TRECE

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"Si fuese una mujer... probablemente me harías miles de promesas al partir"

Finalmente el tiempo de LuHan en Corea del Sur había terminado, debía volver a su país natal, China, y continuar sus estudios para obtener alguna maestría allá y sobretodo porque se veía forzado a hacerlo.

Su familia lo necesitaba y él necesitaba su familia. No importaba cuánto amase a SeHun sabía que debía volver, ya habían pasado cuatro años desde que llegó y era tiempo de volver.

Esa sería su última semana en Corea, obviamente sus compañeros estaban organizando una despedida para él y Lay, quien de igual manera volvería a China, pero solamente con algunas semanas de diferencia.

En todo ese tiempo SeHun parecía querer consentirlo, habían tenido más salidas que nunca. Cada día iban a hacer algo juntos y a pesar que estaban en vacaciones y cualquier lugar era realmente lleno de personas y detestablemente bullicioso no se quejaba, tener así al menor le llenaba el corazón. Días atrás habían viajado muy temprano a Busan y habían ido a la playa Haeundae donde SeHun lo llevó a el acuario; a LuHan le encantó el lugar, era casi mágico, muchos animales acuáticos y muy hermosos de contemplar. Habían pasado todo el día allí, luego del acuario pasearon por la playa con las manos entrelazadas y contándose historias y bromas. Se sentía complementado, SeHun había dejado ese día su fría personalidad y simplemente ambos pasaron un grato momento. Ya más tarde volvieron a Seúl y se despidieron luego de una larga sesión de besos y a un muy sonrojado y enamorado LuHan se le escapó un "té quiero SeHunnie"; SeHun solamente le había dado un último beso y se fue, y entonces LuHan entendió qué tal vez el menor nunca iba a aceptar sus sentimientos realmente.

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La despedida había sido muy emotiva, varios de sus amigos y compañeros de carrera asistieron deseándole una buena vida y algunos intercambiando números con el para poder seguir en contacto.

También estaban SeHun con sus amigos y ahora suyos. ChanYeol le prometió ir a visitarlo algún día y el solo sonrió asintiendo y ofreciéndole su compañía cuando visitará China.

Nadie lloró, todos lo pasaron felices y animados; había recibido muchos obsequios y SeHun se dispuso a ayudarlo a limpiar su departamento cuando ya todos se fueron.
LuHan pensó que ahora los dos en intimidad y a un día de dejar Corea SeHun le abriría su corazón o siquiera le diría algo, pero simplemente le ayudó en silencio y cuando ya era tarde se despidió de él con un beso y una caricia.

LuHan lloró toda la noche alistando lo que le restaba de equipaje. No lloró por dolor sino por su amor, sabía que corría un gran riesgo de perder a SeHun ahora que lo iba a dejar. Ni siquiera habían formalizado su relación y él en verdad... en verdad amaba con todo su ser a SeHun, solo esperaba que el menor lo hiciera de igual manera y esperara por él.

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A la mañana siguiente LuHan se levantó con los ojos hinchados y cansado. Decidió darse un baño frío para mejorar su aspecto y recobrar energías, perdiendo la noción del tiempo salió y se cambio, eran las nueve de la mañana y todavía le quedaban seis horas antes de abordar aquel avión; guardando sus cosas por completo decidió que saldría por algo de desayuno. Se arreglo en el
Espejo y contempló sus labios morados y su piel un poco más pálida por el baño frío que tomó. Se peino un poco y agarrando la cartera de dirigió a la puerta y se encontró con un SeHun a punto de tocar esta, río divertido y una pequeña bola de pelos blanca que se restregaba en sus piernas le hizo bajar la vista. Vivi, cómo SeHun había llamado al pequeño cachorro que le regalo, ladraba feliz moviendo la colita de lado a lado.

LuHan se agachó y lo levantó en sus brazos, apenas lo acomodó en su pecho el perro empezó a lamerle una de sus mejillas causando que LuHan riera enternecido y acariciara al pequeño animal que se movía muy animadamente y lamia con gusto.

No hagas que me ponga celoso del perro -había dicho SeHun sonriendo y LuHan apartó a viví dejándolo en el suelo y el cachorro salió disparado en busca de uno de los juguetes que LuHan guardaba para él. SeHun cerró la puerta y se adentró un poco al departamento dejando unas bolsas en la mesa.

Lo lamento -dijo LuHan siguiéndolo- buenos días SeHun, que grata sorpresa me has dado. -dijo sonriendo y cuando se acercaba a él SeHun observó sus labios e hizo una mueca.

¿Qué le pasó a tus labios? -le preguntó y LuHan se los tocó de inmediato cómo acto reflejo.

¿Que tienen?-le preguntó intentando encontrar alguna herida o algo extraño.

Están morados... -le informó SeHun y LuHan río.

Tome un baño frío, solo es eso -dijo sonriendo y acercándose a SeHun.

SeHun inmediatamente lo beso y beso y beso.
Luego de un tiempo compartiendo besos se apartaron y SeHun le sonrió pasando su pulgar por sus labios.

Ahora ya no están morados -le dijo y le dio otro beso- me gustan tus labios rosados. -dijo dándole otro beso más y separándose- he traído el desayuno le informó.

Viví regreso moviendo la cola y con uno de sus juguetes en los dientes. Desayunaron juntos y pasaron todo el tiempo restante juntos abrazados viendo alguna película con viví en las piernas dormido.

Cuando finalmente llegó la hora de irse SeHun le ayudó a sacar su equipaje y lo llevo en su coche a el aeropuerto. En el viaje nadie dijo nada, sólo sonaba la música y los ladridos de viví, quien viajaba en piernas de LuHan con la cabeza fuera de la ventana ladrando a cualquier cosa que llamara su atención.
LuHan solo sonreía como bobo y acariciaba su pelaje recibiendo lamidas y mimos por parte de Viví.

Una vez que llegaron a la puerta en la cual debía abordar esperaron sentados juntos con manos entrelazadas y Vivi descansando en una de esas jaulas para mascotas portable.

Poco tiempo después llegaron sus amigos, Lay con SuHo y Xiumin con Chen. Todos hicieron algunas bromas y hablaron de su futuro por el tiempo restante hasta que su tiempo finalmente terminó. Se despidió de Xiumin con dolor, no lloró, no quería hacerlo pero el ver a su buen amigo despedirse abrazándolo y llorando en su hombro lo debilitó un poco, de igual manera se despidió de Chen y de SuHo. Con Lay fue un simple hasta pronto porque Lay volvería a China en algunos días.

Cuando hizo la formación SeHun aún sostenía su mano y ya cuando faltaban solo cinco personas para que abordase le dio un gran, profundo y apasionado beso. Deposito en su mano una pequeña caja envuelta con un bello moño decorándolo y mirándole a los ojos le dijo- Eres mío LuHan... no lo olvides.

LuHan tuvo que avanzar y miro con ojos de amor a SeHun hasta que su turno estaba por llegar y entonces sucedió... poco a poco sintió como la cálida y gran mano de SeHun soltaba la suya dejándolo ir. LuHan lo miro asustado pero aún enamorado y entregando su boleto con su pasaporte apartó la vista. Recibió sus documentos una vez comprobados y antes de cruzar la puerta grito- te amo SeHun -le sonrió con los ojos brillosos por las lágrimas retenidas y entró.

Mentiría si dijiera que no esperaba palabras como "Te esperare Hyung", "Te amo", "iré a visitarte"... cualquier cosa pero SeHun no le dijo nada... ni una promesa de amor.

No supo más de SeHun desde entonces.



No por un largo tiempo...

If I Were a GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora