《Omega》

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Capítulo I: "Omega"

Creación y publicación original: Jueves 15 de Noviembre de 2017

Editado: Lunes 25 de Febrero, 2019            Segunda publicación: Domingo 26 de Mayo, 2019

Palabras: 980 (Sin editar) 1278 (Editado)

Un silencio sepulcral e inesperado se hizo paso en el salón cuando por sus narices se infiltró el comienzo del rastro de un aroma casi imposible de poder sentir en ésa etapa de sus vidas. La esencia, agradable para todos aquellos que no estuvieran bajo la unión de un lazo, y asquerosa para aquellos que sí; se volvía más espesa y embriagante conforme las manecillas del reloj sonaban a la distancia, haciendo que cada pequeño nervio en sus cuerpos se alterara y pensamientos que estando conscientes encontrarían absurdos se desplazaban por sus mentes como causes de un río.

No fue mucho después de eso cuando los omegas ataron cabos y desplazaron sus miradas con una agilidad producto de la adrenalina hasta dar con el causante del gran lío que se estaba produciendo entre ellos. Alguien estaba presentándose como Omega a la sociedad, algo raro a su edad, pero estadísticamente posible.

Los betas, al ser los únicos desafectados por el aroma, mantuvieron tanta calma como les era posible y se prepararon para pelear si era necesario. Mientras unos se dirigían a brindarle contención a los omegas que sucumbieron ante el temor al escuchar los gruñidos salir de sus compañeros alfa, otros se apresuraron para tratar de alejar a los susodichos de su compañero.

Con sus corazones golpeando sus pechos con una fuerza incontrolable, el único pensamiento que se formaba en las cabezas de los conscientes era el deseo de que un profesor aparezca pronto para detener la situación.

Un suave gemido de dolor escapó de los labios de aquél que intentaban salvar, aquel de los llamativos cabellos bicolores y orbes heterocromáticas que fruncía sus cejas ante las nuevas sensaciones que estaba experimentando, con su rostro bañado completamente de un carmín que no era ni un poco común o normal.

El brillo que se percibía en sus ojos entrecerrados, en conjunto a sus labios jadeantes y la forma en la que removía sus piernas en clara incomodidad sobre la silla lo volvía blanco de miradas obscenas y protagonista de las fantasías de más de uno de sus compañeros. Pero todo esto era ignorado por él, quien solo quería, anhelaba, que alguien acabe con el infierno que se desataba en su cuerpo. Que aquella nueva sensación se fuera. Que un alfa lo tomara y rasgara su cuello con los dientes, que lo despojaran de su ética y su frialdad.

Pero no era a cualquier alfa al que su cuerpo deseaba, sus compañeros no le producían más que temor en ése estado. Sus ojos heterocromáticos chocaron con unos rubíes mientras despegaba con lentitud su mejilla del banco.

Sus labios se movieron sin su permiso, formando en silencio un sólo nombre, "Bakugo."

... Y nadie pudo seguir manteniendo en su lugar al rubio.

Katsuki empujó a un pobre e iluso beta que intentaba alejarlo del lugar, no le brindó la importancia suficiente ni para mirarlo por el rabillo del ojo y saber quién era. Corrió bancos, y sillas volaban hacia todos los que quisieran meterse en su camino, hasta que estuvo frente al omega y lo alzó por el cuello de su ropa, lo cargó entre sus brazos y huyó de la escena.

Todoroki a duras penas se podía sostener de las ropas y el cuello de rubio para evitar caer, mientras sus piernas temblorosas buscaban aferrarse a su cadera. Su corazón latía desenfrenado contra su pecho al estarse embriagando con las feromonas del alfa. Fue prácticamente imposible evitar que ambos salieran por la puerta, nadie tenía a sus géneros lo suficiente dominados como para revelarse ante una presencia tan fuerte como la que estaba dando Bakugo. Sus instintos estaban demasiado descontrolados como para actuar.

Y, mientras se iban despertando de la bruma del momento, comenzaron a ayudar a los más afectados, sintiéndose cautivos de su condición social. Derrotados.

Asquerosos.

El profesor Aizawa, junto a All Might y Midnight llegaron azotando la puerta, casi rompiéndola por la fuerza que utilizó el signo de la paz. Preocupación enmarcando sus rostros y accionares.

Tras ellos se podía apreciar la cabellera azul de Iida, quien se fue tan rápido como todo empezó

—Midnight. — Ordenó sin más el profesor titular de aquella clase, con un tono mucho más serio de lo normal. Tch, debería estar durmiendo en ése preciso momento, no calmando las hormonas de sus revoltosos estudiantes.

La heroína no tardó en acatar lo pedido, rasgando parte de su manga para dejar a su quirk actuar y adormecer a los alumnos, que fueron sujetados por las sogas del pelinegro para evitar posibles daños al caer al suelo.

—Midnight, quédate aquí hasta que todos despierten y se calmen. All Might, comunícate con los padres de Todoroki y Bakugou; yo iré por ése par. — Dijo depositando a todos sanos y salvos en el piso, para luego marcharse.

Sus piernas se movían con la mayor velocidad posible, tenía que encontrarlos antes de que la situación pase a mayores y de que otros alumnos detecten las feromonas del bicolor. Olfateó el aire, captando más del rastro que dejaron por los pasillos.

"Están cerca...Demasiado" Y al doblar en la esquina del pasillo, captó el rastró concentrándose en el baño.

Lo próximo que ocurrió fue una puerta golpeándose estrepitosamente contra la pared producto de una patada de Aizawa, quien hizo uso de su quirk y presencia de alfa para evitar cualquier ataque e imponerse por sobre ambos adolescentes.

Bakugou se encontraba agachado en una esquina de la pared con sus brazos extendidos intentando proteger lo que había tras él, Todoroki. Su boca abierta daba a relucir sus colmillos a la vez que cientos de gruñidos y maldiciones escapaban por sus labios.

El hijo del segundo mejor héroe, por su parte, a duras penas podía mantenerse bien sentado, sus piernas se extendían de una manera descuidada y su espalda se resbalaba por la pared. Se encogió al verse rodeado por los fuertes olores de ambos alfas. Su cabeza se perdía en todos lados menos en el ahora. Solo sabía que su pantalón ya estaba completamente mojado por el lubricante que su cuerpo producía y apresando de una manera totalmente tortuosa a su ya palpitante miembro. Aferró sus manos al saco del rubio, apegándose a él para olfatear dicha prenda y refregarse en su espalda, impregnando su nariz de las excitantes feromonas que portaba.

Una cinta blanquecina rodeó el tobillo del alfa y lo elevó para alejarlo del omega, a quien tomó por su cintura con ayuda de sus cintas. Aizawa suspiró, no le pagaban lo suficiente para encargarse de mocosos que no podían permanecer más de una hora sin armar un alboroto, masajeó su sien y a continuación sus ojos.

—Escúchenme bien, no lo volveré a repetir. Vuelven a generar una situación como esta y me encargaré de que ambos sean suspendidos. Deben aprender a controlarse. — Regañó usando su voz alfa, aunque su tono fuera el apagado de siempre. Salió del lugar cargando a los alumnos por el aire, no podía dejar las cosas así, por más que lo quisiera, no sería el procedimiento correcto de un héroe profesional.

Lo primero que hizo en su trayecto fue dejar al semi-albino en la enfermería a cuidado de Recovery Girl, y después llevar al de las explosiones a la oficina del director, donde le colocó un bozal y cadenas, tal como en la premiación del festival deportivo. Ojalá su trabajo terminara allí, pero no. Como era el profesor titular, aún le quedaba hablar con los padres de los implicados. Agh, que día más agitado. 

Lazo [BnHA] BakuTodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora