Prólogo

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**Hola, aquí comienza una nueva novela. Se puede leer sola, pero si quieres entender un poco mejor ciertas cosas, busca "Muriendo sin ti" que es como una historia anterior a esta.**

 Marcos se levantó de la tumba y volvió al rancho a celebrar el matrimonio de su hermano

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 Marcos se levantó de la tumba y volvió al rancho a celebrar el matrimonio de su hermano. Camilito ya se había calmado y estaba más dispuesto a andar de brazo en brazo con todas las chicas presentes, que lo único que querían era comerse a besos al bebé... y a su padre.


El problema era que Marcos no estaba para un nuevo amor. Durante mucho tiempo luchó por ganarse el amor de Teresa, una mujer que aparentaba algo que no era. Él, que la conoció bien, podía dar fe de ello. Era un dulce por dentro, frágil, suave y delicada. Totalmente diferente a lo que los demás veían en ella, una mujer ruda, rencorosa, de dudosa reputación. Marcos sabía que esa era su careta para defenderse, pues Teresa tenía miedo, mucho miedo a seguir sufriendo.


El día siguiente, ya entrada la tarde, no veía a su hijo por ninguna parte. Preocupado, recorrió el lugar para encontrarlo. Ya era su hora de muda y comida.


―Hermano, ¿y esa cara? ¿Qué te pasa?


―No encuentro a Camilito. Se fue con las hermanas Robles, pero ahora no las encuentro.


―Deben estar viendo los nuevos caballos que llegaron como regalo de Riveros.


―Puede ser. Voy a ir a ver.


―En todo caso, no te preocupes, en cuanto se ponga a llorar, te lo devuelven.


Ambos hermanos se largaron a reír. Aquello era cierto. Cada vez que el niño lloraba, se lo llevaban para que él lo cuidara.


Marcos siguió su camino hacia las caballerizas, donde mucha gente estaba admirando los nuevos animales que le habían traído a la pareja.


Camilito no se encontraba allí, pero sí una de las hermanas Robles a la cual se acercó Marcos.


―¿Sabes dónde está mi hijo?


―Sí, mi hermana se lo llevó para mudarlo.


―Gracias.


El joven se dio la vuelta para dirigirse a la casa.

Me haces faltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora