"- Yo no te deseo. - Negó con rapidez, manteniéndose quieto ante las intimidaciones ajenas.
- Maldito helado de fresa. Dices eso pero no me detuviste cuando de marcaba. Ni cuando te besaba. Puedo percibir lo que sientes, creamos un lazo, no puedes engañarme. No a mí. - Comentó con tono burlesco, colocando sus brazos en la pared, dejando a Todoroki entre ellos. - ¿Sabes? Los alfas también tenemos celos, y el mío es hoy. Podría empezar en cualquier momento. Y me follare a ti o a cualquier otro estúpido omega de ésta institución. - Murmuró sobre su oído, su respiración chocando con la nívea piel de su pareja. - ¿Te harás el indiferente también con eso? Me pregunto cuánto tardará tu omega en tomar el control. -"
Capítulo 5 - Celo.
Tragó algo de saliva, el rubio se había callado después de soltar ello, con su cara oculta en su cuello, aspirando su aroma. Su respiración se agitaba lentamente, y el ritmo de su corazón incrementaba a cada segundo.
Mantener su rostro serio era una completa odisea cuando tenía a su pareja respirando sobre su piel y liberando cada vez más feromonas. Se sintió un poco mareado al encontrarse rodeado de la esencia ajena llenando el salón. Un olor a nitroglicerina y otra cosa que no supo identificar.
Sus ojos se cerraron cuando el rubio pasó su lengua lentamente por su cuello, subiendo hasta el borde de su cara. - Te estás tomando demasiado tiempo, Shouto. Incluso en éste momento te gusta hacerme desesperar. - Gruño su nombre contra su oído, antes de dar una mordida en su lóbulo, dejando la marca de sus dientes.
- El receso no durará para siempre, maldito mitad-mitad. - Se quejó, separándose de su cuerpo y observándolo desde arriba, a pesar de su diferencia de alturas. -Quítate los pantalones. - Ordenó mientras se desabrochaba su saco, lo que había dicho fue solo una trampa para intentar ponerlo celoso. No se iría de ése salón hasta haber tomado a Todoroki.
Shoto soltó un suspiro silencioso luego de mirarlo con los ojos entrecerrados por unos segundos. Tenía razón. Sí lo deseaba. Pero su actitud, la forma en que lo trataba como una basura, le hacía enojar de sobremanera. Había sido criado para ser el mejor, en cada aspecto, obviamente no estaba familiarizado con ese trato, y tampoco lo aceptaría.
... Pero primero dejaría a su cuerpo actuar, no podía disimular más los efectos de las feromonas sobre él.
Lentamente, tal vez buscando molestar a Bakugo, tal vez dejando a su parte consciente asimilar lo que ocurría, bajó la cremallera de su pantalón. Se hubiera agachado para desatar sus zapatillas si dos manos no hubieran apresado las suyas ni su cuerpo fuera empujado contra la pared. - No hay tiempo para eso. - Bramó Katsuki.
Sus muñecas fueron soltadas por el de las explosiones, quién prosiguió a apegársele y rozar ambos miembros. - Alguien ya está despierto, ¿No crees? - Se burló por lo bajo.
Las manos ahora libres se dirigieron, ni tímidas ni perezosas, a la ropa del bicolor, bajando tanto su pantalón como su ropa interior lo suficiente para poder colarse entre sus piernas con comodidad. - Veremos que hay aquí~ - Dijo cantarín, llevando una mano a la retaguardia ajena, sintiendo la piel tersa y sorpresivamente templada.
No divago mucho en ese lugar, y continuó adentrándose en el cuerpo del omega, encontrando su entrada ya preparada con el lubricante que producía. La rozó con sus dedos, haciendo círculos por su borde. Como respuesta, se ganó un sonoro gemido y el temblor de sus piernas.
El semi albino se sujetó de los hombros ajenos para evitar caer ante la inestabilidad de su cuerpo al sentir las continuas caricias en aquel lugar. Su garganta se inundaba de quejidos y jadeos, y de sus labios se escurría con gracia un pequeño hilo de saliva. - Te estás tomando demasiado tiempo... El receso no durará para siempre. - Artículo con dificultad, casi ahogándose con los gemidos, uniendo sus nubladas orbes con los rubíes.
Le estaba pagando con la misma moneda al hacerlo desesperar y no le gustaba.
- Tienes razón. - Sonrió leve con un deje de malicia, pero complacido al ver que ya no se negaba o ponía resistencia. Retiró su mano y lamió los restos de lubricante que se escurrían por sus dedos, todo bajo la atenta mirada heterocromática que gritaba silenciosamente que dejara de jugar y entrara en él rápido.
- Sabes más dulce de lo que esperaba, mitad mitad. - Comentó antes de tomarlo por la cintura y darlo vuelta con brusquedad, juntando su rostro con la pared. Un quejido llegó a sus oídos, y su nariz captó un casi imperceptible olor a sangre.
- No te muevas. - Ordenó, usando por primera vez su voz de alfa, al ver que llevaba una de sus manos a su nariz.
Dicho eso, bajó su propia ropa, dejando a su erecto miembro libre de la presión de su ropa interior.
Tomó firmemente la cintura del omega con una mano, mientras que con la otra separaba sus glúteos, mostrando la rosada y mojada entrada que estaba ansiosa de recibirlo. Entró de una sola estocada, ahogando un gruñido por el apretado interior de Todoroki, y comenzó a moverse dando fuertes embestidas.
Shouto, por su parte, a duras penas podía mantener su cuerpo en la pared y no resbalarse. El miembro de Katsuki lo llenaba por completo, en una manera totalmente nueva y placentera. Su rostro enrojecía a cada segundo con el lascivo sonido de sus pieles sonando, creando un compás errático con los gemidos, jadeos y balbuceos que salían de sus labios entreabiertos. Arqueo un poco su espalda, y acercó aún más sus cuerpos buscando un mayor contacto.
El timbrar de la campana lleno sus oídos, descolocando al hijo del segundo mejor héroe. - Kat... Katsuki, el receso. - Murmuró, mirando al nombrado por sobre el hombro.
- Te dije que no te muevas. - Respondió y, para impedir que siguiera hablando, tapó su boca con una mano, mientras aumentaba la fuerza y cadencia de sus movimientos. - Realmente no deseas que pare, ¿No es así, Shouto~? - Inquirió, deslizando la mano con la que lo acallaba por su pecho hasta llegar a su desatendida erección.
- Sería problemático salir así y dejar que todos te vean. Podrían acercarse a ti, y yo no quiero eso.- Continuó hablando, acercando la boca a su oído. Sus dedos jugaron un poco con la rosada punta de su miembro, acariciándola, apretándola a medida que hablaba. - ¿Tú quieres eso, Soto? - Preguntó, tomando la base y masturbándolo al compás de sus ahora lentas embestidas.
Hizo una mueca ante su silencio. Silencio a medias si se contaba la cantidad de veces que el medio albino susurraba su nombre. Al notar que estaba a punto de correrse, detuvo los movimientos de su mano, recibiendo un quejido de desilusión. - Katsuki, por favor... - Pidió; mordiendo su lengua al decir aquello.
- Shouto, responde. ¿A caso quieres que otra persona te toque como yo lo estoy haciendo? ¿Que te haga gemir de ésa manera? - La velocidad de sus embestidas bajó al punto de volverse un suspiro entre sus pieles.
- No... Sólo tú puedes hacerlo... K-Katsuki. - Contestó por fin, sintiendo su orgullo pisoteado pero su alma liberada. Con la respuesta deseada, Bakugo reanudó sus acciones, con una energía rehabilitada y una sonrisa en sus labios que agradeció Todoroki no vio por estar de espaldas.
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Todos se miraban entre ellos, luego de aquella escena en la cafetería, nadie vio a Bakugo o a Todoroki. Ni siquiera volvieron a las clases restantes del día.
Midoriya miró preocupado a Uraraka, a lo que ésta respondió con una mueca y levantando los hombros. Nadie sabía nada.
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- Me debes un uniforme nuevo. - Se quejó con el rostro serio al ver su chaqueta llena de una pegajosa y blanquecina sustancia.
- ¿Ehh? Te lo hubieras sacado, yo no te debo nada, maldito mitad mitad. - Negaba mientras terminaba de arreglar su vestimenta y pararse como si nada hubiera pasado.
'Tú no dejaste que lo haga' Pensaba el bicolor, colocando los ojos en blanco. Se incorporó con lentitud, haciendo muecas inconscientes de dolor e incomodidad al sentir el líquido resbalándose por sus piernas.
- Te odio. - Gruño con molestia ante el temblor de su cuerpo, dudaba poder caminar a su dormitorio. Miró el reloj en su muñeca y sus ojos se abrieron en sorpresa. Habían estado más de dos horas allí adentro, y perdieron todas sus clases.
Mañana les caería ungran castigo.
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Lazo [BnHA] BakuTodo
Fanfiction"[...] Un dulce y shockeante aroma inundaba las fosas nasales de todos [...]" La adolescencia es sin duda un período lleno de cambios y sucesos desafortunados. El marco de la vida, el fin de la infancia, encabezando los primeros pasos de una edad ad...