salio vestida con una falda corta y una blusa de tirante dejando ver su abdomen, la mire con atención seguí su hermoso culo hasta que salio al balcón, la boca se me hizo agua con tan solo verla.

Delitos, Sexo y Engaños. (Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora