Cap 12 dos segundos

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Me preguntaba si aun podía estar bajo los efectos del alucinogeno.
Porque seguía sin poder creerme todo lo que habia sucedido con Suga.
Antes de irme a dormir aquella noche, recibí un mensaje que decía "toma mucha agua para quitarte esa mierda de adentro, descansa y no pienses mucho" que fue lo suficiente para lograr que no durmiera nada. Sobretodo cuando después de eso, aunque le respondí el mensaje, él no me contesto de vuelta. ¿que pretendia?
Me costaba encontrar la respuesta.
La mañana siguiente no pude evitar sentirme exaltada. Estaba ansiosa, quería verlo de nuevo.
Estaba en linea. Pero no me atrevia a hablarle, no después de que ignorara mis mensajes. No después de que me habia besado. No después de que él, seguramente se sintiera arrepentido.
Deboraba mi comida Cubamexibrazilera porque aunque me sintiera mal, nada impediria que yo comiera, tal vez todo lo contrario.
Aún no entendía como lograba mi madre que sabiera tan bien. Tal vez estábamos influenciados con su presencia y en realidad, el café, era un café enlatado de la tienda de convivencia, pero sabia como el mejor sobre la faz de la tierra.
De la otra punta de la habitacion estaba hobi, quien desayunaba cereales comunes y corrientes, de esos de diversos colores y sabores.
Compartimos una conversación de todos los dias, y fue el quien me acompaño de casa hasta la parada del autobus. No pudo evitar preguntarme sobre suga, cosas como; desde hace cuanto lo conozco, que intenciones tenia él conmigo, y que es lo que yo sentía. Era inútil esconderle algo a Hobi. Tenía un gran poder de observación y era capaz de saber cuando le mentía u omitia cosas. Yo tambien sentía la necesidad de confesarme ante alguien, así que le conté absolutamente todo, con lujos de detalles. Y cuando digo todo, incluyo mi ultimo incidente. De todos modos, él era en quien mas confiaba.
Y si, sabia que estaba terriblemente mal confesarle que me habían drogado en su casa, y tuve bien merecido el gran sermón que me dio despues, aferrándose al hecho de que Suga no era alguien para mi. A pesar de haberlo conocido y compartido con él muchas cosas en común.
No lo culpo, despues de contarle toda la historia, tampoco le aconsejaría intentarlo, pero sabia como era Suga. ¿lo sabia? ¿que conocía de él? Si pensaba en su personalidad, no podia pasar por alto que era una persona pasional, ¿era el cariño que él le tenia a meylin lo que yo quería en realidad? Tambien conocía lo terriblemente egoísta que podía llegar a ser y lo fácil que solía irritarse en ocaciones.
A suga le gusta mucho fumar, beber e insultar, pero sabia lucir educado frente a sus mayores, casi al punto de aparentar ser otra persona. Le gusta dejar en ridículo a los demás, y por sobretodas las cosas ama todo lo que implica dormir, estar sentado y acostado, en definitiva todo lo que le hiciera ahorrar energía. Pareceria que la acumulaba para aquellos momentos a los que realmente le interesaba hacer algo, ya que cuando quería, hacia las cosas mejor que nadie. Y obviamente no iba a olvidar jactarse de eso.
Lo recordé con una sonrisa. Y cuando me di cuenta que sonreia, caí en la cuenta de lo mucho que me hacia falta.
Intente relajarme y no dejarme llevar por mis pensamientos. Para poder discernir que era real.
Y tuve tiempo para hacerlo. Mas del que yo esperaba.
Una semana paso desde lo sucedido con yoongi, y el ni siquiera respondia a mis mensajes. Eso me hacia sentir furiosa, pero mas que nada triste.
Le había contado lo sucedido a Tae mientras jugaba videojuegos, y el opinaba lo mismo que todos a los que les comente la situacion, suga se habia arrepentido y no tenia el valor para decírmelo de frente. O simplemente no le importaba. La segunda opción me parecía la mas real.

Tae estaba consentradicimo en su juego. Por momentos sentía que se olvidaba de mi completamente. Lucia realmente fatal. Bueno, tae nunca se veía mal, pero llevaba el cabello despeinado, una camiseta blanca y gigantesca y unos pantalones cortos con un estampado parecido a los que suelen usar los chicos en la playa. Continuaba cruzado de piernas, muy concentrado.

- ¿que paso con kooky? -pregunte una vez que terminado el tema Suga. Había otros asuntos que aun me rondaban en la cabeza.
- ¿con jungkooky? nada. - se hundio de hombros aun sin soltar el joystick - Se enojo porque le dije que no lo quería cerca tuyo. - explico con el ruido de fondo de personas siendo acribilladas en su juego - Pense que podían enredarse, y eso no iba a terminar nada bien. Pero veo que estas mas ocupada con la rubia ahora. - remarco lo ultimo con una entonación diferente. La cosa es que le dije que me gustabas, y pareció enojarse porque ya no me contesta los mensajes, ni viene a verme. A decir verdad... - dejo el juego de lado, apoyando el joystick en el piso para mirarme. Eso me descoloco, nada interrumpía un juego de Tae, nunca. - me siento algo mal. Jungkook no suele ignorarme tantos dias. No podemos. En realidad... - Suspiro levemente - debes gustarle mucho. - su voz se fue apagando mientras terminaba la conversación. Me lo quede mirando por un instante... ¿podía ser que...?
- no,no,no, no, no -dije rápido en modo de cántito y acompañando con la cabeza. - jungkook y yo, cero.
- no debería dejarlo al descubierto. Es mi mejor amigo. - sonrió.
- ¿como va el trabajo? - le pregunte tratando de salir de esa tensa conversacion. Me moría por preguntarle algunas cosas, pero conocía lo reservado que solía ser con su intimidad y no sabia como encontrar un hueco para preguntarle.
- Mi padre sigue mal, el medico le aconsejo no realizar ninguna actividad que le produzca estrés. Los inversores son un dolor de cabeza. Y me aburro muchísimo. - bufo tan fuerte que logró que su castaño flequillo, volara sobre su cabeza.
- lo siento mucho. - agregue mostrando empatía.
- supongo que alguna vez tenia que hacerme cargo. Iba a pedirle a jungkook que trabajara conmigo, el lo necesita, pero lo pense mejor, eso me distrairia mucho. - y ese fue el pie para preguntarle. Era ahora o nunca, no se volvería a presentar esa oportunidad.
- Tae ¿te gusta jungkook? - fui directa y me sonroje al terminar la pregunta, aunque él parecía tranquilo, de hecho se reía de mi reacción.
- Que sea gay no significa que me gusten mis amigos sunny. - su comentario logro que me arrepintiera aun mas de entrometerme. Me sentí nerviosa y tuve ganas de irme. Trataba de buscar una excusa que no me hiciera parecer tan obvia. - pero si, si me gusta. Aunque no estoy seguro de que forma - me atragante con mi propia saliva de la sorpresa. Primero lo había negado, y mi cerebro descarto eso de inmediato y ahora afirmaba lo que sospechaba. En el rostro de Tae apareció esa sonrisa cuadrada a la que me tenia ya acostumbrada. -no hace falta que te explique. Es jungkook. Tu eres la unica persona en el mundo que no se le quiere tirar encima al muy idiota. Eso debe volverlo loco. No debe entender porque no lo quieres. De seguro tu cerebro funciona mal.
- no lo niego. ¡Deberías decírselo! - la pantalla se volvió negra, lo habían matado.
- ¿Al maknae? ¿Estas escuchandote? ¿que ganaría con eso? Ser ignorado de por vida ¿Sabes con cuantas mujeres ha salido? Es inútil. Lo único que conseguiria sería ponernos incómodos. No me gustaría que se sintiera así. Quisiera seguir viendolo.
- pero...
- no es que no tenga el valor para hacerlo. Solo que, ya conozco el resultado. - se me quedo mirando fijo por un instante. Hasta que se abalanzo sobre mi, dejándome en el piso. - Si fueras tu... ya te hubiera besado. - se mordió el labio inferior con fuerza y tumbó su cuerpo a mi lado. Observando el color crema del techo por mas de una hora entre una cosa y otra.

Bultaoreune 불타오르네Donde viven las historias. Descúbrelo ahora