Capitulo 4 "una noche con suga"

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Desperte sin ganas. Me había quedado dormida quien save a que hora. Pensando en cosas sin el mas mínimo sentido. Y había despertado babeando toda la remera de jin. No tenia remedio.
Me desplace por la casa como pude. Y una vez que estuve lista, me dispuse a preparar el desayuno.
Negras volvieron a quedar mis tostadas. Y paradojicamente, las naranjas estaban agrias.
Termine bebiendo leche con cereales como practicamente todos las semanas anteriores. Y suspendí el crucigrama por no poder ser capaz de concentrarme.

En la tele anunciaban un día despejado. ¿cuantas veces acertaba la chica del pronostico? Ninguna.
Tuve suerte de llegar intacta al trabajo. Ya me había imaginado completamente mojada. Escurriendo agua por doquier, por suerte la lluvia comenzó a intensificarse cuando estuve a salvo dentro del edificio.
Para mi tortura, la tarde paso mas lento de lo normal. Eso se debía a que no teniamos mucho trabajo por hacer, ya que nuestros superiores se encontraban de vacaciones. Estaba pensando que yo misma era merecedoras de una, en este momento. A pesar de que recién regresaba. Pero bien sabia yo, que esas no eran vacaciones.
Fue asi que pase el día planeando futuros viajes, tal vez con esfuerzo y muchos ajustes, podría por fin hacer el viaje a Tokio con el que aun hoy seguía soñando.
No quise bajar a comer. Senti que si encontraba a jin en el almuerzo me moriría de la vergüenza. aunque sostendría hasta el final que estaba ebria y no recordaba haberlo llamado. Eso era peor. Yo no bebía ¿en que momento me pondría ebria? Decidido, debía comenzar a tomar para excusarme en un futuro. Suspiré. Como no tenia mucho que hacer, hable con Hana por mensajes. Me contaba lo bien que iba todo con Namjoon, aunque se le estaba volviendo dificil encontrar un hueco para verse. Namjoon trabajaba practicamente todo el tiempo y en varios empleos a la vez. Mientras que Hana no tenia excusas para salir de su casa por las noches para encontrarlo.
Le ofresi contarle a los padres sobre mi ruptura con Jin, que utilizara mi fracaso amoroso para decir que yo necesitaba ayuda. Cada vez sonaba peor. La gente iba a enterarse que ya no estábamos juntos y que yo necesitaba apoyo. Pero no importaba. No es como si no lo pudiera superar.
Lo que si no podría superar, es que al abrirse las metalizadas puertas del ascensor, encontrara a Jin del otro lado.
Mis ojos se expandieron instintivamente de la sorpresa, gire la cabeza para todos lados buscando una salida. Pero no podía evitarlo, debía enfrentarme a él. Salir corriendo era para perdedores.

- ¿bajas? - era mas que obvio. Supuse que quería iniciar conversación conmigo. ¿No podía imaginar que era invisible? Asentí tratando de no darle el pie para que dijera algo. Sin embargo volvió a hablarme. - ¿estas... bien? - me puse a su lado en el medio de ascensor, recostada sobre el espejo. Mirara hacia donde mirara, podía ver a Jin, tan perfecto como acostumbraba ser. Con su cabello castaño, el flequillo partido, sus suaves facciones. Parecía un muñeco. Sumamente hermoso e inalcanzable.
- genial - gire mi cabeza a la derecha y la eleve para mirarlo. - solo... olvídalo - me temblaba todo el cuerpo de solo estar parada a su lado. Como si nuestras distancias jamas hubiesen sido invisibles, como si jamas lo hubiera mirado a los ojos. Suspiré y pegue la vista al suelo hasta llegar a planta baja.
Las puertas se abrieron y yo escogí escapar aun habiendo decidido no hacerlo.
Camine a paso ligero dejandolo detras. Aunque ni siquiera mire si me seguía.
Me detuve en la puerta a mirar como llovía, no era demasiada agua la que caía. Pero supongo que no tenia otra opción. Iba a mojarme.

- ¿te llevo hasta tu casa? - que dijera "tu" casa, hizo que se me hundiera el pecho.

Yo me negué. Si algo podía ser peor que encontrarme a Jin en el ascensor, eso sin dudas era viajar en su auto y resultarle una extraña. Escuchar su lista de reproducción sonar durante el viaje. Que me despidiera antes de partir, de la que para mi seguía siendo su propia casa.
Me excuse diciendo que había quedado en ver a Hana en un cafe cercano. La verdad es que había decidido cumplir con mi promesa e ir por alcohol. Quería beber una cerveza, porque aunque me sabia horriblemente inescesaria, supuse que me vendría bien un poco.
Camine bajo los techos, protegiendome de la lluvia.
Fue inútil, de todas maneras me moje.
Llegue hasta el restaurante. Tenia una fachada completamente de madera y en las paredes se podía ver notas a los amantes. Arrugue la nariz pensando en lo cursis que se veía todo ese asunto ahora que estaba sola.
Estuve a punto de sentarme en una mesa, cuando un berrinche, producido por una voz particular, se producia en el fondo del recinto. Estos me tomaron por sorpresa. la curiosidad que me invadía, me proporciono la posibilidad de verlo.
El rubio yacía recostado con la mitad del cuerpo sobre la mesa. Con una botella de soju en la mano. Y realizando infinidad de ademanes con la que tenia libre.
Intente ignorarlo pero imagine que tal vez necesitaba que Namjoon lo rescatara.
Me acerque para verlo mejor.
La chica insistia que no queria venderle mas alcohol. Y el lanzaba improperios irreproducibles.
- dejele la botella o seguirá molestando - me senté frente a el.
- ¿lo conoce? - la niña buscaba seguramente que me hiciera cargo de él, en cuando afirmara.
- lamentablemente
- A mi tampoco me hace gracia verte bruja. Vete, al menos que te pagues otra ronda, no molestes. - el hecho de que fuera agresivo no tenia nada que ver con estar borracho. Yoongi parecía estar mas sobrio que yo, aunque la mesa estuviera repleta de botellas de soju vacías. Hice un ademan a la mesera, indicando que trajera dos mas. Yoongi lo necesiba, se lo veía en... bueno... no, casi no le podía ver los ojos. Pero sabia que lo necesitaba. Y por mi parte también.
- ¿debería llamar a Namjoon? - el rubio despego la mirada de la botella para mirarme con recelo.
- no soy un niño. No necesito ninguna niñera - yoongi hablaba de una manera altanera y sobradora y sus labios formaban una sutil sonrisa para acompañar cada comentario, como si disfrutará cada vez que salia mierda de su boca.
De hecho creo fervientemente que amaba el hecho de escuchar su propia voz, dijera lo que dijera.
- tienes razon - acepte. La joven mesera llego con ambas botellas de soju. Miraba a Yoongi con miedo, como si temiera ser reprendida. Le sonreí tratando de calmar la cituación. Ella hizo una reverencia y se marcho.
- eres una mentira - mascullo entre dientes mientras me arrebataba la botella de soju que le pertenecía. Ignore su tosco comentario y me dispuse beber hasta que lo escuche chillar nuevamente - ¡hay! es que así no se hace ¿bebiste algo que no fuera agua alguna vez? - resoplo como si fuera un caballo. Se peino el cabello con los dedos y me quito la botella de entre las manos. - ¿es que nadie te ha enseñado a beber? ¿de que sirve que sea tan lindo si no supo ni embriagarte?
- ¿que tiene que ver con esto?
- todo.

Bultaoreune 불타오르네Donde viven las historias. Descúbrelo ahora