Capitulo 22.
____ miraba a su marido con deleite mientras se movía por el dormitorio. Zayn nunca dejaba de excitarla, vestido o sin vestir. Con su traje oscuro, Zayn tenía un aspecto fuerte y poderoso y estaba completamente recuperado del traumático accidente sucedido meses antes. Necesitaba un corte de pelo, pensó ____. Su pelo castaño era un poquito demasiado largo. Aunque a ella le gustaba que cayera un poco sobre la frente, no iba bien con la imagen profesional que a él le gustaba dar de hombre incisivo e indomable.
Lo que ____ no le había dicho nunca era que su boca desprendía una sensualidad que chocaba directamente con esa imagen. Ella conocía muy bien el fuego que llevaba dentro y estaba siempre dispuesta a atizarlo. Cuando estuvo vestido del todo, Zayn volvió a su lado y se sentó al borde de la cama. Con una sonrisa de complicidad le robó el aliento, mientras acariciaba sus mejillas y sus labios.
—Si no tuviera que ir al despacho, me volvería a meter ahí dentro contigo —dijo Zayn.
— ¿Puedo tentarte?
—Eres una amenaza. Sabes muy bien que voy a estar pensando en ti en lugar de preparar mi caso.
—Ya.
—Me voy —dijo él firmemente pero se detuvo lo suficiente para besarla dulcemente en los labios. Ya en la puerta, lanzó una mirada hacia la cama.— ¡Venga, arriba! Cada día te levantas más tarde. No te olvides que tienes que llevar un negocio —advirtió antes de irse.
Unos minutos más tarde, ____ oyó cerrarse la puerta de la calle y una sonrisa satisfecha se dibujó en sus labios. La felicidad era como una burbuja que se hinchaba en su interior. Ahora que Zayn se había ido a la oficina, tenía todo el día para llevar adelante sus planes.
No pensaba ir al pequeño despacho de abogados que había abierto en cuanto llegaron a Boston porque tenía cosas más importantes que hacer. Su socia, una mujer con los hijos ya mayores, había estado de acuerdo en quedarse sola ese día. Se dio la vuelta en la cama y enterró su cara en la almohada de Zayn, respirando su intoxicante aroma.
Hacía poco menos de una hora habían hecho el amor lenta y apasionadamente. Su sonrisa se amplió recordándolo. Le había dicho que era su regalo de aniversario porque ese día hacía ocho meses que estaban casados. Ocho meses maravillosos y absolutamente felices. Ella había sabido que podía hacerlo feliz y había comprobado que tenía razón. Nunca sentiría las cosas que había hecho por él porque ambos se amaban apasionadamente y, esa noche, cuando le diera el auténtico regalo, su felicidad sería completa.
Demasiado excitada como para seguir inactiva, ____ saltó de la cama y se deslizó hasta el baño. Tenía una cita a las diez y no quería llegar tarde, así que se dio una ducha rápida. Diez minutos más tarde, envuelta en una toalla, ____ volvió al dormitorio para vestirse. Soltando la toalla, hizo una pausa cuando vio su imagen en el espejo. No fue su figura lo que llamó su atención, sino el leve abultamiento de su abdomen y lo tocó con la mano como si pudiera sentir la vida dentro de ella.
Una vida aún no confirmada pero que ____ sabía que estaba allí. Sonrió tiernamente.
Aquél era su regalo para Zayn. Un niño. A él le encantaría esa prueba visible de su amor. Saliendo de su ensueño, ____ echó un vistazo al reloj y lanzó una exclamación. La encantadora casita en el campo en la que vivían era perfecta para formar una familia pero estaba a varios kilómetros de Boston y conducir hasta allí cada día podía convertirse en una pesadilla. Si no se daba prisa, llegaría tarde.
Se puso ropa interior de encaje, tomó lo primero que encontró en el armario y se vistió deprisa. Varias horas más tarde, con el embarazo confirmado y las manos llenas de bolsas, ____ volvió a casa.
Le había dado la tarde libre a Madge, su ama de llaves y esa noche cocinaría ella misma. No era mala cocinera ni una mala ama de casa pero, con su tendencia a perderse en el trabajo, sin Madge se habrían muerto de hambre y habrían terminado bajo una montaña de polvo.
Dejando las bolsas de alimentos sobre la encimera de la cocina, se quitó el abrigo y el bolso y se preparó un té con tostadas. Sentada en un taburete, tomando el té, suspiró satisfecha. Todo era perfecto. Su vida era maravillosa y probaba que de algo malo podía salir algo bueno. Había sido aceptada por el reducido círculo de amigos de Zayn y, lo más importante, su familia prácticamente la había adoptado y la trataban como si fuera uno de los suyos.
¡Podía imaginarse la cara de Tricia cuando Zayn le diera la noticia! Por supuesto tenía que contárselo primero a Zayn y ese pensamiento la hizo recordar que tenía que empezar a preparar la cena. Iba a preparar todos los platos favoritos de Zayn y, aunque se quedaría asombrado, no creía que pudiera imaginarse la sorpresa.
Cuando todo estaba preparado, la mesa puesta y una botella de vino refrescándose en la nevera, ____ se dispuso a cambiarse de ropa. Normalmente Zayn llegaba a casa alrededor de las siete y, antes de esa hora, ella ya estaba arreglada. Había elegido para esa noche el vestido favorito de Zayn.
Era el vestido negro que se había puesto la noche que habían hecho el amor por primera vez y que tenía connotaciones especiales para los dos. La idea de hacer el amor hizo que se pusiera perfume en alguna zona especial.
Quería que todo fuera perfecto. ____ estaba sacando la carne del horno cuando oyó su coche fuera. Quitándose apresuradamente el delantal que se había puesto sobre el vestido, tomó dos copas de cóctel que había guardado en la nevera y salió a recibirlo.
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Juego de Gemelas.(Terminada)
Hayran Kurgu¿Qué podría hacer ______ excepto quedarse al lado de Zayn Pero todo el mundo asumió que ______ era la prometida de Zayn, incluso él mismo, y cuando se recuperó, siguió decidido a casarse. ______ no sabía que hacer. Por un lado, se sentía obligada a...