¡Hola, criaturas de luz! Quería agradecerles por todas las leídas, los comentarios y los votos que están dejando en cada capítulo ☆ Son mi fuente de inspiración al escribir un capítulo. De verdad, sin ustedes no sería nada.
...Y...
Ésta historia ha llegado al 1K.
Me. Voy. A. Morir.
Ninguna de mis historias ha llegado a este punto antes, estoy muy orgullosa y les juro que lloré cuando lo vi. Todo es gracias a ustedes, que siguen este fanfic y, creo yo, disfrutan tanto leyéndolo como yo disfruto escribiéndolo.
Les voy a dejar mi corazón en bandeja de plata, ah (?).
Bueno, ya paro, me voy a emocionar. Ya les dejo leer el capítulo.
P/D: Para evitar confusiones con respecto a los padres de Bakugou voy a explicarlo ahora. Sí. Mitsuki es una alfa y Masaru un omega. Sí, Masaru es quien dio a luz a Katsuki. No, no se asusten, no estoy loca, esto sí es posible. Si gustan pueden darle un repaso rápido a la parte 'Antes de empezar', que es una guía para principiantes en el omegaverse que saqué de internet ☆《Los créditos fueron dados al comienzo.》
Ahora, espero que disfruten del capítulo.
Capítulo 9 - 《Alfas》.Katsuki se vio forzado a mantenerse en su habitación hasta que el atardecer tiñó el cielo. La vieja bruja había procurado colocar unos barrotes en su ventana para evitar que se escape, así que no pudo hacer mucho. Podría sonar inútil teniendo en cuenta a su quirk, pero los hijos de puta eran como golpear al cabello de mierda, nada pasaba.
Tan pronto sintió la presencia de un omega, que reconoció como su padre, se levantó del suelo y azotó la puerta con sus puños. Era su oportunidad. Él entendería que debía ir con Shouto. Un llamado no era algo gracioso ni para tomar a la ligera.
La puerta fue abierta y del otro lado recibió los ojos cansados del hombre. Masaru soltó un suspiro y volvió a mirarlo, con las comisuras de sus labios levemente alzadas.
- Debes saber que no estoy de acuerdo con tu comportamiento, tú y ése chico deben plantearse bien sus acciones y las consecuencias de ellas. - Dijo, exasperando al menor que cambiaba el peso de su cuerpo de pierna, reprimiéndose de empujarlo.
- Te quiero aquí era una hora. - Concluyó y apreció por unos segundos un destello de alegría y preocupación en los ojos rojos de su cachorro.
Lo siguiente que sintió fue una ráfaga pasar por su lado y la puerta de entrada ser golpeada. Masajeó su sien, Mitsuki le comento lo que ocurría, y no estuvo muy de acuerdo con que no le dejara ir con su omega, solo esperaba que no fuera demasiado tarde para el chico.
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Por toda la residencia Todoroki se percibió un choque de presencias alfa y el murmullo de explosiones en la entrada.
Fuyumi se asomó por una ventana, observando un muchacho rubio atravesar su jardín delantero en menos de un minuto, pero rápidamente se refugió en la habitación de Shouto, que era la más cercana. Endeavor salió furioso de su estudio, con las llamas rodeándolo violentamente, su posición de héroe le impedía matarlo, pero gustoso le daría una 'cálida' bienvenida.
El picaporte de la puerta salió disparado, dando un par de tumbos en el suelo, y Katsuki entró. Olfateo el aire, Shouto no estaba cerca, pero si su padre.
Gruño. Si su instinto lo había guiado hasta allí era porque él era el causante del miedo de Shouto.
Gracias a sus reflejos pudo esquivar una llamarada que iba directa a su rostro.
Nunca había estado tan enojado con alguien antes. "Maldito enfermo." Hubiera pensado, pero no se encontraba con la cabeza en frío como para hacerlo.
Shouto. No hay tiempo. Se dijo mentalmente, al tiempo que le enseñaba sus colmillos al alfa y se propulsaba con varias explosiones, importándole poco dañar los objetos de esa casa. Su prioridad era llevarse a su Shouto, lo demás pasaba a segundo plano.
Recorrió los pasillos con el fuego de su suegro ardiendo a sus espaldas, abriendo puertas sin dar con su pareja. Al menos hasta que llegó al tercer piso, donde solo había tres puertas. Una daba a un baño al que no prestó atención, la otra supuso que era una habitación, pero sabía que no tenía que fijarse en ella porque en ése momento captó las feromonas que estaba soltando el omega.
Dio tres grandes zancadas y golpeó la puerta contra la pared. No tenía mucho tiempo ni para cumplir con el horario de su padre ni para seguir con vida; un segundo más del necesitado y Endeavor lo calcinaba.
La ira corrió por sus venas a una velocidad increíble y
seguramente no sana.Un nido. Shouto. Shouto en in nido.
Shouto. Hizo. Un. Nido.
Y por su rostro y el llamado que emitió horas atrás no era precisamente porque estuviera preñado.
Corrió para estrecharlo en sus brazos, liberando su olor para rodearlo y buscar calmarlo, no pudo reconocer nada de él en aquél montículo de ropa. Echó un vistazo rápido a una segunda omega, la hermana del helado de fresa, por su olor.
- Mejor escóndete, Endeavor estará bastante enojado, Shouto no permanecerá aquí. - Informó, colgando al nombrado en su hombro y colocando algunas pertenencias dentro de una mochila. Sus libros de la academia, un cambio de ropa y calzado. Todo de manera rápida y desorganizada.
Acomodó el cuerpo del bicolor en sus brazos y se colocó la mochila. - Adiós. - Murmuró antes de abrir la ventana y saltar por ella. Pudo escuchar un jadeo aterrado de la muchacha y rodeó los ojos, creando explosiones con una mano mientras que con la otra afirmaba a su pareja, quien parecía ido, muerto.
El sudor corría por sus manos y muñecas, y el calor que se acrecentaba a medida que se alejaba de la casa representaba un grave peligro. Bastaba una pequeña caricia para que explotara con Todoroki a cuestas.
No lo admitiría nunca, pero su alfa se doblegaba un poco ante la presencia del de Endeavor. Era una suerte que su preocupación y... posesión. Sí, porque éso no podía ser amor. Eran más grandes.
Una vez que abandonó la residencia Todoroki, recorrió las calles lo más rápido que sus piernas le permitían, pareciendo un rayo rubio que esquivaba a las personas.
.
La casa de los Bakugou fue invadida por el hijo de éstos y un muchacho más que no parecía querer soltar su camiseta.
- Llegaste 10 minutos tarde. - Se quejó su madre, cruzada de brazos al escuchar la puerta. Pero ni ella, siendo un alfa, pudo resistir la preocupación ni el deseo de proteger al omega.
Masaru se acercó con el rostro preocupado, pero solo logró que Shouto se encogiera más en sí mismo, asustado. Katsuki gruño.
- Katsuki. - Murmuró Mitsuki, a modo de regaño, aunque entendía su reacción.
- ¿Todoroki? Tranquilo, no te haremos nada... - Susurró Masaru, soltando levemente sus feromonas, tal vez le ayudaría saber que no era el único de su clase. - Podemos ayudarte, pero necesitamos... revisarte. - Continuó, mirando con desagrado la marca morada en su mejilla.
- Apesta. - Se quejó el rubio por inercia, arrugando la punta de la nariz. Su padre lo miró con el ceño fruncido, medio ofendido.
Todoroki levantó la cabeza lentamente. Soltándose de la ropa, ahora arrugada, del rubio. - Lo siento. - Dijo por lo bajo con la voz rasposa por el llanto y no haber hablado en horas. Una mirada bastó para que Katsuki dejara, no del todo de acuerdo, que sus pies tocaran el suelo, justo al lado de donde estaba él.
Se hubiera disculpado también con sus suegros, pero sus rodillas fallaron y su vista se tornó negra.
Demasiados cambios bruscos para su mente dañada.
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Lazo [BnHA] BakuTodo
Fanfiction"[...] Un dulce y shockeante aroma inundaba las fosas nasales de todos [...]" La adolescencia es sin duda un período lleno de cambios y sucesos desafortunados. El marco de la vida, el fin de la infancia, encabezando los primeros pasos de una edad ad...