Capitulo 38.

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Capitulo 38.

____ cerró los puños impotente.

—Mi amor no es una mentira, Zayn. Todo lo que he hecho ha sido por que te quería y porque me daba miedo perderte.

—Una mujer que ama a un hombre no haría lo que tú has hecho, ____ —dijo duramente.

—Estás equivocado. No sabes qué equivocado estás. Una mujer enamorada haría cualquier cosa —contestó, sabiendo en su corazón que él no quería escucharla. En ese momento, una ligera brisa movió el cabello de Zayn sobre su frente.

Instintivamente ____ fue a apartarlo. Sus dedos rozaron la mejilla de él y el contacto encendió la palma de su mano como si fuera una llama .Al mismo tiempo, Zayn levantó la mano y cuando sus dedos se rozaron y sintió el calor de su contacto, notó que la respiración de él se aceleraba. Los dos apartaron la mano rápidamente. ____ contuvo la respiración mientras se miraban a los ojos.

—Zayn.. —su voz era un susurro mientras esperaba que él volviera a rechazarla.

— ¡Dios! —su exclamación era un gemido atormentado. Zayn cerró los ojos un segundo y cuando los volvió a abrir no pudo apartar la mirada de ____.

El aire a su alrededor se volvió espeso.____ olvidó su enfado. Lo único que sabía era que tenía que convencerlo de que confiara en su amor.

—Sabes que te quiero —gimió entrecortada.

— ¿Por qué has tenido que venir aquí? —susurró él a su vez…

—Tú me has llamado. ¿Es que no sabes que no soy nada sin ti? —suspiró ella mientras lo acariciaba suavemente.

— ¡No! —ordenó él, apartándola tan bruscamente que ella tropezó.

Se habría caído si Zayn no hubiera reaccionado rápidamente y la hubiera tomado en sus brazos. Ella cayó sobre su pecho con un grito ahogado que se quedó en su garganta. Sintió cómo el pecho de Zan se ensanchaba buscando aire y la presión de sus dedos en sus brazos. Empezó a temblar y levantó los ojos hacia él. Todo estaba allí. Todo lo que quería negar. Aquel contacto lo había debilitado y esa noche no tenía defensa contra ella.

—____.

Su nombre no era más que un susurro, pero ella lo oyó con cada fibra de su ser. Terminó en un gemido desesperado.

El tiempo se quedó suspendido. Ella sintió el momento exacto cuando la voluntad dejó paso a la necesidad. Su cabeza empezó a inclinarse hacia su cara y tomó sus labios con un beso hambriento que ella devolvió. La pasión se encendió inmediatamente mientras los dos intentaban apretarse uno contra el otro. Nada importaba más que el placer que podían darse mutuamente. Para ____ era como encontrar un oasis en medio del desierto. Sólo la necesidad de respirar los forzó a separarse y a mirarse a la cara, con los ojos llenos de pasión y la respiración entrecortada.

— ¡Dios!

Con una brusquedad que era más sorprendente después de aquel momento de pasión, Zayn la apartó, con expresión de asco hacia sí mismo. Se dio la vuelta, sujetándose a la barandilla y respirando con dificultad.

— ¿Qué demonios estoy haciendo?

____ se humedeció los labios, doloridos por el beso.

—Haciéndome el amor.

—El amor no tenía nada que ver —contestó él enfadado.

Sabía que Zayn estaba enfadado con él mismo, no con ella.

—Fuera lo que fuera, me deseabas.

Él apretó las mandíbulas.

—Sí —admitió él entre dientes.

—Yo también te deseo, Zayn —confirmó ____.

Zayn se metió las manos en el bolsillo del pantalón.

— ¿Tú crees que eso va a hacer que me desprecie menos? —dijo salvajemente, hincando una daga en su corazón. Aquello dolía de verdad y ____ sintió que todo el calor desaparecía de su cuerpo.

—Maldito seas, Zayn. ¡Ojala pudiera odiarte! —dijo con voz dolorida dándose la vuelta.

Tenía que alejarse de él. No podía quedarse para que él descargara su ira sobre ella. Con las piernas flaqueantes se alejó. Podía herirla de mil maneras porque lo amaba con locura. Sabía que lo amaría siempre, pasara lo que pasara.

____ se despertó suspirando. El dormitorio estaba bañado con la luz del sol, suficiente para ver el lado vacío de la cama junto a ella. No sabía dónde había pasado Zayn la noche y no la sorprendería que hubiera dormido en cualquier sitio para no estar a su lado después de lo que había dicho la noche anterior. No era agradable pensar que Zayn se despreciaba a sí mismo por desearla, pero lo único que quería recordar después de haber pasado toda la noche dando vueltas en la cama era que él la seguía deseando. Esa sofocante atracción que encendía el aire a su alrededor seguía viva. Él lucharía contra ello hasta morir, pero no podía negárselo a sí mismo. Y si la deseaba, su amor no estaría muerto. Estaba furioso con ella. Lo que había hecho estaba mal y no lo podía negar, pero estaba segura de que él tampoco podría negar que había algo especial entre ellos. Demasiado especial para olvidarlo. Deseando apartar de su mente esos pensamientos, se sentó en la cama y sintió náuseas.

Echando las mantas hacia atrás, corrió hacia el baño. Cuando se le pasó, se lavó la cara con agua fría y se cepilló los dientes. Sintiéndose ligeramente mejor, tomó una ducha y se puso unos vaqueros blancos y una camiseta azul esmeralda. Se pasó un cepillo por el pelo y bajó a reunirse con la familia.

El silencio la sorprendió mientras cruzaba el pasillo. Toda la casa estaba silenciosa. No había nadie en el salón. Sintiéndose la última persona en el mundo, se dirigió a la cocina para preparase una taza de té. El office estaba situado detrás de la casa, mirando al jardín y al lago. La mesa estaba puesta y había signos de que había sido usada, pero la habitación estaba vacía. Se dirigió a la encimera y encontró una tetera caliente. De repente, sintió una familiar presencia.____ se dio la vuelta lentamente.

Zayn estaba en el umbral del office, con vaqueros y una camisa de cuadros. Apartando la mirada, tomó aire para darse la vuelta y sostener la tetera.

— ¿Té? —preguntó, aclarándose la garganta e intentando actuar con normalidad.

Pero no fue fácil cuando sintió que se acercaba y sus manos empezaron a temblar tanto que apenas podía echar el líquido en la taza. Una mano grande tomó la tetera y la mantuvo quieta.

Juego de Gemelas.(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora