Lazo [BnHA] BakuTodo

《De gritos y confesiones》

Capítulo 10 - 《De gritos y confesiones.》

Todoroki despertó acurrucado en una cama que no conocía, y siendo rodeado por los brazos de su pareja. Pronto recordó todo lo ocurrido y se movió envuelto en desesperación y temor. Pequeños sollozos salían de sus labios, desconcertando al rubio. Batalló unos cuantos segundos más para librarse de sus brazos, terminando en el suelo por un movimiento brusco.

- ¡Shouto! - Gritó el alfa, confundido en demasía, estirando su mano hacia él, importándole poco el despertar a alguien.

Todoroki retrocedió hasta pegar su espalda a la pared y se envolvió a sí mismo en una esfera de hielo, con la respiración agitada. Observó la ventana a través del cristal, el cielo se mostraba de unas tonalidades bastantes obscuras, propias de pasada la media noche. Paseó su vista por su cuerpo. Llevaba una camisa roja de Katsuki que le quedaba algo ajustada (él mismo había olvidado que era más alto de lo normal en un omega, incluso más que su pareja) y unos shorts negros. "Ya lo saben." Pensó el bicolor con terror. "Ya lo saben." Repitió. Sus ojos ardían y las lágrimas volvieron a viajar por las mejillas de porcelana.

- Shouto, sal de ahí... - Pidió el contrario, con un tono mucho más suave que el anterior, ya que podía oler el miedo que sentía. - Shouto, debemos hablar. - Insistió, perdiendo la paciencia que su padre le ordenó que tuviera, muchas horas atrás.

- Shouto. Ven aquí. - Ordenó usando su voz de alfa. Se sintió raro, nunca la había usado en él antes. Todoroki derritió parte del hielo y lentamente se sentó a los pies de la cama, manteniendo distancia. Su cuerpo temblaba lentamente por el llanto y la leve escarcha en su mejilla derecha, tenía menos poder en su quirk con el descontrol de emociones.

- Shouto, hace varias horas vino un médico a hacer un chequeo y curar tus heridas
- Comenzó, sintiendo la molestia arder en su cuerpo al recordar las palabras del beta. - Quemadura de tercer grado en tu hombro izquierdo, en nuestro lazo; Un golpe en tu mejilla, que es el menor de los daños; Y una gran contusión en tu vientre, casi en toda su extensión, demasiado grande, demasiado fuerte... - Su mirar se perdió en la pared de al lado, con el ceño fruncido, esa era la marca más grande que Endeavor le había hecho, el tono morado resaltaba en su piel de nieve. - ... Nuestros cachorros. ¿Por qué no me lo dijiste? - Lanzó la bomba, ésa pregunta estuvo revoloteando por su mente desde que le escuchó que Shouto había tenido un aborto espontáneo por aquella paliza, razón por la que la sangre impregnaba sus pantalones.

Las orbes rubíes se clavaron en las heterocromaticas.

- N-No tiene caso. Mis cachorros ya murieron... Y tú no los querías de todos modos. Puedes estar tranquilo ahora. - Sus manos eran mucho más interesantes que la cara de Bakugou. Si bien trató de que su voz tuviera monotonía y que sus ojos dejaran de lagrimear, sus esfuerzos no hicieron mucho efecto.

- ¡Por un demonio! - Explotó tomándolo por los brazos, dándole una pequeña sacudida. - ¡No huyas de mí! Soy tu pareja, y esos eran mis cachorros también. - Siguió sacudiéndolo, dominado por sus sentimientos. -¿¡Por qué lo niegas!? ¿¡Eh!? Si no querías enlazarte conmigo lo hubieras dicho, maldición. - Todoroki parecía muñeco de trapo, dejándose hacer por cada tirón. - ¿Acaso no sientes nada por mí? - Finalizó, soltando su agarre y enfrentando sus ojos otra vez, esperando en el silencio que creó la pregunta. Silencio que se rompía únicamente por los intentos del de dual quirk por calmar su respiración.

- Tú eres el que no siente nada por mí. Sólo soy un agujero con el que puedes jugar. ¿No lo dijiste tú? Si no lo hacías conmigo lo harías con cualquier otro omega. - Respondió con una dificultad de los mil diablos.

- Jodido bastardo, yo te amo, maldición. Sólo quería darte celos ¿Es que no entiendes nada, estúpido helado de fresa? ¿Crees que iría por la vida marcando a cada puto omega que se cruce en mi camino? No soy tan urgido. ¡Dejé que me castigaran por ti, idiota! - Soltó el alfa aún con el remolino de sentimientos de momentos atrás, por lo que el sonrojo fue leve.

Esa fue una confesión muy al estilo Katsuki.

"¡Lo sabía! Me debes 50¥" Se escuchó a un par de habitaciones.

Shouto se quedó helado, casi literalmente, porque su brazo se cubrió con un bloque de hielo. - Me... ¿Amas? - Susurró desconfiado, limpiando los rastros de lágrimas con su mano izquierda.

- Además de estúpido, sordo. No lo repetiré. - Se quejó, cruzando los brazos.

- Pero, creí que... No te comportabas como si me amaras... - Dijo confundido y con un deje de esperanza creciendo en su interior, a pesar de las circunstancias.

- ¿Qué quieres que haga? No seré un puto molesto como Kirishima con la Alien. -

- Son tiernos. - Dijo, alzando los hombros, notando la venda que se encontraba en uno de ellos. Era increíble lo rápido que había desaparecido el ambiente pesado, siendo reemplazado como si nada hubiera ocurrido.

- ¿Y bien? - Alzó una de las cejas rubias, aun esperando por la respuesta.

- ¿Qué? - Bakugou colocó los ojos en blanco, no quería volver a preguntarlo, pero el contrario parecía ser demasiado lento.

- ¿Sientes algo por mí? -