Cap 9 Decisiones.

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La verdad es que había comprado esas cervezas sabiendo que Suga las beberia. Me quede pensando exactamente lo mismo que pense el día que las compre. Por alguna razón esperaba que suga apareciera por aquí. ¿porque? ¿y porque seguía viendo a suga? Ya no tenia ningún sentido.
No encendí las luces, por lo que la habitacion se ilumino un poco en cuanto abrí las puertas de la heladera, intentando agarrar las dichosas cervezas. Vi el pack entero. Dude, pero de cualquier forma, Suga se las beberia todas, de eso si estaba segura. Aun asi
Seguía sin entender ¿victimas? ¿amigos? Que era Min Yoongi para mi?

- ¿tan difícil? - apoyó su cabeza sobre mis hombros. Y sentí que me miraba. Gire el rostro hasta poder verlo. El pulso se me disparo en aquel instante. Me puse nerviosa sin quererlo, tal vez fue la sorpresa, suga se veía igual de apacible que de costumbre. Con los ojos cansados y ojeras de panda sobre su clara piel.
- ¿que haces aquí Suga? Dime la verdad. - gire sobre mis talones, cerrando la puerta detrás, aun así podía verlo por la luz de la calle que entraba por la ventana. Su piel era mas blanca de lo normal, junto a su cabello, que al parecer había vuelto a aclararse.
- ya te lo dije, no tengo otro motivo para venir. Ahora quiero mi cerveza. - puso su mano sobre la mia para quitarme una de las latas. Compartimos una mirada lo bastante extensa como para saber que debíamos de evitar lo que fuese que pasara por mi cabeza. - encendere la televisión - se alejó en cuanto supo que mi espacio personal y el de él, se estaban entremesclando. Debió de haberme notado avergonzada e incomoda para alejarse, aunque tampoco era como si tuviera algo mas para hacer en ese instante. Miento, podría haberse burlado completamente de mi pero se contuvo, y eso para Min Yoongi, era demasiado.

- em... suga... ¿sabes como funciona un sillón? - lo pensé un par de veces antes, guardandole piedad por haberlo hecho rato antes, pero al final no me resistí, y es que el muchacho se habia sentado en el piso, con la espalda pegada sobre donde deberían ir sus piernas. Con las suyas extendidas y cruzadas por encima, con la lata entre las manos y el control remoto en la otra.
Como un ser humano normal, utilice el sillón como su manual de instructivos diría, si es que tuviera uno. Pero ¿quien lo necesitab? El rubio giro para verme, el flequillo le tapaba ya los ojos. bufó en cuanto vio que me sentaba, como si esperase que lo acompañara allí abajo. Falto que le diera palmaditas a la alfombra, cosa que no estaria en sus opciones, ni con cientos de actualizaciones.
Intento ocultarlo pero pude ver como hacia muecas mientras tornaba la vista al televisor nuevamente. Me reí pensando que a veces parecía un niño chiquito. Un niño chiquito que bebía alcohol como nadie, maldecia cada dos segundos y tenia toda la pinta de poder venderte algo ilegal. Aun con todo esto, no se como conseguía verse igual de tierno que uno.
Abrí la cerveza y la bebí. Era la misma cerveza que suga, había conseguido para mi aquella noche en que lo conocí. Pero no pareció importarle, de hecho creo no miro la lata. Podía haberle dado cianuro que se lo bebéría sin pensar, si le dijera que es vodka primero.
El rubio cambio los canales tan rapido que ni siquiera podría ver que había en cada uno de ellos.
Se detuvo en el canal de deportes por un instante.
Duke versus Carolina del norte. Suga se sobresalto en cuanto vio a uno de los jugadores casi encestar. Suspiro y automaticamente cambio los canales otra vez.

- ¡hey! Déjalo, ¡parecía interesante! - se giro inmediatamente para verme incredulo. Hundiendo las cejas y tornando el rostro para un costado. Como si intentara preguntar si estaba loca. O tenia algún otro problema.
- ¿que? - ¿tanto le costaba creer que quisiera ver el juego? Ver algo que lo emocionara era mejor que ver algo que lo volviera el quejumbroso y malhumorado yoongi que detestaba.
- no creo que halla algo mejor de todas maneras. No me molestaría verlo. a cambio puedes darme tu ultima cerveza.
- no hay trato, pero si dejare el partido - sonrio mostrandome todos sus dientes, antes de llevarse la cerveza a la boca para acabar con ella.

Sonreí de lleno al imaginar que con algo tan simple como eso había logrado que Yoongi estuviera de buen humor, un fenomeno realmente extraño de presenciar. El solsticio de Min yoongi.

Bultaoreune 불타오르네Donde viven las historias. Descúbrelo ahora