Capitulo 24.

803 42 0
                                    

Capitulo 24. 

— ¿Estamos hablando de la habitación para la que te pasaste un mes entero buscando el exacto tono de verde?

—Culpable, de acuerdo. Lo hice, pero ahora ya no me gusta —dijo poniéndose colorada.

— ¿Y de qué color la quieres pintar ahora? —dijo Zayn pacientemente, lanzando un suspiro.

—Azul o rosa.

— ¿Azul o rosa? Me parece que deberías tomar una decisión antes de llamar al decorador o tendré que llevar un juicio por asesinato —dijo él con sarcasmo.

____ se encogió de hombros expresivamente.

—Pero es que no lo puedo decidir porque aún no sé lo que va a ser —dijo tranquilamente.

— ¿No sabes lo que va a ser? —contestó él un poco impaciente.

—No, no sé qué va a ser, cariño. No sé si va a ser un niño o una niña.

Aquella vez él entendió y a su cara de sorpresa siguió una expresión de felicidad.

— ¿Quieres decir que vamos a tener un niño?

La sonrisa de ____ le dijo todo lo que quería saber.

—Ven aquí, cariño —ordenó él.

____ se levantó, rodeó la mesa y se encontró sentada en sus rodillas.

— ¡Bruja! ¿Por qué no me lo has dicho directamente?

Tan cerca, podía ver la sombra de una lágrima en los ojos de Zayn, lo que hizo que las suyas afloraran también.

—No sabía si te iba a gustar o no. Nunca habíamos hablado de los niños.

— ¿Cómo no me iba a gustar? ¡Dios, un niño! ¿Estás segura?

—Me lo han confirmado hoy.

Su mirada era tierna y amorosa.

—Por eso últimamente te quedabas en la cama más tiempo. ¡No me digas que has tenido náuseas por las mañanas y no me he enterado!

____ sabía que nunca se lo perdonaría a sí mismo si ella hubiera estado enferma y él no hubiera sido capaz de verlo.

—No. No estaba enferma. Sólo tenía náuseas de vez en cuando —dijo tomando su cara entre las manos—. Y lo del decorador era una broma. Si no te importa, lo haré yo misma.

____ apoyó la cabeza en su hombro, sobrecogida de felicidad. Zayn sonrió, apretándola fuertemente contra él.

—No tengo ni idea, pero será divertido comprobarlo. Y ahora, Señora Malik, ¿le apetece hacer el amor conmigo lenta y largamente?

Ella gimió suavemente, besándolo en el cuello…

—No sé. ¿Eres bueno en eso?

—Si estás embarazada, será porque algo he hecho bien. Vamos a comprobarlo.

Y levantándose con ella en brazos, subió las escaleras hasta el dormitorio.

Juego de Gemelas.(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora