Capítulo 24.

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—¡estoy aquí Ryder! —chille con fuerza.

Estaba atrapada en un mar de agua negra y viscosa, era todo lo que Carol había manipulado en mi mente y no podía hacer nada para salir de aquel lugar, estaba atrapada.

Nuevamente me encontraba parada frente a mi cuerpo inconsciente y Ryder estaba abrazándome con tristeza mientras pequeñas lágrimas salían de sus ojos.

—rindete ya Ryder, Eiren ya no podrá recordarte nunca más —Carol entró ala habitación junto con dos hombres más.
—¿donde están los demás? —cuestiono Ryder con los puños apretados.
—inconscientes igual que tu querida novia —respondió ella con una sonrisa juguetona.

Ryder abrazo mi cuerpo con más fuerza y acaricio mi mejilla con cuidado mientras me depositaba en la cama.

—¡que mierda le hiciste! ¿Que hiciste con sus recuerdos? —grito Ryder con rabia.
—aquí están —contesto Carol levantando un pequeño frasco de vidrio, tenia un líquido color naranja adentro.
—son sus recuerdos —dijo el asombrado.
—y también están los tuyos —dijo mostrando un segundo frasco de color gris.
—¡hija de puta! —grito el corriendo en dirección a Carol pero los dos inmunes comenzaron a atacarlo.

Ryder sonrió de lado y golpeó a uno de ellos, llevándolo al suelo, el segundo inmune golpeó a Ryder en el estomago pero se recupero rápidamente y lo estampó contra la pared, pero el otro lo atacó por la espalda y lo hizo caer al suelo.

—para Ryder, vamonos de aquí —dije corriendo angustiada mientras tocaba la frente de Ryder.

El abrió los ojos sorprendidos y negó con la cabeza mientras se levantaba.

—es ahora o nunca —murmuró el decidió.

Los dos inmunes golpeaban a Ryder y el les respondía con más golpes, Ryder se estaba cansando podía verlo y Carol lo sabía pues sonrió de manera pícara mientras caminaba por la habitación en dirección a Ryder.

Corrí hacia ella para golpearla pero mi cuerpo lo atravesó, convertí mis manos en puño y con todas mis fuerzas intente golpearla pero caí al suelo en el intento, no podía tocarla ¡mierda! Sentía frustración y miedo al ver como ella se acercaba poco a poco a Ryder.

—rindete Ryder, si te portas bien puedes estar con Eiren o quizás deba decir Mary —dijo ella en tono alentador.
—¡déjala en paz! —grito el con impotencia.

Los dos inmunes lo inmovilizaron y Carol aprovecho aquel precioso momento y saco un arma de su pantalón y apunto a Ryder con una sonrisa en sus labios.

—¡no! —chille con todas mis fuerzas mientras me posicionaba frente a Ryder y desee con todas mis fuerzas detenerla.

Vi una daga junto a mi cama así que la tomé sin pensar nada más y apuñale a Carol en el corazón, ella abrio los ojos como platos y solo pude escuchar como ella disparaba el arma... Me disparo a mi.

Tarde varios segundos en entender lo que había pasado, ¡había podido tocarla!

—no no, mierda Eiren ¡no! —dijo Ryder angustiado corriendo a mi lado.

Sentí como la sangre brotaba de mi pecho y como la vista se iba nublando poco a poco.

—solo quería protegerte —susurre con voz rota.
—todo esto era mi culpa, lo lamento —Ryder posiciono sus dedos en mis labios en señal de que no siguiera hablando y abrazo mi cuerpo con ternura y cuidado.
—no me puedes dejar Eiren, porque me haces esto joder —dijo el con dolor.

Acaricio mi mejilla y sentí como sus lágrimas caían en mi rostro, quería decirle que lo amaba, que cada momento con él fue lo más hermoso y que conocerlo a sido el mejor regalo de la vida.

—te amo —dije con una sonrisa mientras cerraba los ojos y me dejaba ir por la inconsciencia.

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