Capítulo 14 - 《Amigos》
La noticia de que Todoroki tenía que permanecer en la enfermería por, al menos, las primeras horas del día sorprendió a todos los alumnos del 1A menos a Bakugo.
Rostros de preocupación se veían en los aspirantes a héroes pues Aizawa decidió mantener en secreto la razón de tal suceso; si bien Todoroki no era la persona más comunicativa en aquella sala, sus compañeros le habían tomado cariño. Y si ese no fuera el caso, la preocupación se producía por no saber qué fue lo que mandó a uno de los mejores de la clase a la enfermería por tanto tiempo.
Sólo una cosa era segura, Bakugo tenía algo que ver. La mirada del héroe profesional no dejaba dudas de ello.
La clase comenzó sin dejar tiempo para que se dispersaran en sus pensamientos.
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Las horas pasaron, y entre el cambio de profesores y la pesadumbre general sonó el timbre dando comienzo al receso.
Mientras todos se levantaban de sus bancos y reunían con sus amigos, Aizawa le pidió a Bakugo que lo acompañara afuera unos segundos.
— Desconozco la razón por la que Todoroki se encuentra así, no quiso decir más que lo necesario, pero sé que tu familia y tú se encargaron de cuidarlo. Has actuado bien. — Lo felicitó, a su manera y con la voz monótona. — Y espero que lo sigas haciendo. Cómo su pareja deberás ayudarlo ¿Por qué no comienzas buscándolo en la enfermería? Ya ha descansando suficiente, no puede saltarse más clases. —Concluyó para luego irse hacia la sala de profesores, le urgía un café.
Por su parte, Katsuki permaneció en el lugar maldiciendo por lo bajo, no necesitaba que le dijeran qué hacer ¡Ya lo sabía! — ¡Maldición! — Gritó, ganándose las miradas aterradas de quienes pasaban por el pasillo. —¿¡Qué miran, extras!? —Gruñendo, colocó sus manos en los bolsillos del pantalón y comenzó a caminar, no iba a desperdiciar su receso.
En pocos minutos llegó a la puerta de la enfermería. ¿Debió haber traído algo para que comiera? Revisó la hora en su celular; aún quedaban varios de minutos al receso, pero serían los que usarían para mover el culo del helado de fresa hacia su sala y ponerlo al tanto con sus anotaciones.
Suspirando buscó con la mirada alguna máquina expendedora. Sabía que tenía un par de yenes en su bolsillo, bastarían para conseguirle algo al bastardo. No fuera a descomponerse luego por haberse salteado el almuerzo.
Se volvió unos pasos y observando las bebidas se dió cuenta de que no sabía nada del mitad-mitad, a parte de su asquerosa relación familiar. Optó por una botella de té verde, era la opción segura entre todas las otras variedades.
Ahora sí, botella en mano, se abrió paso en la enfermería, su nariz llenándose de los aromas a fármacos y, bajo estos, la suave esencia de su pareja.
Aventó la bebida a la camilla, haciendo que caiga sobre las piernas del de pelo bicolor y logrando ver por unos segundos su ceño fruncido en confusión. — ¿Katsuki? ... ¡Katsuki! — Lo llamó, colocando sus pies en el frío suelo y caminando hacia él.
El alfa correspondió al llamado, abriendo los brazos para recibirlo. Shouto lo rodeó en un agarre necesitado, rozando su mejilla con la de su pareja, buscando impregnarse de su olor. Había caído dormido poco después de que Recovery Girl usara su quirk en él, mas eso no impidió que sus malestares lo acompañaran en los sueños.
El rubio liberó sus feromonas, importándole poco que alguien pudiera entrar o que a la heroína le molestara. Miró por sobre el hombro del menor a la susodicha, sonrojándose levemente al notar la sonrisa que le daba.
— Tch. Ya, vámonos. El profesor no va a permitir que sigas saltándote clases. —Murmuró, separándose para ir a tomar su bolso y la justificación que la enfermera tenía preparada; aunque cuando estaba a punto de tomar el papel, la misma pidió hablar con él en una esquina alejada del Omega.
—Joven Bakugo, debes vigilar que siga tomando los medicamentos que le recetaron. No es el daño físico lo que me preocupa, sino el psicológico; pasar por esta situación es un infierno para los omegas, hayan querido a sus cachorros o no. El lado animal es mucho más fuerte de lo que se cree comúnmente, y puede a afectar a las personas de maneras muy diferentes; Necesito que monitorees al joven Todoroki el mayor tiempo que te sea posible, y me comuniques cualquier cambio drástico ¿Puedes hacerlo? Ser su héroe una vez más. — La seriedad surcaba el rostro de la profesional mientras pronunciaba cada palabra, sabía el porcentaje de omegas que sobrevivieron a la pérdida de sus cachorros, y no era el más alentador. Necesitaría la presencia constante de su alfa para sentirse seguro, eso quedaba claro.
¿Quién sabe qué haría si era abandonado por demasiado tiempo? El lado animal es tan fuerte como impredecible.
El rubio frunció levemente su ceño, asintiendo con un simple ademán antes de tomar, de una vez por todas, el certificado y retirarse con el de cabellos bicolor, quién lo esperaba en la puerta con la botella de té que le había tirado antes.
— Vamos al salón, el receso está por acabar, no tenemos suficiente tiempo para ir a la cafetería. — "... Y tampoco quiero hacerlo, hay demasiadas personas y sé que los estúpidos no tardarían en abalanzarse hacia ti." Prefirió guardarse lo último, caminando a la par del heterocromático.
— Sabes que puedo cargar con mi bolso sin problemas ¿No? No estoy incapacitado, Katsuki. —Comentaba el más alto mientras trataba de quitarle sus cosas.
— Inténtalo si quieres quedarte sin manos, maldito.—Gruñó por lo bajo, anticipando sus intenciones.
" Supongo que ésa es su forma de decirme que estaba preocupado. " Se dijo mentalmente Shouto, sonriendo, en sus adentros, por primera vez en el día.
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Dentro del salón, dejó que Todoroki acomodara sus cosas mientras él iba en busca de su cuaderno. — Oí, helado de fresa, no olvides tomarte esa mierda antes de que la próxima clase comience. — Señala la botella. — ... Y copia esto. — Termina, dejando los apuntes a un lado del cuaderno ajeno.
" Sé que no estás bien, no me lo puedes ocultar. " Pensó, tomando asiento en el lugar de al lado y acomodándose para poder observarlo mientras trabaja, con una expresión calma que solo, lo había decidido en ése momento, mostraría estando con él.
— Lo superarás, lo superaremos. No estás sólo, tienes a todos estos extras y a nuestra familia. — Murmuró, rompiendo con la concentración del medio albino.
Pero no pudo responder a tal gesto porque cuando se había preparado para hablar, el timbre de fin del receso sonó en sus oídos y los alumnos del 1-A volvían a su salón.
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— ¡Todoroki! Has regresado ¿Ya te sientes mejor? —
— ¡No te preocupes! Puedo prestarte mis apuntes si quieres. —
— ¡Deberías habernos avisado si no te encontrabas en óptimas condiciones! Pudimos haber ayudado. —
— Necesitas tener más cuidado, no puedes permitirte saltear clases cuando estás en camino a convertirte en un héroe. —
— Estábamos preocupados. No todos los días le pasan estás cosas a uno de los mejores de la clase. —
El Omega pronto se vio rodeado de sus compañeros, quiénes, aliviados por verlo nuevamente, no tardaron en soltar todo aquello que pensaban.
Y a pesar de que se sintiera levemente desorientado y su cabeza retumbara al escucharlos hablar al mismo tiempo, las palabras del rubio se hicieron presentes en su mente, dejándole una cálida sensación en su pecho.
No estaba solo.
Ya no más.
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Lazo [BnHA] BakuTodo
Fanfiction"[...] Un dulce y shockeante aroma inundaba las fosas nasales de todos [...]" La adolescencia es sin duda un período lleno de cambios y sucesos desafortunados. El marco de la vida, el fin de la infancia, encabezando los primeros pasos de una edad ad...