A pasado dos semana desde que entré a este campo de entrenamiento y la verdad e podido ver como e avanzando en mi dominio de poderes.
—concentrate Eiren, no te esfuerzes solo deja que fluya —comentaba mi profesora en susurro.
Solté un suspiro y acomodé mis manos detrás de mi cuerpo, fije mi vista en la pesa que se encontraba frente a mí y trate de elevarla lo más posible.
—no te limites no pienses en el peso, tu puedes —me animaba.
Gotas de sudor comenzaron a bajar por mi frente y yo soltaba pequeños gruñidos al ya no poder elevarla por más tiempo.
—otra ves —demando.
Sería una mañana muy larga.
Me junto con Ivy en la hora de almuerzo y me sonrió de manera coqueta al ver a quien tenía a su lado.
—hola Wilson —dije acomodandome en el asiento.
—por fin apareces —comenta Wilson.
—la maestra de defensa personal no dejaba irme —bufe con desdén.
—ten cuidado con ella, es un poco excepcional —dice el en tono despreocupado.
—ni que lo digas —digo haciendo una mueca al sentir como mi cabeza dolia.
—toma te guarde tu postre favorito —Ivy puso frente a mi un delicioso pudin de chocolate y yo sonreí sin poder evitarlo.
—gracias Ivy por eso te amo —dije tomando el pudin.Los tres estuvimos platicando sobre como era nuestra vida fuera de este lugar, resulta que Wilson era estudiante de literatura y el hijo de un autor famoso, hasta que lo asesinaron sin razón alguna, sentí pena por el pues sabía lo que se sentía perderlo todo.
Wilson comentó que su poder es cambiar de forma los objetos, un simple botón puede convertirlo en una linda muñeca de porcelana.
—hora de irnos —dijo Ivy levantándose de la mesa.
Yo suspire de forma dramática mientras apoye mi cabeza en la mesa, no quería más clases.
—tenemos la última clase juntas, anímate —dijo Ivy empujandome.
—no importa, no quiero ir —chille.Ivy puso los ojos en blanco y me arrastro hasta la próxima clase y me tense al ver a Ryder frente a mi.
No había podido dejar de pensar en el y el rumor que Ivy me había dicho semanas atrás, Ryder fijo su vista en mi y enseguida endureció su mandíbula, convirtió sus manos en puños y desvío su vista de la mía. Mordí mi labio inferior y decidí entrar en sus pensamientos.
No deberías hacer eso
Abrí mis ojos como platos y trague saliva nerviosa, no era posible Ryder no podía tener mi mismo poder, eso era algo que no podía creer. Camine a paso apresurado con Ivy y entramos ala última clase.
Nos metieron en pequeñas capsulas con una pareja a cada persona, yo había elegido a Ivy sin dudarlo.
—esta es una prueba para determinar que tanto dominan sus poderes —comentó el profesor con voz autoritaria, el lugar era increíblemente amplio y podía ver como todos estaban dentro de una capsula con sus parejas. De pronto el cristal se volvió negro y no podía ver a nadie más que a Ivy.
Me puse nerviosa y Ivy solo me dedico una mirada reconfortante.
—lo harás bien —comentó ella segura.
—te quiero lo sabes —dije con una sonrisa dulce.No sabia porque pero quería que Ivy supiera que la quería, que ella era más que una simple amiga, más que una hermana, era importante para mi más de lo que ella pufiera imaginar.
—se que nunca hemos sido cursis, pero quiero que sepas que te quiero Ivy. Eres mi única familia y haría todo por ti —dije poniendo mi mano frente a ella.
Una pequeña barrera de cristal nos separaba y ella dejó caer una lagrima con una sonrisa.
—siempre serás mi hermana pase lo que pase —dijo ella con voz entrecortada.
Asentimos al mismo tiempo y nos pusimos en posición de defensa.
—Eiren Russell, Ivy Abbot. Están en una ciudad abandonada, inmunes rebeldes se encuentran ocultos en ese lugar, su misión es acabar con ellos antes de que ellos acaben con ustedes —sentenció una voz profunda.
El cristal se evaporó y apareció la ciudad frente a nosotros, mire a todos lados y no podía encontrar a Ivy por ningún lado.
—¡Ivy! ¿Donde estas? —grite con todas mis fuerzas.
Escuchaba el eco de mis palabras y me erize al instante, camine por un apartamento abandonado y todo estaba en ruinas, la ciudad, los edificios, las calles todo estaba devastado.
—Eiren ayúdame —escuche decir a lo lejos.
—¿Ivy eres tu? —pregunte temerosa.Salí del apartamento y podía visualizar una pequeña silueta correr entre unos vagones quemados, corrí con todas mis fuerzas y me detuve en seco al quedar frente al vagon, había un silencio escalofriante y yo entre temerosa a aquel lugar.
—¡Ivy! —grite horrorizada.
Otro inmune la tenía inmóvil en sus brazos.
—¡Ivy vete, usa tus poderes! —grite con fuerza.
—no puedo, no puedo —repitió ella mientras lloraba.Fije mi vista en el inmune que la tenia acorralada, era alto de piel blanca, cabello cafe y sus ojos eran de color miel, me miraba con recelo y cautela, trague saliva y convertí mis manos en puño.
Solté un grito ahogado al sentir como algo en mi interior se estaba desgarrando, era un dolor que jamás había experimentado, sentía como me faltaba el aire así que no podía concentrarme, cai de rodillas al suelo mientras suplicaba por aire.
—¡basta! —susurre.
Deje salir un grito desgarrador y logre bloquear su poder, tome bocanadas de aire y me pare con dificultad mientras hacía mi barrera más fuerte, podía ver como el inmune se concentraba más para atacarme pero no lo lograba, lo estampe contra la pared haciendo que soltara a Ivy.
—¡corre! —grite decidida.
Ivy asintió y corrió lejos de aquel lugar dejándonos solos.
Hice presión en su cuello y el dirigió sus manos a su cabeza, luchaba para poder safarse y por un momento pude ver la angustia en los ojos del inmune, me sentí confundida y negué con la cabeza desviando esos pensamientos.
Entonces alguien me atacó por atrás haciéndome perder la concentración.
Otra ves el dolor, la falta de oxígeno pero ahora era mucho peor, gritaba y gemia de dolor mientras caía al suelo nuevamente, poco a poco mi vista se fue nublando y mi cuerpo ya no luchaba por más oxígeno, parecía mi fin.
—¡en que mierda pensaban! —conocía esa voz ronca y profunda.
Pude ver como la habitación volvia a ser la misma y Ryder corría a mi lado, me tomo en sus brazos y me examino con su mirada tan singular, en sus ojos podía ver la angustia que sentía y eso me desconcertó.
Cerré los ojos y me dejé caer en la inconsciencia.
—¿que carajos querían? ¿Matarla? —pregunta el furioso.
—no saben lo que han hecho, me las van a pagar todos ustedes —sentenció el con su voz autoritaria.Sentí como el posición su mano en mi mejía y acaricio mi cabello con sumo cuidado... Sentí como sus labios estaban demasiado cerca de los míos.
Quería sentir sus labios sobre los míos, sus cálidos labios.
Entonces pasó, sus húmedos labios tocaron los míos dándome un casto beso.
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Inmunes
Science FictionAhora hay una nueva raza entre los humanos, los llaman los inmunes y se dice que tienen habilidades especiales pero las personas se niegan rotundamente a aceptar sus existencia y lo consideran solo un mito. Eiren Russell es una inmune, una chica un...