21.- Declaración

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—¿a quien se llevaron? —dice un curiosa Aladdin, volviendo. Sin mucho éxito en su intento de persecución. Miraba hacia atrás de reojo, evitando así que lo hallan seguido. Llego junto a su hermano y miro a la pareja, dándole una sonrisa picara al que era su hermano mayor.

—a... a-alibaba... —responde con nerviosismo kougyoku, llevándose las manos al pecho y luego a su rostro que tenia sangre en él.

—ya veo... por eso intentaste detenerlos... —murmuro el menor, y volvió a mirar a Judar.

—regresemos... ahí podremos ubicarlo, o al menos saber que es lo que quieren... —dijo finalmente el mayor,

—Judal... —murmura tenuemente ella, mirándolo. Después de aquel abrazo, el había evitado por completo su mirada.

—no te quedaras aquí ahora, vamos a casa. —volvió a decir fríamente, mientras caminaba con las manos en los bolsillos, dejándolos unos pasos atrás.

Estaba enojado, realmente enojado, chasqueo sus labios y camino de mala gana. No entendía por que se sentía así realmente, pero mirarla solo lo hacia pensar lo furioso que estaba.

—vayan ustedes...

Judal se volteo con sorpresa, y kougyoku quien caminaba entre los dos, se quedo observándolos, sin entender mucho.

—¿y eso?

—¿qué pasa Aladdin? —kougyoku menciona preocupada, sin moverse ningún paso más.

—¿qué pretendes enano?

—creo que puedo conseguir información... —sonríe, algo nervioso, esperando una mala respuesta de su hermano.

—¿de donde? —dijo en seco, mirándolo de reojo.

—vamos, confía solo un poco en mi. Volveré en una pieza.

—eso es lo que me preocupa enano.

Aladdin da unos pasos atrás, al sentir que su hermano se acerco un poco.

—¡lo hare aunque tu no quieras! —se alejo corriendo en otra dirección, escapando lo mas rápido que pudo. Su plan también era dejarlos solo, un momento, ellos tenían cosas que hablar, y mientras el estuviese ahí eso, no iba a pasar.

Corrió, lo suficiente como para asegurarse que su hermano ya no lo seguía, miro hacia atrás, algo agitado, reincorporando el aire en sus pulmones, inhalo profundamente y exhalo, un leve vapor de agua salió de su boca, y luego miro hacia delante, el también estaba enfadado, no soportaba la idea que hayan golpeado a la señorita kougyoku, y lo mínimo que podía hacer, era saber que relación tenían esos hombres, con...

Movió su cabeza de ambos lados con brusquedad.

—bien, vamos.

-.-.-.-.-.-

kougyoku miro a Judar, con duda. Podía ver en su expresión que estaba furia, el mordía sus labios, y sabia que no había ido tras su hermano, por que ella estaba ahí. Suspiro, intentando llamar su atención.

—podrías haber ido por él —dijo divertida, mirando en dirección a donde corrió.

—y seguro lo habría atrapado... —gruño luego de eso, revolviendo su cabello, enojado, pozo su mirada en ella, enfadado.— por tu...

—mi culpa —levanto la mano, sonriendo, una leve mueca de dolor apareció en su rostro al sonreír, un pequeño dolor en su mejilla, rápidamente iba a colocar su mano en ella, cuando la mano de Judar estaba ahí, suave como la recordaba.

Huyendo del destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora